Pese a que la Secretaría de Educación Pública federal y estatal aseguraron de que todos los planteles no aptos para el regreso a clases presenciales serian rehabilitados, muchas escuelas en Jalisco están en riesgo debido a los daños estructurales que sufrieron durante la pandemia mismos que fueron agravados por las intensas lluvias de la presente temporada. La escuela primaria “José López Portillo” de Santa Ana Tepatitlán del municipio de Zapopan, representa un ejemplo de este lamentable panorama educativo. Cuando menos seis aulas del plantel presentan riesgos.
Muchos años atrás de la pandemia, los docentes y padres de familia notaron los deterioros en los techos de los salones ya que empezaban a deprenderse el material, por lo que se lo reportaron a las autoridades correspondientes. Sin embargo no hubo respuesta a la petición y hoy los maestros y sus alumnos se ven obligados a reanudar sus actividades en medio del riesgo sanitario y agravado por riesgos de la estructura del edificio escolar.
El problema ya ha sido ventilado por la prensa local. El diario Mural y otros medios de comunicación acudieron al plantel y constataron que efectivamente las marquesinas de los salones ubicados al oriente esta floja y tiene una gran grieta y profunda.
Esta situación no es la única, en la misma situación o incluso peor se encuentran muchas escuelas. La Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) informó que de nueve mil 280 escuelas de educación básica a cargo del Gobierno de Jalisco, al inicio del ciclo escolar 2021-2022 detectó un total de 164 escuelas públicas de la entidad con daños estructurales severos. Asimismo, la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ) reportó, de 210 escuelas que fueron vandalizadas durante los meses que permanecieron cerradas por la contingencia sanitaria, solo 30 han sido rehabilitadas.
En este contexto el Gobierno estatal, pero sobre todo el federal debe poner atención a todas las escuelas, pues estamos a más de un mes del inicio de las clases presenciales y hasta el momento se siguen encontrando planteles en pésimas condiciones. Muchos de los daños en los inmuebles están clasificados por reparación mayor o especializada y daño estructural, lo que implica que se requieren recursos. De tal manera que de nada sirve repartir tareas para la rehabilitación de las escuelas, ni mucho menos echar culpas al pasado como se le ha visto actuar el Gobierno lopezobradorista.
El problema de los daños en las escuelas de Jalisco es serio. Tan solo la escuela José López Portillo que nos hemos referido líneas arriba, debido a la falta de trabajos de mantenimiento, entre ellas la impermeabilización que ocasionaron filtraciones de las aguas de lluvia que dañaron computadoras, libros y mobiliario. Además, la excesiva humedad está dañando los cimientos.
Desde estas líneas, me sumo a la exigencia que están haciendo algunos sectores progresistas que buscan que las autoridades competentes cumplan con su obligación de garantizar condiciones óptimas de sanidad y seguridad estructural para que los estudiantes y maestros puedan desempeñar sus actividades. En caso contrario, considero que podemos quedarnos callados esperando que en cualquier centro escolar se presenten incidentes que pueden llegar a ser de lamentables consecuencias.
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