* En una de las zonas más golpeadas por la violencia juvenil, una madre relata cómo el arte y la educación transformaron la vida de su hija gracias al trabajo de una preparatoria comunitaria.
En Nuevo León, particularmente en las colonias de municipios periféricos donde la falta de servicios es evidente y la vigilancia por parte de las autoridades es limitada, las pandillas proliferan entre jóvenes que han encontrado en la calle la compañía que también podrían hallar en una cancha de futbol o en un parque con opciones reales de esparcimiento.
La situación es especialmente crítica en colonias como Alianza Real del municipio de Escobedo y El Carmen, donde se ubica la preparatoria Lic. “José Ponciano Arriaga Leija”, un logro del pueblo organizado en el Movimiento Antorchista Nacional.
Esta preparatoria, fundada en una zona marcada por altos índices de pandillerismo y drogadicción, asume una tarea difícil pero no imposible: formar a jóvenes que transformen su pensamiento y, con ello, contribuyan a una sociedad más justa.
La institución impulsa talleres culturales de danza, teatro, música y poesía, herramientas que ayudan a moldear a los estudiantes de forma integral y devolverle a la comunidad ciudadanos distintos.
Ana María Isabel Villalobos Barrientos, madre de Madelein Villaseca Villalobos —integrante del grupo de danza de la prepa—, nos compartió su experiencia:
“Decidí inscribir a mi hija por la cercanía y porque le gusta mucho la danza, pero en otras escuelas ya casi no se practica y los grupos cobran. Aquí no solo tiene acceso gratuito, sino que ha mejorado mucho como persona. La disciplina que adquieren también les sirve en otras áreas de su vida. Además, los aleja de cosas malas o de estar todo el día pegados al celular”.
La madre se mostró especialmente emocionada por el triunfo en la XXI Espartaqueada Cultural Nacional:
“Me sentí muy orgullosa. Fui testigo del esfuerzo que hicieron para costear sus vestuarios, organizar colectas, hacer actividades económicas. Aunque al principio no hubo apoyo del gobierno, con insistencia lograron que se les proporcionara transporte”.
Sobre la situación de la colonia donde se ubica la preparatoria, Villalobos comentó:
“La seguridad es muy mala, las pandillas son muy comunes y el gobierno hace muy poco. La prepa ha ayudado mucho a esta zona. Deberían promoverse más escuelas como esta, porque aquí se están formando jóvenes con otro pensar”.
En su participación en la XXI Espartaqueada Cultural, la preparatoria presentó números de poesía, oratoria y danza regional, y obtuvo el primer lugar nacional en la categoría Juvenil “B”.
Este resultado demuestra que el trabajo colectivo y disciplinado da frutos, y confirma que el pueblo no se equivocó al fundar una escuela en una de las regiones más marginadas de la zona metropolitana de Monterrey.
La preparatoria mantiene viva la misión de formar al hombre nuevo, comprometido con transformar la sociedad desde sus raíces.
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