14 horas estuvo parada la línea 2 del metro, de la estación San Nicolás a Cuauhtémoc. Cientos de miles de trabajadores se vieron afectados por la suspensión de esa línea, que llegaron tarde al trabajo, que vieron mermados sus sueldos por llegar tarde o suspendidos, ya que no está dentro de los causales de justificación. A pesar de que se implementaron medidas para resolver el problema, estas fueron insuficientes. El metro ha tenido fallas estructurales desde años y, sin embargo, sólo mejorales se le han dado, como los 300 millones de pesos que anunció el gobierno a raíz del incidente.
¿Y qué tiene que ver el metro con los trabajadores? Mucho. Es el principal medio que usan los trabajadores, para llegar a su lugar de empleo. Desde hace tiempo se han estado reportando fallas en el sistema. Y siempre se han prometido soluciones. Años pasaron antes de ver terminado la línea 3, años para ver los nuevos vagones. Ya llegó el nuevo director, afirmando que la culpa es de los administradores anteriores, lo mismo dijeron los que estaban antes. Parece que han aprendido muy bien al presidente.
El transporte público, es uno de los principales gastos del trabajador, 16 % de su salario, según un estudio de la Facultad de Economía de la UNAM. 1.9 millones se mueven en transporte público. El obrero es impotente ante las fallas del sistema de transporte. Se ha visto como, por ejemplo, los operarios de la ruta 310, a pesar de ir vacíos no se detienen a recoger el pasaje, como si ellos mismos no fueran unos trabajadores. Lo mismo sucede con los operarios de la ruta 207. La desesperación es evidente en las mañanas y en las tardes. Primero, para llegar puntual al trabajo. En la tarde, para llegar pronto con la familia. 2 horas como mínimo para trasladarse de un lugar a otro.
Lo mismo sucede en las fábricas, el obrero es impotente ante las injusticias de la empresa. Por llegar tarde, te descuentan. Por dañar material, te descuentan. Al empresario no le interesa porqué llegaste tarde, o tuviste un accidente rumbo al trabajo, lo que le interesa es que estés de tiempo completo, y que entregues tu cuerpo y tu alma para ellos, porque ellos han comprado tu fuerza de trabajo. El obrero se desespera, pero muchas veces, no acude al llamado de los que lo invitan a formar un sindicato porque ha visto que el sindicato, en muchas ocasiones se pone del lado del patrón.
El obrero depende de su salario y al no poder trasladarse, hace que su vida se vuelva miserable. Al parecer hay una desunión entre los trabajadores, promovido desde el sistema, porque así les conviene. Es decir que los trabajadores se encuentren divididos y no vean realmente donde están sus intereses, es decir, se busca por todos los medios alejarlo de la política y, hasta el momento lo han logrado. Cuando el obrero ve el transporte, el sistema educativo, la atención de su salud, siente que no puede hacer absolutamente nada.
La misma fábrica, en su organización interna, que es peor que un cuartel de la Guardia Nacional, no se le perdona nada, su compañero es un competidor más por su puesto. Y aún después de eso, el capataz le dice que allá afuera se encuentran miles, millones de seres que pueden ocupar su mismo puesto por un menor salario. Por tanto, aguanta muchas humillaciones y sufrimientos, precisamente porque ve que ese es su papel en esta sociedad.
Pero la puerta está allí, sólo que no es visible para la inmensa mayoría. Han hecho creer que detrás de esa puerta está el infierno, gobiernan unos ogros, unos seres insensibles que lo que actualmente está sufriendo, no es nada, si quieren irse para allá. Ya han existido intentos de los trabajadores por aprender y crear un gobierno diferente. La Comuna de París en 1871, es un buen ejemplo. La República de los Soviets es otro valioso ejemplo que nos debe servir que fue un gran intento de los trabajadores por crear un mundo nuevo, que duró 90 años y que aún los poderosos de este mundo, le tienen miedo a ese símbolo, porque saben que una vez que el obrero tome conciencia de la realidad, su imperio habrá terminado.
Y ahora tenemos un ejemplo vivo, el de China, que nos ha puesto la muestra de cómo se soluciona el problema del transporte para 1400 millones de personas. Sí, compañeros trabajadores, allá existen los trenes de alta velocidad que alcanzan los 300 km por hora como mínimo. Se han reducido los tiempos de traslado de los trabajadores a los distintos puestos de trabajo. Han creado puentes gigantescos, que cruzan montañas y ríos para hacer llegar la gente a muchos lugares. Y eso nos debe servir de muestra de que es posible aspirar a un mundo nuevo. Pero, para ello, es necesaria la unión de todos los que reciben un salario. Son cada día, muchos los problemas que aquejan a México y los neoloneses. Y, por lo que se ha visto los que actualmente gobiernan o no puede, o no quieren resolver el problema. Por tanto, tenemos que unirnos todos los trabajadores, que son como las estrellas, se necesitan muchas para tener un cielo y un mundo brillante.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario