Hace más de un mes, la noticia del asesinato de dos compañeros activistas del Movimiento Antorchista en el estado de Guerrero, Conrado, Mercedes y de su hijo de apenas seis años de edad, conmocionó a todo el antorchismo nacional, pues perder a un militante antorchista ya es para nosotros una gran pérdida, pero lo que causó molestia fue que una vez que las autopsias fueron realizadas, desmintieron la información que en diversos medios de comunicación circuló sobre su muerte, pues se manejó como un accidente automovilístico en la autopista que conduce de México a Chilpancingo.
Las autopsias concluyeron que las muertes de nuestros compañeros, en realidad, fueron provocadas, es decir, a Conrado y a Mercedes los asesinaron a golpes en la cabeza, mientras que a su pequeño hijo, lo asfixiaron.
Inmediatamente, nuestra organización solicitó a la Fiscalía General del Estado de Guerrero, y a la gobernadora Evelyn Salgado que se investigara el cobarde asesinato y que se castigue a los asesinos. Sin embargo, ya después de más de un mes no hay avances, pues no hay nadie encarcelado, ni a los autores intelectuales ni a los autores materiales.
Conrado y Mercedes eran dos destacados líderes sociales en el estado de Guerrero, quienes desde muy jóvenes se entregaron a la lucha social en aquel estado, con el compromiso de defender a los guerrerenses más vulnerables.
De acuerdo a datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en su informe del año 2020, en el estado de Guerrero el 66.4 por ciento de la población vivía en condición de pobreza, y el 25 por ciento en pobreza extrema. Además de que existía un 26 por ciento de carencia por rezago educativo, 33.5 por ciento que no contaban con acceso a los servicios de salud, 25.9 por ciento no contaban con calidad y espacios de vivienda, 56.3 por ciento no contaban con acceso a los servicios básicos en la vivienda, y 36.1 por ciento no tenían acceso a la alimentación nutritiva y de calidad.
Es decir, de tres millones 540 mil 685 habitantes con los que cuenta el estado de Guerrero, 2 millones 363 mil 188 habitantes viven en pobreza. Estos datos son lo que conocían nuestros compañeros asesinados, y por eso se decidieron a organizar a los guerrerenses y luchar por una vida más digna para ellos. Y su hijo no tenía más que un futuro completo por delante.
Los asesinatos de nuestros compañeros se dan en un clima de linchamiento mediático por parte del Gobierno federal hacia el Movimiento Antorchista Nacional, en el que un día sí, y otro también el presidente López Obrador se lanza, desde su tribun,a para acusar sin pruebas reales en contra de organizaciones, periodistas y políticos que no son afines a su partido ni a su proyecto de gobierno, y esto se vuelve completamente peligroso toda vez que deja vulnerables a los acusados y los deja como presa de los fanáticos morenistas que no dudan ni un segundo en atacar con insultos y amenazas a los ya acusados previamente.
Los antorchistas de todo el país no dejaremos de exigir justicia para nuestros compañeros. Seguiremos insistiendo a la fiscalía y a la gobernadora que se castigue a los asesinos. Y mientras siga habiendo oídos sordos a tan justa exigencia, seguiremos protestando con cada vez mayor fuerza. Y si fuera necesario, en el estado de Chihuahua saldremos a las calles, difundiremos en semáforos, plazas y en todos los lugares concurridos para que los chihuahuenses sepan que en un estado gobernado por Morena la impunidad es el pan de cada día.
Así que hago un llamado a todos mis compañeros antorchistas de Chihuahua para que estemos pendientes a las indicaciones de nuestra Dirigencia Nacional. Y exijo a su vez un alto a las calumnias del presidente de México en contra de nuestros dirigentes y de toda nuestra organización.
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