Para Antorcha, el desarrollo del arte es algo imprescindible, fomentar y llevarlo al pueblo es una de las tareas que hemos puesto a nuestras espaldas desde nuestro nacimiento y no nos hemos detenido, hemos impulsa la cultura en cada rincón en donde se encuentra presente nuestra organización, ya sea con música, baile, danza, teatro, poesía; así el fomentar entre los antorchistas y no antorchistas estas disciplinas y hacer de ellos personas más sensibles, es tarea fundamental para el desarrollo del antorchismo y del pueblo en general.
Hoy toca darle su merecido lugar y espacio a la poesía,; Aquiles Córdova Morán, secretario general de nuestra organización, principal ideólogo y marxista, ha definido, en su obra Poesía y Lenguaje, así a la poesía_ es también, la expresión profunda y más bella del hombre, aunque en lo bello hay que entenderlo en sentido amplio, porque para el arte y, en particular, para la literatura y la poesía, es bella la tragedia, es bello el dolor, es bello el suicidio, es bello el crimen, porque con todos ellos la poesía crea una obra que impacta, que emociona, que hace llorar. No entendamos la belleza en un sentido limitado; una tragedia donde hay muertes y asesinatos, como en las tragedias de Shakespeare, sigue siendo bella; en este sentido, el concepto de belleza es más complejo que el que normalmente se le suele aplicar a la palabra.
En reiteradas ocasiones, hemos dicho que las artes son herramientas de transformación del ser por el ser mismo, que desde el principio fueron un foro para exponer las tragedias que sufrían las capas más desprotegidas, que eran la expresión del pueblo para decir lo que en un foro común no podían decirlo, así nacieron las artes, como la máxima expresión del ser humano, las pinturas, la música, la oratoria, la poesía; esta última que juega un papel importante dentro de todas ellas, se tonar todavía más compleja y difícil de ejecutar.
Promover la poesía entre las capas más desprotegidas ha sido una tarea ardua, porque para que alguien quiera declamar, aprenderse una poesía, ensayar y sobretodo, presentarla ante un público, es muy difícil, el hombre se tiene que sensibilizar, tiene que entender la poesía, el contexto en el que fue escrito y lo que quería decir el poeta, el declamador tiene que transmitir este sentimiento al público y hacer que ellos comprendan la poesía y el mensaje que contienen los versos.
Por eso es difícil la poesía, también, porque ahora es más fácil escuchar un show lleno de grosería, sátira, de discriminación hacia las mujeres o de homofobia, los famosos stand up, que hablan de lo banal que es la vida, escuchar dos o tres horas de este tipo de comedia, si así se le puede decir, es mucho más fácil y sencillo que escuchar una buena poesía, escuchar y entender una poesía se vuelve más complicado porque aquí tienes que pensar, aquí tienes que tratar de entender el sentimiento, aquí es donde entra el papel del declamador para, que con su ritmo, sus ademanes, su entonación y todos los elementos que conforman la declamación, atrapen al que escucha y preste toda atención a él o ella.
La complicación de esta tarea, es todavía más alta, cuando el que va a escuchar una poesía trae preocupaciones como el qué darle de comer a su familia, el que la renta se vence y habrá que pagar y no hay dinero, el que subió el agua, el gas, el huevo, el que no tiene empleo, por esa complicación Antorcha ha señalado que además de impulsar el arte no es solamente preciso luchar por difundir esta, sino por terminar con el sistema económico en el que están presentes estos y muchos otros problemas, así con la menta clara y con menos preocupaciones, el ser humano podrá no solo escuchar y entender la poesía, sino cultivarla como parte de su vida y su formación, a eso le apuesta Antorcha, a que el pueblo conozca la poesía y sea parte de él.
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