Han pasado dos años de pandemia y en plena cuarta ola medios e información del Gobierno morenista han dado a conocer que México -debido por la variante Ómicron- se mantiene a la baja en cuanto a los contagios, hospitalizaciones y defunciones, haciéndole creer a la población que la estrategia para controlar la pandemia ha sido buena; es decir, que han garantizado la salud de los mexicanos; sin embargo, datos de la misma Secretaría de Salud contradicen a esa realidad con una suma de 314 mil 128 decesos.
En muchas ocasiones, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho: “ya domamos la pandemia”, “México era de los países más preparados y con menos riesgos”, “no hay en el mundo actualmente un país en donde se estén aplicando tantas vacunas”, minimizando el impacto de la pandemia junto con Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud. Con esas afirmaciones y una fallida política sanitaria, México es el cuarto país del mundo con mayor número de muertes a causa del coronavirus SARS-CoV-2.
Al propio subsecretario de salud se le cuestionaba sobre los repuntes que preveían especialistas como el doctor en matemáticas, Arturo Erdely; sin embargo, lejos de asumir las críticas, el propio López-Gatell no supo responder, fue ambiguo a su llamado al aislamiento de los casos de contagio, en el uso del cubrebocas y en el regreso a clases; ha negado la política de aplicación de pruebas masivas, desinformando que había escasez a nivel mundial, dejando a la población en total vulnerabilidad y reafirmando el poco interés por parte del gobierno de la 4T para tomar medidas encaminadas a frenar los contagios, todo con el fin de no contradecir al presidente. Y así llegamos hasta la cuarta ola de la pandemia.
Suscribo el llamado de los expertos, quienes han exhortado a la población a “cuestionar” los consejos y decisiones de AMLO para combatir la pandemia, así como a seguir cuidándose; científicos y médicos han demostrado que las diversas variantes no tienen el mismo impacto en el ser humano, por ello la misma Organización Mundial de la Salud ha llamado a los ciudadanos a continuar con las medidas sanitarias correspondientes; es decir, a no bajar la guardia.
Ante este panorama y con el reciente llamado de López Obrador de que “Todos somos Hugo” debido a la denuncia penal que existe en contra del subsecretario de salud por el mal manejo de la pandemia y la muerte de personas por covid-19 -cabe destacar que no es la primera vez que respalda al portavoz de la salud-, el mandatario defiende a un indefendible, por ello celebro que existan recursos judiciales que busquen sancionar su negligencia en un tema muy sensible, la vida de los mexicanos. El mandatario responde como siempre lo ha hecho, con declaraciones destacando lo más reconocible de su gestión, de ahí que hable de una demanda “producto del rencor, del odio y de la politiquería”, como reacción a su gobierno y la política anticorrupción en el sector salud.
No obstante, los mexicanos debemos tener claro que la defensa verbal de AMLO a Gatell sólo queda en palabras: abusa de las palabras, miente y engaña a los mexicanos, cuando la realidad evidencia que el gobierno de la 4T y su incorrecta gestión no sólo ha llevado a miles de mexicanos al matadero, sino también a ser testigos en tiempo real de cómo la pobreza en la que viven millones de mexicanos se vuelva cada vez más aguda.
Según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), durante 2018 y 2020 indican que el número de pobres aumentó 3.8 millones de personas, sumando 55.7 millones de personas más en esa condición, mientras que la población en situación de pobreza extrema se incrementó a 2.1 millones; es decir, subió de 8.7 a 10.8 millones y, por si fuera poco, en lo que va del sexenio de AMLO, el porcentaje de población sin acceso a los servicios de salud también aumentó al pasar de 16.2% en 2018 a 28.2% en 2020; es decir, 15.6 millones sin acceso a este servicio básico, una problemática que afecta principalmente en las entidades donde ya se presenta un mayor porcentaje de pobreza, tal como lo registra el Coneval.
A dos años de pandemia es más que evidente que López Obrador miente y olvida atender a los mexicanos. ¿Dónde quedó “el primero los pobres”? Parece que no le sorprenden -a él ni a su gabinete- las 520 muertes hasta hoy reportados por la Secretaría de Salud, eso quiere decir que en México hay 520 funerales en un día.
Ante este panorama y el lastre sanitario que está dejando la 4T, México nos necesita a todos aquellos mexicanos nacionalistas que aún busquen un mejor bienestar, para cambiar el rumbo y elegir a otro presidente y otro proyecto político que no sea Morena, debido a sus nulos resultados en todos los terrenos. Este 2022, serán los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca y Tamaulipas, donde se tendrá la oportunidad de elegir gobernantes, es prudente que el ciudadano, ahora más consciente por los resultados anteriores, aprenda a evaluar mejor cuál es la realidad que está dejando la 4T y dar un voto a favor de los más desprotegidos de este país, porque la austeridad y honestidad prometidas por los morenistas ahora está matando a millones de mexicanos por sus políticas negligentes y demagógicas. Ése es el duro contraste del discurso federal y la realidad.
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