MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

En Emiliano Zapata, la lucha por la vivienda rinde frutos

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Contar con una vivienda digna y decorosa es un derecho universal establecido en las principales disposiciones internacionales de los Derechos Humanos, así como en nuestra Carta Magna en el artículo 4to de la misma. Sin embargo, hacer efectivo este derecho no es nada sencillo ni rápido como se quisiera, ya que para conseguir el sueño de millones de familias pobres de contar con una vivienda propia tiene su viacrucis.

Para empezar el modelo económico imperante en nuestro país pone en primer plano los desarrollos inmobiliarios a cargo de la iniciativa privada; en los casos de los organismos públicos como el INFONAVIT o FOVISSTE disponen de recursos muy limitados y los créditos se reducen a los afiliados al IMSS o ISSTE, en su caso, cuyos ingresos rebasen los tres o cuatro salarios mínimos diarios.

Otro de los problemas fundamentales para obtener un crédito de vivienda es precisamente que la mayoría de los trabajadores de este país no forman parte de la economía formal sino de la informal (6 de cada 10 trabajadores realiza alguna actividad que no está registrada en hacienda como es el comercio ambulante), por tanto, no tienen derecho ni a la seguridad social ni a programas de vivienda. Por si faltara, debido a los bajos e inconstantes ingresos que perciben no son sujetos de crédito de la banca comercial. Así que de un plumazo quedan fuera la mayoría de las familias mexicanas que desean contar con un hogar propio y habitable.

Por otro lado, con la llegada de la 4T a la presidencia en 2018 los pocos programas de vivienda existentes prácticamente los desaparecieron o los cambiaron por otros menos transparentes y accesibles a la gente, no hay un padrón confiable y auditable, etc., pues en cada estado no se sabe bien cómo acceder a dichos programas si no es a través de los siervos de la nación, quienes hacen un mapeo selectivo de la gente para incluir de preferencia a los simpatizantes del partido gobernante.

De acuerdo con estadísticas y estimaciones recientes, en el estado de Morelos hay un déficit de 75 mil viviendas de interés social, de acuerdo con representantes de la industria de la construcción, y no existen programas oficiales que reduzcan en alguna medida dicho rezago, hay algunas asociaciones internacionales que acceden a recursos de organismos mundiales y tienen algunos proyectos de vivienda, pero de poco impacto en la población necesitada.

Y en este orden de cosas, ¿Qué les queda a las familias desamparadas que no pueden acceder a un crédito para vivienda? Aquí es donde entra la participación de las organizaciones sociales como el Movimiento Antorchista, cuya experiencia en la formación de colonias populares ya lleva varias décadas a nivel nacional.

Hace aproximadamente año y medio un grupo de personas que no cuentan con vivienda propia, se acercaron al Movimiento Antorchista para que fueran asesorados y al igual que sus compañeros de las colonias, Lic. Manuel Hernández Pasión, Morelos y Arq. Gerardo Pérez, también obtuvieran un lugar propio donde edificar su vivienda. Así inició la lucha de poco más de 100 familias que semana a semana se dieron cita todos los domingos desde muy temprana hora para discutir y acordar las tareas y requisitos a reunir. Es cierto que algunas familias, las menos por supuesto, desistieron, pero la gran mayoría fueron persistentes, se unieron, se organizaron y se cooperaron para dar un enganche y acordar mensualidades a bajo costo. Esta forma de agruparse es una alternativa para familias de bajos recursos económicos que rentan una vivienda, o que viven hacinados con algún familiar, “entre muchos no se siente pesado” me reveló una madre de familia que emocionada recibía un cachito de este México en el que todos queremos vivir.

Hoy, estas decenas de familias ven coronados sus esfuerzos, pues reciben un lote que para la gran mayoría de ellos es su único patrimonio familiar. ¡Felicidades a quienes confiaron en nosotros! e invitamos a quienes aún no se acercan a que acudan a nuestras oficinas y a quienes ya están en el grupo de solicitantes de vivienda a que no desmayen, porque la lucha organizada sí rinde frutos. Con Antorcha vamos por más colonias populares en diferentes municipios del estado, la necesidad es lo que mueve a los más pobres a unirse y organizarse. Enhorabuena.

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