La edición XXI de la Espartaqueada Cultural dio principio el sábado 2 de abril a las 8 de la noche. Empezó con un claro y categórico discurso del Maestro Aquiles Córdova Morán, fundador y líder indiscutible del antorchismo nacional, la organización creada hace casi cinco décadas por él y una treintena de campesinos pobres, en Tecomatlán, Puebla, como recurso en la lucha para la defensa y progreso de los pobres de nuestro país. El discurso de nuestro querido dirigente versó en torno a la importancia del arte y la cultura como elementos necesarios a la humanidad entera por ser el lazo invisible que une y hermana a los seres humanos, y que en esta época resalta su importancia vistos los peligros que depara al planeta entero el dominio del imperio norteamericano y su actual ofensiva contra Rusia y contra China. Palabras y conceptos dichos en esta importante ocasión por un personaje fuera de serie en inteligencia y humanismo y consecuencia en su responsabilidad de luchador social por más de medio siglo ininterrumpido.
Lo que siguió, un concierto de muy trabajadas y exquisitas voces de distinguidos cantantes miembros todos del área musical antorchista que fue decididamente extraordinario. Piezas del repertorio clásico, de la música académica que se escucha, tesoro de las grandes salas del mundo en este género elevado, traído a todos nosotros por jóvenes que interpretaron en esta gala de canto seis muestras de entre lo mejor tales como el “Ave María”, “Una furtiva lágrima” y “María la O”, entre lo más conocido y reconocido por el gran público. Sin duda alguna, la satisfacción, el gozo completo nos llenó de luces y ensueños la noche. Los artistas, hijos del pueblo en lucha organizada y su talento, lograron hacer sentir a su auditorio la elevación del espíritu.
Con solamente esta presentación cuyo disfrute refiero, probamos lo que va a ser la continuación en el curso de esta semana y hasta el sábado 9 de abril de esta XXI Espartaqueada Cultural, que de manera virtual celebra nuestra organización con artistas de toda la república. Niños, jóvenes y adultos, que con ardua disciplina y talento bailan, danzan, declaman, exhiben sus pinturas, muestran sus habilidades histriónicas en representaciones de teatro de obras de los más destacados escritores de todos los periodos. Nadie les paga, ni a los organizadores ni a los artistas, tampoco a quienes realizan las labores de dirección de montaje y grabación. Es, lo hemos dicho siempre del trabajo antorchista, una epopeya que solo gente convencida de sus ideales y propósitos es capaz de realizar. Este es el ejemplo que la organización antorchista le da, le ofrece con sinceridad al pueblo trabajador de México, y muestra con modestia a los de otras latitudes.
La Espartaqueada Cultural es un grandioso esfuerzo colectivo de miles, de millones de gentes organizadas de nuestro país que sostienen con su esfuerzo y sus reclamos la bandera de la justicia social en una sociedad que día en día ahonda sus diferencias de clase y de fortuna. Este evento cultural, el más importante de la república mexicana que no recibe subsidio ni apoyo oficial alguno para su realización, no ha dejado de realizarse cada dos años ni una sola vez desde su fundación. Hoy se lleva cabo a través de las redes sociales por la pandemia que tanto daño ha hecho al planeta entero, más en los próximos dos años, en 2024 regresamos a Tecomatlán. Retornaremos al lugar que a todos recibe con el afectuoso calor de la amistad y la sonrisa franca, al lugar en que hace 48 años nació el Movimiento Antorchista Nacional y trazó con seguridad en el futuro una nueva historia para México, de la lucha social organizada para hacer de nuestra patria una de oportunidades para todos.
En nuestro movimiento brillan con luz propia el arte y la cultura, forman un todo indivisible, una unidad sin la cual, las masas trabajadoras de este país estarían ayunas de la energía que da vivir y practicar las tradiciones de la magnífica riqueza acumulada por nuestro pueblo en toda su rica historia de lucha y avance social. no dejemos pasar la oportunidad de solazarnos con la extraordinaria acumulación de arte y belleza acumulados al través de los siglos por este nuestro pueblo, que no se rinde ante tanta adversidad dentro y fuera de sus fronteras.
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