El actual Estado de Israel fue fundado luego de la Segunda Guerra Mundial, el 14 de mayo de 1948, al amparo de las potencias capitalistas de occidente; desde su fundación generó conflicto porque era una región del Cercano Oriente ocupada por un pueblo avecindado desde hace siglos atrás: el palestino. El territorio originalmente asignado a los israelitas ha crecido, desde entonces, de forma desproporcionada, a expensas del despojo a través de guerras y de la hostilidad permanente al pueblo palestino; hoy Palestina tiene un territorio disperso, sin ejército regular. Asfixiado económicamente por el Estado israelí, mantiene una crisis económica permanente: carecen de servicios públicos de calidad, como agua potable, electricidad y una constante represión policial. Lo que queda de Palestina sigue siendo objeto de ambición por parte de la clase política sionista que gobierna Israel. Por su parte, la fuerza política que gobierna Palestina, Hamas, no ha renunciado a defenderse. Con todo, Israel tiene uno de los mejores ejércitos del mundo y su principal aliado comercial y militar es Estados Unidos.
El conflicto ha tenido recesos, pero no ha terminado. El motivo de la reanimación se da en el contexto del aniversario de la fundación de Israel, donde ciudadanos israelitas ultra nacionalistas provocan al pueblo palestino en ciudades de mayoría musulmana. Esto ocasionó los primeros enfrentamientos en Jerusalén en el que más de 300 palestinos fueron heridos y más de una veintena de policías israelíes corrieron con la misma suerte.
Hamas denunció la represión policiaca y reaccionó lanzando ataques con cohetes hacia Jerusalén, lo que desencadenó una intensa respuesta israelí hacia objetivos militares en la franja de Gaza, pero que ha cobrado varias vidas de civiles, muchos de ellos niños.
Otro factor que reinició el conflicto fue el comienzo de la fiesta del Ramadán, celebrado por la mayoría de los palestinos, pero que fue opacado por el excesivo control policial sobre el número de personas permitidas para reunirse, lo que también produjo en enfrentamientos en Jerusalén, Haifa y Ramala.
La furia de los palestinos se incrementó cuando ocurrió el desalojo de familias palestinas que tuvieron que entregar sus propiedades a colonos judíos en un distrito de Jerusalén oriental de mayoría árabe. Estos asentamientos judíos en territorios palestinos han sido una de las principales causas de conflictos, pues la ley israelí permite a sus ciudadanos reclamar propiedades de antes de la década de los años cincuenta, si lo pueden comprobar.
Israel excederá la fuerza bajo el argumento de que actúa en legítima defensa. No olvidemos, que se trata de un vil despojo, un verdadero acto de injusticia, un genocidio que todo mundo debe denunciar; y vale decirlo de una vez: el auspicio de Estados Unidos no debe estorbar para la verdadera paz mundial.
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