MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

En Minatitlán, Alejandro Mancilla alienta y permite la violencia contra las mujeres 

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En el marco del taller denominado “La Violencia Digital y la Ley Olimpia”, que se llevó a cabo el 25 de noviembre pasado en el auditorio de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Colima, con motivo del “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres y las Niñas”, la Gobernadora, Indira Vizcaíno Silva, dijo en su participación algo que me parece trascendental y necesario para la vida de los colimenses: “que su administración rechaza toda manifestación que violente a las mujeres.” y que, “habrá cero tolerancia ante cualquier tipo de violencia que contribuya a la desigualdad de género y al rompimiento del tejido social”(Diario de Colima, 26/11/2021)

Opino que es trascendental y necesario, porque, con su ejemplo mismo, la gobernadora nos dice que lo que afirma no se trata de simple retórica de ocasión, sino de la esencia misma de lo que regirá en todo su gobierno; un gobierno que estará, no sólo contra la violencia a las mujeres, sino que, además, les dará también la oportunidad a todas, para que, como ella, sean dignas representantes populares si así lo quisieran, y promotoras también del cambio que necesita urgentemente nuestro estado.

Amparado en esto, es que hoy me permito respetuosamente dirigirme a la licenciada Indira Vizcaíno Silva, para pedir su valiosa intervención y amparo en favor de mi compañera, Olga Martínez Reyes, dirigente antorchista en Minatitlán, y recientemente ungida como regidora en el ayuntamiento de ese municipio, quien está siendo víctima de actos de violencia física y verbal, así como de linchamiento, promovidos por el presidente de ese municipio, Alejandro Mancilla González, quien, en tres ocasiones: 15 de octubre pasado, 25 de octubre, y el día de ayer, 25 de noviembre, ha incitado estando él presente, a personas afines a su interés y servicio, a agredir físicamente sin razón alguna a nuestra compañera y representante. 

No omito decir que, si nuestra compañera es ahora regidora, eso se debe a su destacada participación humanista como activista social, lo que la llevó, como mujer solidaria, a ser una verdadera representante popular en el municipio, beneficiando con su trato digno y trabajo, a cientos de minatitlenses que han sido favorecidos por la labor de su gestoría. ¿Acaso las agresiones promovidas por Alejandro Mancilla contra Olga, son porque se atrevió, siendo mujer como nuestra gobernadora, a participar en el cambio que se necesita en beneficio de todos?

Si así fuera, eso es violencia de género. Pero entonces, el cese a las agresiones a nuestra compañera, como mujer, estaría en que ella renuncie a la regiduría y le entregue todo el poder a su agresor para darle gusto. Mas no es así. Aunque prevalece la violencia de género, la agresión contra Olga, por parte del alcalde recién electo, comenzó hace mucho tiempo atrás, cuando su hermano, Horacio Mancilla, fue presidente municipal en el año 2015. Veamos. 

Previo al arranque de las campañas electorales del año que refiero, Horacio Mancilla pidió a Olga el voto de sus compañeros antorchistas para poder ganar la elección, donde contendió por las siglas del partido Verde. Para esto, Horacio, ofreció públicamente lotes de terreno regalados, en un predio que presumió de su propiedad, a cada persona carente de vivienda que le sumara diez votos. Pero Olga y sus compañeros no aceptaron semejante propuesta. A cambio, le pidieron en venta el mismo predio ofrecido, pero con facilidades de pago, y Horacio aceptó. Mas, para garantizar el cumplimiento de lo acordado a cambio del apoyo electoral, Olga y sus compañeros pusieron dos condiciones: la firma de una promesa de venta, y la entrega del predio para comenzar a desmontarlo. Y así se hizo. Horacio firmó, y los metió al predio señalado.

Y lo que tenía que pasar pasó: Horacio Mancilla ganó la elección. Pero tres meses después, desconoció la firma y el trato sobre el predio mencionado. Para entonces, los compañeros de Olga ya habían trazado y entregado los lotes a las familias beneficiadas, y sólo esperaban el mecanismo para empezar a abonar el pago de su patrimonio. Pero Horacio ya no les cobró. Con la policía municipal a su servicio, comenzó a intentar el desalojo por la fuerza. Y Olga y sus compañeros, con la promesa firmada por delante, se defendieron valientemente ante tal atropello, que duró los tres años de la administración de Horacio. La nueva colonia se salvó. Y aunque Olga nunca tomó para sí ningún lote porque no lo necesitaba, por la aguerrida defensa que hizo de sus compañeros contra el desalojo, se ganó el odio de la familia Mancilla, cuyas consecuencias son las agresiones que hoy sufre. 

Pero ante el peligro de desalojo, los posesionarios, que aún no eran todos los del padrón de beneficiarios, tomaron una decisión radical para salvar su futura colonia: que todos los beneficiarios del padrón se metieran a vivir permanentemente en su lote, o que renunciaran al proyecto, y dejaran el espacio para familias carentes de vivienda que quisieran defenderlo. Y así se hizo. Todos los lotes fueron ocupados. Pero hubo a quienes no le gustó esta medida, seguramente por no tener urgencia de vivienda. Sin embargo, por decisión de la asamblea el lote que tenían señalado fue ocupado por otras familias humildes, que viven ahí desde entonces. Estos descontentos con la asamblea, fueron reclutados posteriormente por Horacio para difamar a Olga, y son los mismos que ahora, Alejandro Mancilla utiliza para agredir a nuestra compañera.

Los agresores reclaman como pretexto de la agresión, que Olga debe pagarles el importe más intereses, del terreno del que fueron sustituidos, pero nunca han demostrado ante la autoridad judicial competente que les asista la razón. Y, además, hasta ahora, 6 años después de que Horacio Mancilla desconoció la promesa de venta, nadie, absolutamente nadie ha pagado, porque nunca nadie les ha cobrado, ni un sólo peso a cuenta del lote de terreno, y, por lo tanto, ninguno de los posesionarios puede demostrar legalmente la propiedad. Es por esto que resulta una falsedad y un total absurdo, que digan que nuestra compañera Olga, que además no es la propietaria del predio, les debe pagar un dinero que nunca existió. Y aquí, como debe ser, los retamos públicamente a que presenten ante la autoridad competente las pruebas de su acusación, con el entendido de que, si no lo hacen, quedará demostrado entonces que agreden a Olga simplemente por encargo.

Queda finalmente por saber, cuál será la suerte de las humildes familias que ocupan el predio que hemos referido. Y aquí, es donde reitero una vez más mi respetuosa petición a la Gobernadora. Urge su valiosa intervención para poner a salvo de Alejandro Mancilla, la seguridad e integridad de una mujer honesta, cuyo único delito es, haber defendido valientemente a humildes familias sin vivienda. 

Pedimos también su intervención, para que Horacio Mancilla presente, si es que las tiene, las escrituras correspondientes al predio en posesión de nuestros compañeros, para que se lleve a cabo la compraventa prometida bajo un precio justo; y, para que se comience el proceso de regularización, escrituración y de urbanización del patrimonio de esas familias. Finalmente digo, que los antorchistas colimenses y de todo el país, estaremos atentos a la seguridad de nuestra compañera; y que, desde ahora, hacemos directamente responsable a Alejandro Mancilla, de cualquier agresión física o verbal que pudieran sufrir nuestra compañera Olga Martínez, y demás integrantes de nuestra organización de ese municipio. Que conste.

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