La Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO) es el área metropolitana formada por el municipio de Oaxaca de Juárez junto con 19 municipios más del estado, como son: Ánimas Trujano, Oaxaca de Juárez, San Agustín de las Juntas, San Agustín Yatareni, San Andrés Huayapam, San Antonio de la Cal Tlalixtac de Cabrera, San Bartolo Coyotepec San Jacinto Amilpas, San Lorenzo Cacaotepec San Pablo Etla, San Sebastián Tutla, Santa Cruz Amilpas, Villa de Zaachila, Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino, Santa María Atzompa, Santa María Coyotepec, Santa María del Tule, y Santo Domingo Tomaltepec, han tenido diversas formas irse conformando, sin embargo, uno de los criterios de incorporación por municipio, ha sido que todos los municipios antes mencionados se consideran como “municipios centrales” y “conurbaciones físicas,” a excepción de Villa de Zaachila, que es considerada como un área urbana a distancia, pero también dentro de la ZMO.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que la población en la zona metropolitana de Oaxaca para el último trimestre del 2020, era de 561,087, por lo que, de enero a diciembre del 2020 hubo un incremento de 2,809 habitantes con respecto a las que había en diciembre del 2019. Así mismo, se reportó que a Población No Económicamente Activa (PNEA) que se encontraban disponibles, es decir, que se encontraban disponibles para trabajar, aumentó casi el doble, pues, para inicios del 2020 se había reportado que en la ZMO había 27,206 personas disponibles para trabajar, y para diciembre del mismo año eran 54,031, por lo que hubo un incremento de 26,825 personas. Sin embargo, el cambio registrado en la ZMO de las personas que se encontraban desempleadas y disponibles en caso de conseguir algún empleo, demuestra que el tercer trimestre del 2020 fue el peor periodo.
Y es que, como es la cruz de miles de oaxaqueños, la realidad es que a diario se tiene que ver cómo aportar ecónomicamente al hogar, así queda evidenciado por ejemplo que el 55% de trabajadores oaxaqueños no cuentan con un salario. Y es que, según un reporte del Inegi, apunta que el 55 por ciento de los trabajadores oaxaqueños no reciben ningún tipo de salario, esto es así porque de acuerdo con el organismo federal, se tratan de alrededor de 542 mil personas que son dueñas o dueños de unidades académicas o, bien, familiares de éstos, así como “otro tipo de trabajadores no remunerados”, cuyos perfiles no se especifican. Con lo que se establece que únicamente el 45 por ciento de las 985 mil 204 personas ocupadas que existen en la entidad (443 mil personas aproximadamente) reciben algún tipo de remuneración por la labor que realizan.
Además, los resultados del Censo Económico 2019 del Inegi, informan que el porcentaje del personal ocupado que fue contratado por outsourcing creció dos por ciento durante los últimos 10 años, al pasar de 5.4 por ciento en 2009 a 7.4 por ciento el año pasado (73 mil personas dentro de aquel régimen), toda vez que el Outsourcing se refiere al método por medio del cual una empresa subcontrata al personal que, a su vez, es comisionado en la unidad económica principal; es decir, en términos legales, los empleados no tienen vínculos directos con la empresa principal sino con la empresa que los subcontrató.
Pero esto no es todo, además para los oaxaqueños erradicados en la Verde Antequera, la situación parece no mejorar a consecuencia de la pandemia de la covid-19. Y es que por ejmpo, datos de la Conapo del 2010 presentaban la situación de marginación de la zona metropolitana de Oaxaca, en ella se reconocía que el 32.1% de las agencias que conformaban la ZMO tenían un grado medio de marginación, el 34.8 un grado alto de marginación y el 12.9% tenía un grado de marginación muy alto. La siguiente imagen muestra el grado de marginación de la ZMO según por agencia en el 2010 contemplando un total de 361 agencias de la zona.
Es aquí pues, donde podemos ver que a pesar de que Oaxaca de Juárez es el centro económico y financiero del estado, no se quita de encima los problemas sociales y económicos entre su población, tales como el rezago, la pobreza, marginación, desempleo, por mencionar algunos. Por tanto, entra aquí la reflexión de todos los que vivimos estas carencias, pues estamos en épocas electorales, en las que sin duda, más de 8 aspirantes llegarán a pedir el “apoyo”, la “confianza” o más aún, la dichosa “esperanza”, pero como hemos visto en una y otra vez, seguramente, a esos políticos los veremos sólo está ocasión y queda como bandera nuestra, continuar en el camino de organizarnos como clase humilde y trabajadora para poder construir un verdadero proyeto de nación que nos beneficie y erradique nuestras carencias. El tiempo de los políticos de siempre, y sobre todo de los que ahora gobiernan el país está por terminar, el poder estará en nuestras manos si así nos lo proponemos.
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