MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

En respuesta a la marcha por la democracia, AMLO vuelve a las calles

image
La marcha en defensa del INE, realizada en la Ciudad de México y en más de 40 ciudades del país, tendría que ser una lección para el presidente Andrés Manuel López Obrador, debido a los cientos de miles de personas que salieron a las calles a manifestar su rechazo a la propuesta de reforma electoral, de él y de Morena, una de las reformas clave de su sexenio.

En la Ciudad de México, la marcha se realizó del Paseo de la Reforma, a la altura del Ángel de la Independencia y al Monumento de la Revolución, fue contundente y trascendió fronteras, ya que también se llevó a cabo en países como España, Canadá y Estados Unidos (EE. UU.).

Durante una semana el propio presidente promovió la marcha en sus conferencias mañaneras, a través de sus constantes ataques y descalificaciones de siempre: farsantes, hipócritas, corruptos, clasistas, racistas, y otras retahílas para estigmatizar a quienes no comparten sus ideas porque su voluntad está blindada contra la realidad.

La gran cantidad de gente inconforme con la anunciada reforma al Instituto Nacional Electoral (INE), podría ser sólo una pequeña parte del electorado que ya perdió AMLO, pese a que diga lo contrario. El presidente no esperaba esta reacción de la ciudadanía, por lo que, de inmediato, anunció que él realizará y encabezará otra marcha el 27 de noviembre con la gente que lo apoya, no se podía quedar atrás y a través de sus mañaneras sigue pidiendo el respaldo ciudadano.

Tal vez piensa que, en México, el que haga la marcha más grande tiene la razón, pero mientras lo asimila, lo que sí queda claro es la gran cantidad de inconformes con la llamada Cuarta Transformación.

La marcha es un claro ejemplo de espontaneidad y legitimidad ciudadana, no hay más señor presidente.

Con el lema “El INE no se toca”, la marcha destacó la participación del sector empresarial, pero también de pequeños empresarios, maestros jubilados, estudiantes y pueblo en general, que exigieron democracia y seguridad, además, manifestaron su total rechazo a las reformas que se pretenden hacer a este órgano electoral, por considerarlas regresivas y anti-ciudadanas. La estrategia es muy clara: asfixiar al INE.

La marcha contra la iniciativa de reforma electoral se convirtió en la mayor protesta contra el presidente Andrés Manuel López Obrador en sus casi cuatro años de mandato y dejó en claro que la gente ya está harta de tantas mentiras y de que el salario, no alcance ni para adquirir los productos de la canasta básica. Es decir, los apoyos a ciertos sectores de la población, no son suficientes para aguantar la escalada de incremento de precios a diversos productos y servicios.

La denominada marcha por la democracia, que inició en el Paseo de la Reforma, la avenida más emblemática de la capital mexicana y concluyó en el Monumento a la Revolución, en el centro de la capital, deja clara la decisión de los mexicanos de no permitir la pretensión de alinear a los órganos electorales a la voluntad del gobierno.

Y en respuesta, AMLO vuelve a las calles. El presidente está convocando a una movilización el próximo 27 de noviembre para conmemorar su cuarto año de gobierno y rendir un informe de labores; aunque negó que sea para mostrar el músculo de su gobierno, afirmó que servirá para medir si la gente está contenta con la Cuarta Transformación.

Sin duda alguna, la marcha convocada por el Gobierno federal, que obviamente contará con todo el respaldo (logística, autobuses y recursos económicos), tendrá éxito y será equiparable a la movilización del pasado 13 de noviembre, que fue un claro ejemplo de espontaneidad y legitimidad ciudadana, no hay más señor presidente, el número de inconformes con la 4T sigue creciendo.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más