Tan solo en los primeros diez días de enero de este 2022, Oaxaca reportó en promedio un homicidio doloso por día, dos de ellos como posibles feminicidios, mientras que para el cierre de ese mes reportó un total de 65 homicidios, claro que estados como Guanajuato, Michoacán y México reportaron números muy superiores a Oaxaca con más de 200 asesinatos solo en este primer mes.
Si comparamos los datos de este año con respecto al año anterior a primera vista los datos indicarían una reducción en el número casos, pues en el mismo mes del 2021 se registraron 68 homicidios, tres más que este mes, sin embargo, el primero de febrero de este año el estado reportó al menos 6 homicidios más.
El problema no solo recae en ese tipo de delitos sino en la ausencia de las autoridades, específicamente en la falta del cuerpo policiaco que atienda el llamado de auxilio de las y los oaxaqueños. En la nota del imparcial del 10 de enero se lee: "ayer, en Tehuantepec, fue asesinado el taquillero de una línea de autobuses de primera clase, identificado como Ulises L. M., de 29 años de edad. El crimen se perpetró en la calle Héroes de Nacozari, del barrio Vixhana, cerca de la central camionera y de la sede de la Guardia Nacional (GN). Lo peor del caso es que ningún elemento policial se percató del atentado de Ulises quien salía de su trabajo cuando fue acribillado".
Este acto hace cuestionarse algunas cosas como ¿Qué tanta confianza tiene los delincuentes para ejecutar cerca de una base de la GN?, ¿en verdad no se percataron o se hicieron de la vista gorda?
Según el reporte de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, durante el 2021 se registraron 870 homicidios, de los cuales 45 fueron catalogados como feminicidios, entonces
Actualmente, la delincuencia ya no discrimina la apariencia ni la clase social de las personas, los delincuentes actúan con toda libertad, como si supieran la ausencia de elementos de policía, quienes lejos de combatir la delincuencia son asignados a atender problemas del estado que parecen ser más del interés de quienes dirigen el estado que de los propios oaxaqueños. Por ejemplo, el 21 de noviembre del año pasado alrededor de las dos de la mañana, elementos de la policía estatal desalojaron un platón con lujo de violencia en la casa Oficial a trabajadores del Sector Salud que solo exigían que se les reincorporara a su trabajos, pues denunciaban que fueron despedidos injustificadamente, una hora y media más tarde, a pocas cuadras del plantón donde se estaba desalojando a médicos y enfermeras, en un bar cerca del Templo de Santo Domingo hubo un feminicidio con arma de fuego, caso que hasta la fecha no ha sido resuelto y podríamos seguir dando más ejemplos donde los encargados de la seguridad ciudadana están haciendo otra tarea y no protegiendo un bien jurídico que debiera ser lo primordial aplicando los “valores” que luego son de cargar en sus unidades.
Tal parece que los oaxaqueños ya no deben enfrentarse solo a problemas como pobreza, rezago educativo o desempleo, sino que ahora se agrega la cuestión de inseguridad que vive el estado, y que este delito se puede tornar más complicado, por las próximas elecciones para gobernador, “no es nada alentador el panorama que se ve, pues al parecer en la lucha por el poder veremos mucha sangre” escribe el periodista Raymundo Riva Palacio en una de sus notas.
No tenemos los oaxaqueños otro camino que cuidarnos nosotros, porque las esperanzas en los gobiernos ya no es una opción, nosotros que somos de la misma clase social, que vivimos al día debemos cuidar nuestras espaldas, algo que por supuesto está en nuestras manos cambiar, analicemos la situación de Oaxaca, exijamos al gobierno que se cumplan nuestros derechos, que se garantice nuestra seguridad, y que podamos, por medio de nuestro voto dejarle el estado a quien en verdad se lo merezca, a quien demuestre que trabajará para el bien de las y los oaxaqueños.
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