Se llegó este domingo 4 de junio, cuando a los habitantes de Coahuila les toca elegir al nuevo gobernador del estado y renovar el congreso local; y es que hay un gran escenario donde los habitantes de esta entidad tienen para echar un análisis sobre lo que se tiene en Coahuila, especialmente donde tienen deficiencias los partidos políticos, esos que han gobernado el estado o el país, pero que han dejado una serie de antecedentes como para decidir lo que se ha hecho bien o lo que se ha dejado de hacer.
Los coahuilenses tienen en sus manos la responsabilidad de poner a un gobernante, pero lo relevante es que las autoridades también tienen en sus manos la facultad de echar abajo una elección por las artimañas que han venido haciendo los políticos y sus equipos para comprar voluntades, para llegar al triunfo de una manera poco legal o aceptable, y en este 2023 será relevante ver el actuar de la autoridad electoral, de la autoridad que debe ser imparcial, que debe de velar porque se lleven las cosas de la manera más rectas y legales, y se espera que se hagan las cosas fuera de la compra de votos, que la ciudadanía acuda a la urna por convicción y velando por su derecho a decidir, pero en sí, por su responsabilidad cívica.
A nivel nacional, se observa a Coahuila como una antesala de lo que ocurrirá en 2024, pero la prueba para los partidos políticos es que en esta entidad y en el estado con más población de México, será una contienda llamativa como antesala para la elección grande. De esta elección depende el gran futuro de los partidos políticos, y en especial de las alianzas o coaliciones que forman los partidos de derecha y de izquierda.
De regreso a la contienda de Coahuila, es llamativo lo que está ocurriendo, ya que son cuatro candidatos, cuatro opciones que tienen los ciudadanos para analizar lo que han hecho y dejado de hacer estos aspirantes a la gubernatura de Coahuila quienes tienen un historial político y personal que determinará si la ciudadanía le da su voto de confianza, pero también a cada candidato lo respalda uno o más partidos políticos, los cuales también tienen un historial que los ciudadanos catalogan, analizan y determinan si han hecho o no bien las cosas.
En resumen, los coahuilenses tienen en sus manos el futuro de seis años este cuatro de junio, en donde se emitirá el voto y la invitación es concreta, de salir a ejercer el voto, de defender el derecho que la constitución otorga de emitir el sufragio por el que cree que administrará bien a Coahuila los siguientes años, y de tener continuidad o de cambiar las cosas de alguna forma, es esencial que los coahuilenses salgan a votar de manera razonada y que la mayoría designe al nuevo mandatario estatal, y al poder legislativo local.
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