MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El desempleo y los bajos salarios

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Una de las peores calamidades que azotan a la clase trabajadora en México, es la falta de fuentes de empleo bien remuneradas, lo que ocasiona un sinfín de carencias, en todos los aspectos de la vida, desde la alimentación, la salud, la educación y la vivienda, entre otros.

Pues bien, en estos primeros días de marzo el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) proporcionó datos relativos a la tasa del desempleo en México; señaló que en el primer mes de este año se registró un incremento en el número de empleos, se crearon poco más de 409 mil plazas, lo que significa que la tasa de desempleo disminuyó de 3 a 2.92%, el incremento en el número de plazas se debe a los empleos formales, que sumaron 235 mil 811 plazas, mientras los puestos informales fueron 173 mil 522. Parece ser una buena noticia después de los dos últimos años, en especial del periodo de la pandemia.

Sin embargo, la información del Inegi señala que en el sector industrial se perdieron 276 mil 614 puestos, especialmente por la caída del empleo en la construcción, con una reducción mensual de 337 mil 877 trabajos en enero, pero en los sectores de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca se generaron 351 mil 686 empleos y en el sector terciario (servicios y comercio) se crearon 393 mil 60 puestos, entonces el saldo resulta de más de 400 mil nuevos empleos.

En México, 31.9 millones de personas integran el llamado sector de la informalidad (comerciantes ambulantes, trabajadores por su cuenta, empleadas domésticas, etc.) y 26.4 millones de personas en la formalidad, es decir, personas que cuentan con un empleo formal, son asalariados. Es evidente que el sector de la informalidad es a donde se van a refugiar los desempleados, pero en estadísticas se les ubica en la Población Económicamente Activa (PEA), y sólo se reconoce como desempleo a un reducido número que no supera los dos millones de personas.

Sin contar los mexicanos que han salido del país en busca del sueño americano, son millones que han emigrado en busca de mejores condiciones de vida, entonces el desempleo en México suma millones de seres que no cuentan con un empleo formal, que se encuentran en las filas de la informalidad o simplemente han salido del país en busca de mejores oportunidades o han ido a engrosar las filas de la delincuencia.

El problema se agrava si consideramos el salario que perciben los trabajadores, tanto los del sector de la informalidad como los empleos formales, pues según datos del Inegi las personas con una remuneración de hasta un salario mínimo (207.44 pesos diarios) pasaron de 17.4 millones en diciembre a 21.2 millones en enero, un incremento de 3.8 millones de empleados con dicho salario.

Mientras que los empleos con un sueldo de más de dos hasta tres salarios mínimos fueron los que más se perdieron en enero, con 1.6 millones; le siguieron los de más de tres hasta cinco salarios mínimos, con una pérdida de 718 mil 545 puestos.

Está claro que el salario mínimo es el que percibe la mayoría de los trabajadores, pero no alcanza a cubrir las necesidades mínimas de una familia, ni siquiera si perciben dos salarios mínimos. La carestía y la inflación han disminuido drásticamente el poder adquisitivo del salario.

En realidad, no hay fuentes de empleo y las que existen mantienen a los trabajadores con salarios muy bajos, son salarios de hambre. La población que se considera con empleo es poco más de 58 millones de personas, pero muchos de ellos son trabajadores por cuenta propia, con un nivel de ingresos mínimo.

Por su parte, el gobierno de la 4T minimiza el problema, el presidente Andrés Manuel López Obrador dice que vamos requetebien, que tiene otros datos y que el promedio de salario mensual de los trabajadores asegurados es de 14 mil 802 pesos, es decir un salario diario de 493 pesos, de ser cierto tampoco sería suficiente para sufragar las necesidades de una familia pues el costo de los productos básicos se ha incrementado considerablemente.

El presidente engaña al pueblo de México, no es cierto que ese sea el salario promedio, ya vimos que el Inegi reporta que son más de 21 millones de trabajadores con salario mínimo y menos de dos millones de personas los que reciben de uno a dos salarios mínimos.

No se puede tapar el sol con un dedo, el problema de la falta de empleos y de los bajos salarios ahí está, es una terrible realidad que no se puede ocultar por más demagogia que se esgrima para ocultar la verdadera situación de las familias trabajadoras.

Lamentablemente, al no reconocer el problema, el gobierno de la 4T no instrumenta los planes necesarios para enfrentar dicho problema y resolverlo, se requiere de una política económica que vaya al fondo y corrija, se debe de fomentar nuevas fuentes de empleo y se debe incrementar el salario, pero eso no lo va a hacer el gobierno de la 4T ni ningún otro iluminado, eso sólo será posible con una fuerza social organizada y consciente.

Se requiere un movimiento obrero pujante que pueda obligar al gobierno a tomar las medidas necesarias, se hace necesario la lucha y la organización de los trabajadores para impulsar una nueva política económica, que exija nuevas fuentes de empleo y buenos salarios. Sólo entonces se podrá abatir el problema del desempleo y la inflación.

 

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