MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El dengue y sus estragos en los sectores más pobres de Veracruz

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Ausencia escolar de los niños y jóvenes en las escuelas por los efectos de esta enfermedad, lo que genera retraso en su aprendizaje; familias enteras de colonos y campesinos encerrados en sus casas por los dolores y la fiebre generados por la picadura del mosquito; gasto de dinero que no tienen para poder curarse; obreros faltando a sus trabajos por las erupciones en la piel y el dolor en los ojos; maestros que no se presentan a clases por vómito, escalofríos, fatiga y dolor de garganta. Todos estos martirios por estar contagiados de dengue. Una desgracia más para los sectores humildes de Veracruz.

La falta de preocupación del gobierno morenista, que encabeza Cuitláhuac García Jiménez, por atender y resolver la problemática de la salud de los más pobres de Veracruz es la causante de todos estos padecimientos.

Este gobierno ha desaparecido las campañas de fumigación para eliminar los criaderos del mosco Aedes Aegypti causante del dengue, así como las campañas para eliminar las larvas y la chatarra en los jardines y techos de las viviendas. Estas campañas, en el pasado, se realizaban cada año a través de las jurisdicciones sanitarias de la Secretaría de Salud.

Información obtenida del propio Portal de Transparencia del Gobierno de Veracruz revela que no se han hecho las respectivas fumigaciones porque el gobierno de Cuitláhuac retrasó siete meses la compra de los insecticidas para combatir el mosquito transmisor.

Estos químicos debieron comprarse en el mes de febrero del presente año y fueron adquiridos hasta principios de este mes, de octubre. Además, en el contrato que se firmó con la empresa ARGIAR S de RL de CV el monto fue casi 3 millones menor al gasto programado, que ascendía a 11 millones 490 mil pesos. Además de estos retrasos y estos piquetes de ojo, para colmo de la corrupción, el contrato se adjudicó a dicha empresa sin licitación alguna.

Este retraso en la adquisición de los insecticidas y los hechos de corrupción señalados arriba han disparado los contagios a una cifra verdaderamente alarmante, 5 mil 568 casos hasta el 2 de octubre con cuatro muertes confirmadas y dos no confirmadas, incluyendo a dos menores. Ubicando a Veracruz en el segundo lugar a nivel nacional en casos de contagio de dengue, solo detrás de Yucatán que ocupa el primer lugar.

Información de Transparencia de Veracruz revela que no se han hecho las fumigaciones contra el dengue porque el gobierno de Cuitláhuac retrasó siete meses la compra de los insumos.

Ya hemos denunciado en muchas ocasiones que este gobierno no está haciendo obras y acciones de beneficio común, de beneficio colectivo, por dos razones: primero, porque están utilizando el presupuesto del estado para las precampañas adelantadas, que son ilegales e inmorales, en favor de las corcholatas presidenciales, así como de los funcionarios morenistas que quieren ser candidatos a gobernador del estado.

En segundo lugar, porque prefieren gastar en los programas de transferencia monetaria directa porque de esa manera coaccionan el voto de los beneficiarios.

Hoy lo repetimos poniendo un ejemplo palpable que la prensa nacional ha recogido y denunciado: que el dengue ha crecido en un 500 %, según datos de la Secretaría de Salud federal.

La situación es tan alarmante, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una advertencia sobre el creciente problema del dengue. Según Jeremy Farrar, especialista en enfermedades infecciosas de la OMS, la fiebre del dengue se está convirtiendo en una amenaza significativa.

Es absolutamente necesario denunciar la negligencia del gobierno morenista para atacar un problema de salud de los veracruzanos, porque con ello se pone de manifiesto su despreocupación y desatención de la población más débil, sector de la población que de palabra los morenistas dicen defender, pero que en los hechos demuestran lo contrario.

La ciudadanía debe enterarse de esta situación, pues en el 2024 se elegirá al gobernador del estado, diputados locales y federales y se debe tener en cuenta los hechos y los resultados de los funcionarios, no los discursos pagados con el dinero del erario en los medios de comunicación.

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