No es noticia que el año 2024 será un año de elecciones en México, y el más importante será el de la contienda para la presidencia de la república, motivo por el cual, ya desde el 16 de junio los candidatos de Morena anunciaron que renunciaban a sus puestos en el gobierno, para dedicarse única y exclusivamente a darse a conocerAunque oficialmente, las precampañas para las elecciones 2024 inician hasta la tercera semana de noviembre, Morena ha impuesto sus propios tiempos y han decidido fijar acuerdos en el consejo nacional de su partido para definir cómo tendrán que regirse para participar en las encuestas, que definirá al próximo abanderado presidencial.
Cabe destacar, que pese a las denuncias hechas por la oposición ante las autoridades electorales (TEPJF), éste aún no determina si ciertos actos son de precampaña o no, y se limita a poner un pequeño freno, donde solo, aún no podrán los candidatos pedir el voto, llamar la atención de la ciudadanía, o hablar de sus propuestas.
Ante esto, Andrés Manuel López Obrador, defiende a su partido y afirma que estos no son actos anticipados de campaña, si no que solo es una contienda interna para elegir al “coordinador de comités de defensa de la cuarta transformación”. Sin embargo, el Consejo Nacional de Morena, aprobó a cada uno de sus 4 representantes una pequeña bolsa de 5 millones de pesos, para financiar sus recorridos por el país, para alcanzar la candidatura presidencial, Y que en septiembre ya se tenga el nombre del candidato de Morena.
Ahora bien, la ocupación del actual gobierno está en las elecciones de 2024, pero ¿qué pasa con los otros temas, de interés social? La seguridad, la salud, los servicios básicos, sobre todo en las colonias más pobres de los diferentes estados de la república.
No es un secreto que en México se vive en una desigualdad abismal, donde el crecimiento de las urbes y de las grandes ciudades van desplazando a las personas menos favorecidas de esta sociedad, donde el hambre, y la falta de oportunidades en el campo, la falta de trabajo, hace que los mismos campesinos se muden a las grandes ciudades, encontrando un pequeño espacio solo en esas áreas de la periferia, en las zonas más alejadas de la ciudad. Formando así precisamente las colonias populares como se les conoce, donde los habitantes enfrentan varias adversidades, entre las que se encuentran principalmente la falta de servicios públicos, tan básicos, como son, el agua, el drenaje, la electricidad, sumándose también la del transporte, ya que muchas veces son áreas de difícil acceso, por ser barrancas.
Sin embargo, es aquí donde vive la gente de la cual depende la economía de las ciudades, la valiosa pero mal pagada mano de obra de todo tipo de industrias. Y también donde los candidatos políticos encuentran su mina de oro en votos, ya que la necesidad que vive la gente de estas colonias, sumado a la ignorancia de lo que sucede realmente en el país, los hacen blanco fácil para engañarlos, y comprarlos con unos cuantos pesos, pequeñas despensas o con regalitos sencillos como gorras, bolsas y camisetas.
Estamos a poco de llegar al año 2024, donde veremos a todos los candidatos visitando estas colonias, sin importar que tengan que ir hasta lo más recóndito, (no digo pintando su cara en nuestras bardas porque eso ya lo están haciendo) se acerca la época de las buenas voluntades, donde gente sencilla y conmovida por tanta pobreza, visitaran nuestras colonias y preguntaran cuales son nuestras necesidades, ¡aunque éstas salten a la vista!
Entonces, prometerán que mientras ellos estén al frente todo mejorará, que mientras ellos estén al frente el apoyo llegará, prometerán que mejorarán los servicios (o por lo menos los darán). Se preocuparán por la salud, la seguridad, y la educación de nuestros niños.
Abrazaránn y se tomarán fotos con la gente, jurando volver cuando ganen, para hacer cumplir sus promesas.
Esta es la táctica que se implementa siempre en cada elección, promesas, promesas y más promesas, que la gente jamás ve cumplir, y esta no será excepción, ya que hasta ahora todos los partidos en el poder han demostrado, que lo último que les interesa son los intereses del pueblo trabajador.
Como ejemplo, está el slogan con el que ganó la presidencia Andrés Manuel López Obrador, de primero los pobres, y en su sexenio se incrementó el número de pobres, prometió salud y quitó las medicinas y el seguro popular, lo que provocó miles de muertos en la pandemia, prometió seguridad y hay más muertos que en los países en guerra, prometió acabar con la corrupción, y tiene a todos los corruptos en su gabinete. Y la lista podría seguir, pero es algo que ni el más iluso podría negar.
Ante este panorama queda la incertidumbre, ¿el candidato que represente al partido en el poder debe, cumplir con ciertas aptitudes, para ganarse la voluntad del pueblo? O solo debe demostrar que podrá continuar con la política de la 4T, ¿sus propuestas beneficiarán al pueblo de México o beneficiarán solo a López Obrador?, ¿dónde están los buenos y donde los malos? Llegamos a un punto en México donde ya no se sabe quien es quien.
Y entonces qué es lo que debe o puede hacer la gente de más escasos recursos, que es la que vive en las colonias populares, ¿por quién deben votar? Cuando no ven opción alguna que defienda sus intereses, el panorama parece desolador.
Pero hay un camino, el pueblo debe votar por el pueblo, debe despertar el gigante que es y tomar el poder del estado, la historia nos ha demostrado que solo el mismo pueblo es capaz de velar por sus intereses de clase.
Y en una sociedad erigida en la lucha de clases, solo la organización y la educación política e ideológica de la clase trabajadora, podrá cambiar las condiciones en la que vive nuestra gente, podrá acabar con ese abismo de desigualdad en la que se encuentra sumida por la clase opresora.
Y eso solo se puede lograr con una organización nacida del pueblo, como lo es Antorcha Popular, una organización que de verdad represente y defienda los intereses de los pobres, y lo está haciendo, a pesar de todas las calumnias que le han hecho, para destruirla, antorcha sigue viva y con más ganas de educar de politizar y de accionar al pueblo, en defensa de sus intereses de clase.
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