MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

En Hidalgo, represión, mentira e ignominia

image

Como sabemos, los poderes visibles de México y de Hidalgo se han caracterizado por considerarse los dueños del país y de los recursos públicos, no admiten (y menos en los días que corren) que nadie les señale su proceder, les pida cuentas y mucho menos les exija atención a las demandas sociales, a los problemas de los más necesitados, que generalmente son olvidados por los poderosos en turno.  Pero, también existen los poderes fácticos y en los momentos actuales que vivimos, tampoco podemos descartar que estén jugando sus cartas para obligarnos a una rendición a la tarea que los antorchistas nos hemos impuesto: organizar y educar al pueblo. Pero como la conducción legal de los destinos de la nación y de Hidalgo, tienen nombre y apellido, a esos debemos responsabilizar del subdesarrollo en que han sumido a la inmensa mayoría de los mexicanos y de todos los eventos de inseguridad, de violación a los derechos humanos y a las leyes que nos rigen.  

Los hidalguenses medianamente informados conocen de la forma despótica y arbitraria como se ha gobernado Hidalgo, forma que subió de nivel en la actual administración del gobernador Omar Fayad: cero soluciones a sus demandas, pero a cambio, golpes, represión y muerte para los hidalguenses. La última acción de estos días fue la brutal agresión policíaca a estudiantes, profesores, transportistas y vecinos de Pachuca, porque los primeros cometieron el imperdonable delito de llevarle un mitin cultural a las puertas del palacio de gobierno para exigir atención y solución; los segundos, los transportistas, la infracción de trasladar a los manifestantes y los últimos, el crimen de defenderlos de los golpes de los uniformados. Pero ahí no termina la odisea de los humildes peticionarios: el viernes 17 fue detenido y encarcelado contra todo derecho, Domingo Ortega Butrón, activista destacado del Movimiento Antorchista en Pachuca. Domingo fue citado por el secretario de Movilidad y Transporte en la entidad para que ultimara las diligencias y le fueran entregadas las dos unidades de transporte público que habían cometido el “delito” de trasladar a los jóvenes de su manifestación, pero en lugar de recibirlo el secretario, como había comprometido, fue “recibido” por agentes ministeriales que se lo llevaron preso; se le acusa, según dicen, de “ataque a las vías de comunicación”. Domingo no ha cometido ningún delito, es víctima de la represión política del gobierno de Omar Fayad.        

Pero, además, de preocuparme el actuar del gobierno de Fayad y la seguridad de miles de antorchistas hidalguenses, me alarma la posición que la mayoría de los medios de comunicación asumen, siempre plegándose al poder; fueron no más de tres los que consignaron la detención arbitraria de Domingo y, en la agresión contra los jóvenes estudiantes y maestros, no llegaron a cinco los que trataron de dar una versión más apegada a los hechos, el resto…

Realmente da pena ajena y amerita preguntarse ¿cómo se puede vivir con tan poca dignidad, qué ejemplos, qué autoridad moral para mirar a los ojos a tus hijos y a tus amigos cuando se vende impunemente tu pluma al mejor postor o al poderoso en turno, sin importar, además, que con ello dañas a decenas o miles de familias? Al final, seguramente pensaras que se hizo el trabajo y que la familia comió bien, aunque sea ignominia, pero se sentó a la mesa y comió y bebió.  A pesar de todas las evidencias que se mostraron en redes sociales por parte de usuarios en general, por vecinos de la colonia Ampliación Santa Julia, que fueron testigos presenciales de los hechos, la mayoría de los medios locales consignó la agresión de la policía estatal contra estudiantes, profesores y transportistas como una “riña” entre antorchistas y policías o bien como un enfrentamiento; se limitaron a hacer suyo el boletín enviado por el gobierno del estado a través de la Secretaría de Seguridad Pública, ignorando olímpicamente los verdaderos hechos, consignados y demostrados, insisto, por un número importante de evidencias dadas a conocer en las redes sociales. No se molestaron en demostrar cómo puede darse un “enfrentamiento” entre aproximadamente 100 policías armados y un grupo de ciudadanos que no rebasaban los 30; tampoco en conocer la identidad de los detenidos, uno de ellos estudiante, ni el número de lesionados entre la población que protestaba por tal agresión y abuso de poder, mucho menos en averiguar si la unidad de transporte realmente cometió infracción o cuál era la causa de la falta de una de las placas. Los señores de estos medios solo cumplieron las órdenes y punto; cierto que hubo algunos que le pusieron de su cosecha y quisieron quedar todavía mejor con el amo, pues se atrevieron a hablar de un “divorcio” entre Antorcha y las instituciones, de rutas “toleradas”, de “concesiones de transporte inexistes”; ¡que alejados de la realidad y que cerca del nuevo poder en turno!

Lo cierto es que tal actitud sumisa y de total connivencia con el poder, trae consecuencias para los débiles en esta batalla desigual, así se justifican las peores violaciones a los derechos humanos y se prepara la cama para inmediatas o futuras persecuciones políticas, para linchamientos mediáticos e incluso físicos; los medios de comunicación deberían reflexionar mejor en el papel que deben cumplir y qué hacen; recordar que la propaganda ejercida por los poderosos nunca beneficia al pueblo. Estamos viviendo no un sueño penoso, sino una terrible realidad, donde la irracionalidad ejerce su despotismo. Pero los antorchistas continuaremos con nuestra dura, pero honrosa tarea, de seguir organizando y educando al pueblo; continuaremos luchando para que se atiendan las necesidades de la población en general, pero, sobre todo, de los más indefensos, a pesar de los actos de represión como los que hemos vivido y estamos viviendo en Hidalgo. No descansaremos hasta ver en libertad al compañero Domingo.  
 

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más