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Las cifras del informe del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) destaca que los años 2020 y 2021 fueron los más violentos para niñas y adolescentes, años que coinciden con los del confinamiento obligatorio por la pandemia de covid-19; en un 64.6 por ciento de las veces, las niñas y adolescentes fueron asesinadas por razón de género con golpes, estrangulamientos, asfixia, envenenamiento y otros mecanismos más, mientras que en 15.2 por ciento de los casos, la agresión ocurrió con arma blanca y en un 13.6 por ciento por arma de fuego.
En 2019 fueron asesinadas tres mil 818 mujeres, tres mil 747 en 2020, en 2021 tres mil 728 (pese a la covid-19) y en 2022 tres mil 756 mujeres más. Tan solo en el primer mes de este 2023, las cifras señalan que 68 mujeres fueron víctimas de feminicidio, además de 250 mujeres asesinadas de manera dolosa.
Ciudad de México, Zacatecas, Veracruz y Morelos son las entidades de la república mexicana donde desaparece un mayor número de mujeres; todas son gobernadas por Morena. Veracruz cerró 2022 como una de las entidades más peligrosas para las mujeres e inició 2023 de la misma forma. Durante 2022, Veracruz registró 139 asesinatos violentos de mujeres, de los cuales únicamente 63 se investigan como feminicidios.
Muchas muertes de mujeres se clasifican como homicidio y eso podría ser un conflicto al momento de buscar estrategias para combatir la violencia de género. Según el Código Penal Federal, el homicidio es cuando alguien le quita la vida a otra persona por distintos motivos, mientras que feminicidio es quitarle la vida a una mujer por cuestiones de género, en su mayoría lo cometen hombres, feminicidio pues, es el asesinato de mujeres debido a su condición de género, las matan por el hecho de ser mujeres, y el acto es perpetuado por uno o varios hombres.
Del primero al 31 de enero de 2023 se registraron 586 personas más desaparecidas y no localizadas, de las cuales el 40.61% son mujeres, de acuerdo con los datos de la CNB, lo que significa que cada día hay 7.6 mujeres desaparecidas en México.
Un total de 111 mil 889 mujeres han sido reportadas como desaparecidas en el país a lo largo de 58 años. La tendencia general de los casos de niñas y mujeres desaparecidas es que la desaparición se da entre víctimas de 10 a 19 años. Tan solo desde el año 2000 en adelante desaparecieron 61 mil 490 mujeres y la cifra va en ascenso, pues desde 2011 se han reportado más de mil casos anuales y a partir del año 2020 se empezaron a denunciar anualmente más de 2 mil casos, siendo el pico más alto el año 2021, con 2,729 casos de niñas y mujeres desaparecidas y no localizadas. Ocho entidades del país concentran el 56.13% de las desapariciones de mujeres, adolescentes y niñas; Puebla, Veracruz, Estado de México, Ciudad de México, Colima, Jalisco, Nuevo León y Guerrero, cinco entidades están gobernadas por Morena.
Se debe destacar que la desaparición de féminas oculta otro tipo de violencias contra ellas; trata de personas, secuestro, violación y feminicidios.
Sin duda, el movimiento feminista y los colectivos de búsqueda de personas han marcado un antes y un después en la lucha contra este problema social del que las mujeres están predispuestas y al alcance de los criminales por el simple hecho de nacer de tal sexo, y pese a los avances y las reformas de algunas leyes, las tragedias continúan viviéndose.
Las mujeres desaparecen día con día y sin distinción, pero en los últimos tres años, bajo el gobierno morenista, ha habido un aumento notable en el número de mujeres desaparecidas. En 2021 se alcanzó el récord de dos mil 800 desaparecidas, según datos oficiales, lo que significa que esta problemática va en aumento.
A pesar de estas trágicas cifras, el partido en el poder no prioriza combatir la violencia y la desigualdad; en el gobierno de Morena se ha disminuido el presupuesto público que antes era destinado para las mujeres.
Andrés Manuel López Obrador minimiza y descalifica la lucha del movimiento feminista, pues ante esta problemática no hace más que negar las cifras oficiales, sin contar todas aquellas mujeres que son víctimas y que no se contabilizan, además, en México se goza casi de impunidad absoluta para cometer crímenes en contra de las mujeres.
Cada 8 de marzo, las mujeres toman las calles para exigir se hagan valer sus derechos; la igualdad entre géneros, que se ponga freno a la violencia sexual y física, a la misoginia, se haga valer el aborto seguro y legal y que se visibilice la problemática de desaparición de niñas y mujeres como parte de la violencia feminicida, pero me atrevo a decir que es necesario que el fenómeno no se vea de forma aislada, estas consignas de lucha deben ser encabezadas por demandas principales y comunes de carácter económico-social, luchar en conjunto para atacar de raíz las cusas profundas de la desigualdad que viven las mujeres y los crímenes de los que son víctimas.
La lucha feminista, como guerra de los sexos, no tiene futuro, la lucha feminista debe empezar a fundar sus bases teóricas en la lucha por una sociedad mejor para todos, en donde no solo exista los crímenes de género y exista la igualdad, sino una sociedad en la que no haya descomposición por la que atraviesa esta sociedad y tanto hombres y mujeres sean libres, se sientan seguros y tengan oportunidades iguales de desarrollarse y tener una vida digna.
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