Hablar de Ecatepec es hablar de un municipio donde la pobreza, la delincuencia, el robo, la extorsión, los secuestros y las inundaciones están a la orden de todos los días. Cada que en los diarios y noticieros se menciona a Ecatepec, nunca es para hablar en términos positivos sino para dar conocer el último asesinato, el nombre de la desafortunada desaparecida, la cifra de los afectados por lluvias. El hecho más señala al presidente, Indalecio Ríos Velázquez, quien mandó a desalojar a los antorchistas que desde hace tres meses mantenían un plantón a las afueras del palacio municipal.
Toda la fuerza pública se dejó caer sobre desprotegidas amas de casa, niños, estudiantes y personas de la tercera edad que resguardaban el plantón. Del violento desalojo resultaron heridas 30 personas y fueron detenidas otras tantas; los instrumentos del plantón fueron desmantelados y arrebatados a los antorchistas. La gente se pregunta qué hicieron estas personas para ser tratadas de manera tan brutal; la respuesta deja sorprendido a más de uno.
Los antorchistas solicitan, desde el inicio del mandato de Indalecio Ríos, un cárcamo (¡un simple cárcamo!) para que 40 mil habitantes de La Laguna Chiconautla no vuelvan a perder sus pertenencias ni sufran más enfermedades gastrointestinales o de la piel a causa de las inundaciones. Además piden que se les dote a estas mismas familias de los servicios más elementales: agua potable y drenaje. Por otro lado, estudiantes de dos preparatorias que se unieron a este movimiento, exigen que se les proporcione mejores instalaciones en sus escuelas (ambas con reconocimiento oficial). De haberse atendido esta última demanda, 800 jóvenes preparatorianos hubieran resultado beneficiados. Pero ni una ni otra cosa.
Recordemos que Ecatepec es, de los 125 municipios del estado de México, uno de los más vientos, con un rezago social enorme, lo que ha generado que los niveles de delincuencia crezcan desmesuradamente. En Ecatepec la gente vive con miedo, en la incertidumbre porque no tiene segura su vida ni la de sus hijos. Ante esta realidad, finalmente, los ecatepenses han decidido organizarse para cambiar las injustas condiciones de su vida, por lo que han recurrido a la presidencia municipal en busca de respaldo y de respuesta positiva (lo que, dicho sea de paso, es obligación de esta instancia gubernamental). Pero nada. Lo único que han encontrado es la espalda del señor Indalecio Ríos con el siguiente mensaje: "lo que yo ofrezca en la mesa, no es mi opinión, es instrucción del gobernador, y lo que yo tengo que ofrecer es nada".
Los antorchistas no se acobardaron ante esta respuesta. Por el contrario, decidieron instalar un plantón que hasta la semana pasada cumplía tres meses. Durante ese tiempo no pasó nada, sólo odios sordos. Lo que sí sucedió es que Indalecio Ríos, como cachorro faldero del can mayor, mandó a desalojar como ya narramos a los antorchistas.
Nosotros entendemos el mensaje: el PRI, que antes nos buscó para ganar la gubernatura y se comprometió a resolver las necesidades la gente pobre, ahora nos ve como apestados, como un peligro para sus inconfesables intereses y por eso no quiere nada con nosotros. Al dicho, hechos: en el sexenio de Eruviel ávila Villegas han muerto casi diez antorchistas en diferentes eventos de asesinato, entre ellos el padre de la diputada y líder antorchista, Marciela Serrano Hernández. Además, han amenazado de muerte a decenas de compañeros y mandado a golpear a otros tantos en varios municipios. De todo esto ha sido informado el gobernador y las instancias de justicia correspondientes, quienes no han movido ni un solo dedo para frenar esta política de persecución y asesinato en contra de Antorcha. De lo que se deduce que no sólo están al tanto de estas vejaciones, sino que las incentivan al dejarlas pasar.
El señor Eruviel ávila Villegas se irá pronto de la gubernatura con las manos manchadas de sangre y detrás de él vendrá otro priista a pedir el apoyo de los antorchistas en las próximas elecciones, pero desde ahora dejamos claro que Antorcha no apoyará más al Revolucionario Institucional en el Estado de México. Por el contrario, intensificaremos nuestra lucha y la primera acción será una gran manifestación que realizaremos este lunes 5 de septiembre, en la que solicitaremos la intervención del Gobierno Federal para destituya al gobernador Eruviel ávila Villegas del cargo que ostenta.
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