Hablar del peso mexicano como moneda de cambio, como lo hace actualmente el presidente Andrés Manuel López Obrador, y hasta presumir que el pueblo mexicano empieza a vivir en mejores condiciones por el simple hecho de adquirir mas productos alimenticios principalmente, es una burla e incluso una falacia; esto, porque la inmensa mayoría de los mexicanos vamos al día, ganamos el salario mínimo y lo peor que muchos ni empleo tienen para poder subsistir, y por si fuera poco el peso históricamente nunca ha tenido más valor adquisitivo que hoy, su valor de cambio siempre ha sido de más a menos, y desde el punto de vista del modelo económico en el que vivimos, el capitalismo jamás podrá vestirse de un ropaje humanista porque su naturaleza es acumular mas y mas riqueza a cambio de la explotación del trabajo asalariado, y desde luego que ésta posición nunca la aceptado ningún empresario capitalista pero esta es la cruda realidad de los trabajadores que viven de su trabajo mal retribuido.
Esta es la razón profunda del por qué, hoy en día, por mas que el presidente quiera presumir que el peso mexicano está en su mejor momento, es realmente falso, y es falso porque desconoce lo que es el capitalismo en sus entrañas y si lo sabe peor aun porque con su actuar sigue fortaleciendo al modelo económico que dice “combatir” con solo inventar programas sociales que para lo único que sirven es para seguir adormeciendo a sus votantes actuales y futuros, sumado a todo esto la actual crisis económica que vivimos, significa que la pobreza seguirá aumentando, que mas pobres ahora se morirán de hambre y otros mas seguramente empiecen a participar en las organizaciones criminales porque no encuentren otra salida.
¿Quién es el culpable de todo esto? Sostenemos que es la mala política que se siguen aplicando todos los que han dirigido el destino de este país, y en este caso concreto, Lopez Obrador y su Cuarta Transformación que nada han logrado hacer para demostrar que ellos si pueden cambiar el rumbo como siempre lo vienen presumiendo, cuando realmente no hemos visto que las condiciones del país y de los trabajadores cambien para bien de todos, porque el hecho de repartir dinero ya sea de manera directa o a través de otros programas sociales no significa que esté mejorando el nivel de vida de los mexicanos, él sigue haciendo lo mismo que los anteriores, no hay cambio verdadero, todo se reduce a mañaneras y mentiras de un soñador irresponsable; a todo esto se reduce, pues lo que se nos viene pregonando, el peso ahora, es el superpeso, qué calamidad tan grande y, sin embargo hay mucha gente que cree todo esto, pero esto no es todo, suponiendo que fuera cierto lo que presume Lopez Obrador, sabemos que la economía de México depende de otras economías y principalmente de Estados Unidos y si le sumamos todavía el conflicto que tienen con el país ruso, esto significa, entonces, que en un momento dado al entrar en recesión la economía norteamericana, también afectará nuestra economía, por lo tanto, la situación está complicada y caer en el optimismo como lo hace el presidente de la república es mucha irresponsabilidad, algo que el pueblo mexicano no vamos a perdonar si sigue insistiendo en seguir dirigiendo los destinos de éste país.
Los trabajadores deben seguirse preparando para decidir quién debe estar al frente de este país tan noble como es México, necesitamos de hombres y mujeres verdaderos, de verdaderos patriotas que amen a su pueblo y no lo quieran engañar con discursos mañaneros y programas compra votos.
Necesitamos forjar una verdadera organización política que sea decisiva en la toma del poder político por la vía del voto y con esto darle otro rumbo a México, todo esto es posible y no un sueño utópico, pero para esto hace falta una lucha tenaz, decidida y encabezada por los mejores hombres y mujeres que haya dado este país, que piensen y sientan como el proletariado que no tiene quien lo represente en una lucha verdadera.
No sigamos creyendo, pues, en los optimistas y oportunistas de hoy, como son los morenistas, porque el peso nunca ha sido superpeso y para lograr una economía fuerte hay que desarrollar la ciencia y la tecnología y paralelamente las condiciones de vida de los trabajadores, para luego dar el siguiente paso, cambiar el modelo económico por otro mas acorde con las necesidades de los mismos constructores de la sociedad, que son el proletariado, la clase llamada para hacer estos cambios históricos, porque el capitalismo nos está arrastrando pero a otra fase que es el imperialismo el cual no es acorde con los sueños e intereses de los trabajadores y por tanto no es el modelo a seguir, no es la fase por la que deben luchar los pueblos, esa no es su salvación, la salida está en otro lado como ya lo dije anteriormente. Podemos decir, quizá, que no sea una tarea sencilla, pero la podemos llevar a cabo aun con todas sus implicaciones, hagamos nuestra ésta meta y la historia nos dará la razón; y así nos olvidaremos también de brujos aprendices, charlatanes con sueños de grandeza pero que resultan ser puros pigmeos ante un México gigante.
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