El pueblo de México desde hace muchos años ha estado cansado de los partidos que han ostentado el poder en nuestro país. Que prometen de todo y una vez en el puesto los problemas se agiganta en detrimento de los más desvalidos del país. Por eso, por lo menos desde el año dos mil los mexicanos han estado buscando un gobierno que los represente fielmente, por lo que en los últimos 20 años los que han gobernado no pudieron retener el poder por un periodo largo ante el desgaste que tuvieron ante la gente y rápidamente fueron desechados. El PAN 12 años, desilusión total, el PRI en su regreso 6 años bastaron para que perdiera el poder por el desencanto que causó. Es en esta búsqueda de una opción verdadera es que aparece Morena.
Morena con López Obrador a la cabeza, aprovechando que la gente estaba harta de tanta pobreza, inseguridad, falta de empleo y de la corrupción, canalizó su discurso en señalar a estos males y a criticar a los causantes, para finalmente prometer la solución de todos los problemas. Utilizando un discurso de tinte izquierdista se dedicó a descalificar a todos los partidos políticos que habían gobernado llamándolos mafias del poder y con eso consiguió que la mayoría creyera que él sí era diferente, que no tenía nada que ver con el pasado. Para conseguir que la gente terminara rendida a sus pies, prometió la solución casi mágica a todos los problemas, empezando por la corrupción. Resultado de todo esto es el abrumador triunfo que tuvo en el 2018 ganando la presidencia de la república. De su popularidad se aprovecharon muchos políticos para llegar a un puesto público, algunos sin hacer campaña, tanta era la afición que tenían los mexicanos a AMLO y a Morena.
Pero sucedió como cuando se mete una piedra caliente al agua, se evapora y se enfría muy rápido, eso es lo que está viviendo Morena en estos momentos. Ese apoyo que con entusiasmo ofreció el pueblo a Morena poco a poco ha ido perdiendo fuerza. En estas elecciones las decisiones que se han tomado en la cúpula del partido para asignar a los candidatos en los estados y los errores que han cometido los propios candidatos, como en Guerrero, ha dejado inconformes a muchos que ingenuamente creían en Morrena, por lo que se agudizada cada dia mas esta situación de alejamiento. A pesar de que en la dirigencia morenista persista ese optimismo de que la gente apoya a la Cuarta Transformación, en muchos estados los datos dicen lo contrario.
De acuerdo con las encuestas realizadas por El Financiero, en Guerrero Morena solo aventaja por cuatro puntos porcentuales (34 por ciento) candidato del PRI-PRD, quien tiene 30 por ciento de la preferencia de votos. Por lo que Morena tuvo una caída de 11 puntos porcentuales. La nota aclara que la encuesta se realizó antes de que el INE y el Tribunal Electoral confirmaran el retiro de las candidaturas de Félix Salgado Macedonio, es decir, cuando todavía había “toro”. Otro de los estados donde tuvo una caída catastrófica es en Campeche, sufrió una disminución de 15 puntos porcentuales, es decir, de 42 puntos bajó a 27 puntos, lo que ubica a la candidata Layda Sansores en tercer lugar. A pesar de que en los estados de Baja California, Baja California Sur, Colima, Chihuahua, Michoacán y Nayarit mantiene ventajas, tuvo caídas van desde tres a cinco puntos. En una nota del 27 de abril de El Financiero dice lo siguiente: La opinión favorable acerca de las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador bajó de 49 a 37 por ciento, entre marzo y abril, ubicándose este indicador en el punto más bajo en lo que va de la gestión del Presidente. Todo en caída libre.
Muchos de los que defiende a capa y espada a Morena dicen que algunos funcionarios y políticos morenistas hacen cosas que el presidente no está permitiendo, que el presidente no tiene nada que ver con los malos resultados que arrojan en sus lugares donde representa a la cuarta transformación. Estos que comenta tal disparate, están tratando de deslindar al presidente del desastre que está padeciendo el país con tal de que la gente no le quite su apoyo. Pero nos tiene que quedar bien claro a todos que los funcionarios morenistas solo se dedican a cumplir las órdenes y caprichos del señor que vive en Palacio Nacional. Los ataques al INE por el caso Salgado, la aprobación para ampliar el periodo del ministro Zaldívar; el mal manejo de la pandemia, la falta de apoyo a los pueblos y la mentada atención sin intermediarios que pregonan los ayuntamientos morenistas son frutos de las indicaciones que salen de palacio nacional. Por eso no se puede decir que López Obrador es diferente a Morena y viceversa.
El mismo presidente dijo no hace mucho que el pueblo se cansa de tanta pinche transa, pues sí, por eso buscó un cambio en el 2018 y le dio su voto, pero a tres años el cambio nunca llegó; lo único que hemos cosechado son puros engaños y mentiras del presidente y de su partido, por eso decimos que el pueblo también se cansa de escuchar mentiras todos los días, y fruto de ese cansancio es la caída estrepitosa de sus candidatos en las preferencia para el 6 de junio. Pero no hay que confiarse, es necesario hablar con nuestros conocidos, familiares y amigos para que en las elecciones no de sus votos a los que tienen al país sumido en una gran crisis por sus malas decisiones, en pocas palabras, que no voten por Morena.
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