Tras la caótica jornada de elecciones internas que realizó Morena, el pasado 30 y 31 de julio para elegir a los delegados distritales de este partido, Mario Delgado, presidente del Comité Ejecutivo Nacional dijo a través de Twitter: “Somos el partido más grande del país y el único que hace este tipo de ejercicios en los que ponemos las decisiones más importantes en manos de la gente”, pero a decir de la propia población, y en particular, de lo que participaron en la elección, este ejercicio democrático no fue más que una de las muchas acciones que realizan los morenistas para echarse humo en los ojos a ellos mismos y a los mexicanos.
En realidad, se trató de un enfrentamiento entre los diferentes bandos que existen dentro de este partido y que aspiran a imponer a los candidatos a puestos de elección popular en 2024, posiciones que tanto añoran, pues esperan sacar ventaja económica de ellos.
Si Morena busca con este tipo de actividades demostrar su unidad, legalidad y democracia, este fin de semana se exhibieron ante la opinión pública por carecer en su totalidad precisamente de estas cualidades.
Contrario a lo dicho por Mario Delgado, no hubo respaldo de masas realmente morenistas, sino que pusieron la decisión en manos de gente coaccionada, comprada con dinero u obligada por sus necesidades materiales así como de empleados de dependencias gubernamentales obligados a asistir a la votación, ¿Lo peor?, se utilizaron para este circo los recursos públicos de los que han sido privados los mexicanos que carecen de servicios básicos, de apoyos al campo, de medicamentos y de atención de calidad en los hospitales públicos, de infraestructura educativa, empleos bien remunerados; así, los morenistas acarrearon votantes valiéndose de las carencias de los sectores populares de nuestro país, de aquellos que con su sueldo no pueden costear siquiera la canasta básica para alimentar a su familia.
En Veracruz, el desastre de esta elección no podía pasar desapercibido, pues la lucha interna por el poder de este estado entre el bando de Rocío Nahle (el gobernador Cuitláhuac García y pandilla) y el del diputado federal Sergio Gutiérrez Luna. Relució bastante bien la ineptitud de nuestro actual gobernador que se exhibió con el performance organizado para esta elección.
Doña Martha contó como ella fue una de las tantas acarreadas para votar en el distrito 19, con punto de encuentro en Tlacotalpan, pues a los habitantes de su colonia les ofrecieron 200 pesos con tal de asistir a la votación.
“Días antes nos contactaron y a mí me ofrecieron 200 pesos, además de que ellos han asistido aquí para decirnos que mientras nosotros apoyemos a su partido nos resolverán nuestras peticiones de obras para nuestra colonia, esto fue parte del ofrecimiento para asistir. Nos citaron el sábado a las 6 de la mañana y nos dijeron que pasarían por nosotros para llevarnos a Tlacotalpan, ellos nos llevarían y nos traerían de regreso, mi sorpresa fue que fueron dos camiones llenos de mis vecinos, ninguno propiamente morenista o que simpatice, todos iban igual que yo, por la necesidad de esos pesos y otras cosas que nos ofrecieron”, relató.
“A algunos les ofrecieron laminas, apoyarles a ingresarlos en las becas del gobierno, trabajo, despensas, varias cosas, pero todos iban por algo. Lo peor, nos citaron a las 6 de la mañana y la gente ahí estaba esperando para que los camiones terminaran llegando hasta las ocho y media”, agregó.
Dos grupos contrarios, aunque ambos morenistas del estado se disputaron arduamente la elección, porque los delegados electos de este 30 de julio serán precisamente quienes elegirán al Comité Ejecutivo Estatal que designará a los candidatos para los comicios de 2024, cuando se renovarán la gubernatura y las diputaciones locales por lo que esta jornada se convirtió en un concurso de acarreo, a manera de ensayo para lo ocurrirá en la elección presidencial.
“Llegamos a Tlacotalpan y había un desorden total; había muchísima gente, eso sí, y todos movidos por un interés económico o material. Nosotros nos coordinábamos con una persona que nos atendió desde el principio, él fue quien nos dijo por quién votar y en qué filas formarnos, pero se andaban peleando entre los mismos coordinadores porque todos querían colar a gente en las filas, incluso había una para los de la tercera edad, pero nadie la respetó a pesar de que había muchas personas mayores, los coordinadores iban y metían a muchachos ahí”, narró doña Martha, habitante de Viveros, una de las colonias más marginadas del municipio de Alvarado, en donde la carencia de agua potable y de calles pavimentadas ha llevado a los habitantes a buscar a diferentes partidos políticos y ofrecerles su apoyo para poder mejorar su calidad de vida, sin que ninguno de éstos los ayuden a resolver sus problemas.
“Todos los partidos políticos nos han utilizado, hemos andado con varios candidatos en las campañas, ellos son los que nos vienen a buscar y nos prometen que ahora sí se desarrollará nuestra colonia, pero siempre nos mienten. Ahí vamos todos a sus recorridos, a sus eventos y ahora con Morena hasta a sus votaciones que no sabemos ni de qué son, pero hay que decir que a ellos no les mueve en nada el sufrimiento de la gente ni las carencias de nuestra colonia, solo les interesa nuestro voto; nosotros cumplimos con lo que nos piden y ellos pues ya ni nos prometen obra, ahora fueron 200 pesos como si nos pagaran un día de trabajo, expresó.
“El sábado salimos de Tlacotalpan como a las 4:30 de la tarde porque nos demoramos para poder votar, fue casi como un día de trabajo, juegan con nuestra necesidad, es cierto, pero es tanta la falta que nos hace el dinero, más ahora que todo se ha encarecido, que el hambre nos obliga a prestarnos a estas cosas”, añadió.
Por lo menos en Veracruz, lo que nos demuestra Morena con esta jornada electoral es que su partido de lo que más carece es de unidad y democracia.
Por lo reflejado este fin de semana, se puede afirmar que al partido de la Cuarta Transformación solo lo mueven los intereses personales de viejos políticos que solo se han dedicado a robar al pueblo mexicano saltando de partido en partido sin importar el color o los ideales que dicen defender, pero que carecen en su totalidad de conciencia social, pues en nada han apoyado al pueblo trabajador mexicano, sino que solamente lo han bolseado y se aprovechan de su hambre y sus carencias, mismas que estos gobernantes no resuelven para seguir usándolas a su favor.
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