Poco a poco muchos duranguenses empiezan a darse cuenta de que fueron engañados en más de un sentido, los problemas que se tenían en el sexenio pasado, prevalecen actualmente, pero no solo eso, si no que la situación actual está cada vez peor con el actual gobierno. Cada vez es más evidente que las promesas del ahora presidente de la republica solo se quedaran en eso, solo promesas, al comienzo de la administración, Morena ya tenía mayoría en el congreso, por lo que el presupuesto que se aprobó para este año tenía como prioridad el brindarle al presidente libre disposición, de la bolsa de dinero público, para que, en cualquier momento, a la hora que le convenga, pueda entregar pequeñas cantidades de dinero a millones de pobres, que según sus cálculos en su momento le servirán para garantizar una votación a favor de sus candidatos o del propio mandatario con la llamada revocación de mandato, esto que está pasando es claramente la preparación de una campaña electoral gigantesca, y para que esto funcione estamos ante el desvío de recursos más grande que se halla visto y para financiar estos preparativos ya mencionados se desmantelaron programas infantiles, programas de vivienda, de salud, de empleo temporal, de comedores populares, albergues a indígenas, etc., etc. Y todo eso se llama oficialmente como combate a la corrupción, y como todo eso representa "ahorro" de recursos, se está acumulando en una gran bolsa de dinero público, cuyo único propósito es destinarlo a hacerse de una red clientelar con ese mismo dinero a la mano del partido gobernante actual.
Y entonces en ¿dónde está la diferencia entre las anteriores administraciones y el actual, que según el presidente regalaban gallinas, cachuchas, despensas, etc., Para comprar la voluntad popular? Es claro no precisamente aquí, en la diferencia se encuentra el parecido. Pero más allá de los proyectos a largo plazo del actual mandatario, hay que tomar en cuenta que los programas de trasferencia monetaria, como se le llama técnicamente, la entrega de pequeñas cantidades de dinero, está probado que son poco efectivas para aminorar considerablemente la pobreza, pues lleva años implementándose en México y en el mundo, y no han dado grandes resultados. Pero no es por culpa de intermediarios como ha acusado falsamente el presidente con el afán de buscar culpables, sino porque esas transferencias monetarias son cantidades muy pequeñas que se desvanecen en la inmensidad de pobreza de la gente con hambre y de carencias materiales de todo tipo, producto del modelo económico que impera actualmente en el mundo, el modelo neoliberal que consiste básicamente en generar riqueza y concentrarla en unas pocas manos.
Nuestra organización se ha centrado y se ha dedicado en la erradicación de la pobreza y a lo largo de nuestros 45 años de existencia hemos experimentado y la única manera de disminuir sustancialmente es con la creación de empleos para todos, pero además salarios remuneradores, así como una política fiscal progresiva, que consiste en que quien gane más, pague más impuestos y quien gane menos, pague menos impuestos, pero sobre todo, que todos esos impuestos recaudados, la mayor parte se destine a los más pobres y así elevar su nivel de vida, que vivan, trabajen y ganen mejor. Esos son los cuatro ejes fundamentales que se deben de poner en practica si realmente se quiere combatir la pobreza.
Cada vez más el discurso oficial suena repetitivo, falso, hueco y siempre en contra de las organizaciones a los que los carga de todas las culpas, de los fracasos de estos programas, pues dice, son intermediarias y que viven de los moches, y al mismo tiempo que ofrece un porvenir luminoso, alejado de estos mismos males a los beneficiarios de las tarjetas, a quienes les transferirá la fabulosa cantidad de 58 pesos diarios, pero sin advertirles que esa cantidad es a costa de excluir a la familia de acceder a otros programas más importantes como servicios y vivienda, aspectos que sufrirán un retroceso considerable.
Tan solo un ejemplo bastara para dimensionar el problema, el vital líquido que es indispensable, hace más de un año el INEGI reportó que 8.5 millones de mexicanos carecen de agua potable en sus viviendas, pues en este año, según datos del Coneval, el problema empeoró, pues ahora son 9.3 millones de personas que carecen del vital líquido mediante una toma en sus viviendas, esos y otros problemas no lo resolverán cada uno de los millones de mexicanos afectados y que son de escasos recursos, es obvio que el apoyo que les entregará el gobierno federal a través de las tarjetas, no les alcanzará para hacer los trabajos que se requieren para que tengan acceso al agua potable, son millones y más que se suman cada año, seguirán sin agua potable con todos los problemas de salud que eso conlleva. Por eso somos ya millones de mexicanos que exigimos que el gobierno morenista cumpla su palabra de "primero los pobres" como fue su eslogan de campaña, no podemos seguir con discursos en donde se tengan "otros datos", lo que exigimos son obras y servicios contantes y sonantes, cada vez somos más los mexicanos los que exigimos que terminen ya los discursos entorno a las "tarjetitas milagrosas" de unos cuantos pesos y de verdad se pongan a hacer obras que dignifiquen la vida de la gente pobre, como por ejemplo, erradicar la carencia de agua potable en el país y de más servicios, de lo contrario aumentaran en número e intensidad las protestas y no solo de los Antorchistas, que no acepta más datos que la realidad misma, es por eso que los Antorchistas, exigimos por nuestra parte que ya se deje de lado el nepotismo, el autoritarismo que imperan en el gobierno federal, eso para el mandatario y su equipo, y para la ciudadanía en general, los llamamos a la unidad, a la organización de todo el pueblo trabajador, la verdadera alternativa de lucha y progreso, es Antorcha.
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