El Grito de Dolores es considerado el acto con que dio inicio la guerra de Independencia de México. Según la tradición, consistió en el llamado que el cura Miguel Hidalgo y Costilla, en compañía de Ignacio Allende, Juan Aldama, hizo a sus feligreses con el fin de que se levantaran en armas contra la Nueva España en la mañana del 16 de septiembre de 1810, para lo cual tocó una de las campanas de la parroquia del pueblo de Dolores, hoy Dolores Hidalgo, Guanajuato.
La mañana del 16 de septiembre de 1810 Miguel Hidalgo y Costilla convocó de alguna manera a los habitantes del Pueblo de Dolores y zonas aledañas, a quienes dirigió una arenga para que se sumarán a la rebelión, con lo que se formó el primer contingente que se alzó contra las fuerzas virreinales. A partir de 1810, el movimiento independentista pasó por varias etapas, pues los sucesivos líderes fueron puestos en prisión o ejecutados por las fuerzas leales a España. Al principio se reivindicaba la soberanía de Fernando VII sobre España y sus colonias, pero los líderes asumieron después posturas más radicales, incluyendo cuestiones de orden social como la abolición de la esclavitud.
La sociedad novohispana estaba dividida en varios estratos, cuya posición estaba condicionada por cuestiones de orden económico, cultural y político. Una de ellas era su papel respecto a la posesión de los bienes económicos. Había un grupo muy pequeño de personas que controlaban la mayor parte de la riqueza, mientras que la gran parte de la población era pobre. Los pueblos indígenas debían pagar un tributo al gobierno y estaban sujetos a un régimen de autoridad que, por ambiguo, provocaba numerosas confrontaciones entre españoles, criollos y mestizos. Muchos de estos enfrentamientos tenían relación con cuestiones agrarias, como por ejemplo la tenencia de la tierra y el control del agua.
Dolores Hidalgo tiene una población de 152,113 (Inegi, 2015) de los cuales 59,240 integran la zona urbana y 90,373 pertenecen a la zona rural. De la población económicamente activa (PEA) el 38.27% son comerciantes u ofrecen otros servicios; el 28.92% labora en la industria; 16.64% son profesionistas, funcionarios públicos, técnicos o administrativos; 14.71% trabajan en el sector agropecuario y 1.47% no está especificado (Inegi, 2017).
Hoy a 110 años de la "Independencia Nacional” la situación no ha cambiado para los mexicanos, mientras una minoría acapara en sus manos la riqueza nacional, una inmensa mayoría no tiene para curarse, para educar a sus hijos, para alimentarse bien.
El Movimiento Antorchista desde hace 46 años se ha dado a la tarea de organizar y educar al pueblo trabajador, de hacerle claridad de su situación y que solo él mismo podrá cambiarla. A través de este medio quiero dirigirme principalmente al pueblo dolorense, para invitarlo a que se organice y luche para cambiar la situación de pobreza en la que han estado durante muchos años. El Movimiento Antorchista a más de 7años que tiene presencia en este municipio ha luchado por hacer menos difícil su situación, miles de familias han sido beneficiadas con una ampliación de vivienda, electrificaciones, agua potable, fertilizante; como caso especial quiero mencionar aquí la primera etapa de la pavimentación del camino a San Marcos de Abajo, que un grupo de personas conscientes y organizadas con el Movimiento Antorchista consiguieron y que no han dejado de insistir ante las autoridades estatales y municipales para que se termine esta obra.
Sabemos que tales beneficios no son suficientes, que esto no soluciona el problema de la desigualdad social, por eso el pueblo tiene que educarse políticamente, tiene que entender que en sus manos está cambiar la suerte de las futuras generaciones, y esto es lo que el Movimiento Antorchista lleva haciendo en estos 46 años de existencia y a eso quiero invitar a el pueblo dolorense a que se organice y juntos luchar por una patria más justa para todos.
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