El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es uno de los documentos de política pública más importantes de nuestro país elaborado por medio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En él se describen la cantidad, la forma de distribución y el destino de los recursos públicos de los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), de los organismos autónomos, como el Instituto Nacional Electoral y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, así como las transferencias a los gobiernos estatales y municipales.
El PEF 2022, aprobado el pasado fin de semana con 274 votos a favor la madrugada del miércoles en el Congreso de la Unión será un ejercicio “histórico y extraordinario” dicen, pues se ejercerán 7 billones 88 mil millones de pesos, lo que constituye un incremento del 8.6 % con relación al año anterior.
Según opiniones, este presupuesto está orientado, según dicen, a las políticas públicas a efecto de combatir la corrupción y el neoliberalismo. MORENA, PT, PVEM y Panal aseguran que estos problemas han hecho que en México se incremente la pobreza.
Sin embargo, desde el bloque contrario se afirma reiteradamente que se trata de un presupuesto centralista en el que las prioridades son los proyectos presidenciales como el Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía, la Refinería de Dos Bocas y los programas de entregas monetarias, sacrificando así 88 programas como: Prospera, Seguro Popular, FORTASEG, Fondo Nacional Emprendedor, Comedores Comunitarios, el Programa de infraestructura indígena, entre otros.
Pero la realidad nos dice lo contrario, según el INEGI la pobreza se ha incrementado en México, pasando de 53 a 58 millones de mexicanos, es decir, cinco millones más, lo cual nos dará la cara verdadera de los pésimos resultados de este gobierno, pues entregar apoyos monetarios, que es lo que hacen con tanto orgullo, ya no está dando resultados, incluso no solo no es efectivo si no que ha aumentado solo el favoritismo por la 4T, pero sin reducir mínimamente los niveles de pobreza.
Además, en la parte de la recaudación, usan la nueva reforma donde ahora, los mayores deben por fuerza registrarse en el SAT como nuevos contribuyentes, o sea tan pronto como seas mayor de edad, deberás ejercer las obligaciones de todo ciudadano y pagar tus respectivos impuestos. Para variar.
En el estado de Michoacán la situación es cada día peor, se viven graves problemas en materia de obras de infraestructura carretera, de vivienda, de espacios recreativos, para mejorar las escuelas y a eso, debemos agregar otro grave problema muy sentido y a últimas fechas agudizado, que es la inseguridad.
El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022 del presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena no propone ninguna mejoría en el reparto del gasto pues no habrá una reforma fiscal para los grandes capitales y sí más impuestos para los sectores menos favorecidos, esto agudizará la crisis en la economía y el empleo, los salarios seguirán cayendo; no habrá mejoras sustanciales en la educación, la salud, la vivienda, el transporte público, los servicios básicos y la urbanización de los asentamientos irregulares pobres y marginados, urbanos y rurales.
La forma en que gastará el dinero que, se supone, recaudará el año siguiente, o sea, los 7 billones 88 mil millones de pesos es una cantidad que no alcanza a cubrir todas las necesidades del país. En cambio, sí protege bien el recurso para las obras destinadas a financiar las ayudas en dinero a la gente y también los proyectos emblemáticos del presidente como aeropuerto “Felipe Ángeles”, refinería en Dos Bocas y el Tren Maya ahí se está destinando un 24 por ciento, o sea, cinco veces más que a las entidades federativas.
En el Movimiento Antorchista analizamos la implementación de los programas sociales para los sectores empobrecidos y no lo reprobamos; sin embargo, existe un desacuerdo y este tiene que ver con la forma electorera de su uso, y también la forma políticamente tendenciosa del padrón de los beneficiarios, así como en el manejo discrecional de los programas.
Claramente el PEF 2022 no acabará con la desigualdad y la pobreza de México pues se tendrían que aplicar otras políticas que incluyan la inversión en infraestructura, vivienda y servicios que impulsen y desarrollen la economía y es un hecho que Morena no quiere hacerlo.
El discutido Ramo 23 en el PEF, fondo en el cual se registraba el dinero destinado a obras y servicios quedó en el olvido y ahora ese dinero se invierte en los caprichos de la 4T y como dije anteriormente para un uso electoral.
¿Que nos queda a los mexicanos? La invitación a organizarse es la respuesta; a los desprotegidos de esta patria nos queda organizarnos y exigir a una sola voz que se atiendan nuestras demandas y derechos elementales. Hoy en día vivimos en pésimas condiciones, no tenemos calles pavimentadas, no tenemos buen servicio de luz, agua potable, escuelas, atención médica. Es momento de optar por esta vía.
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