Oaxaca se caracteriza por ser un estado pluricultural; pues de las ocho regiones en que se divide el estado cada una cuenta con características propias, y en el cual se asientan variedades de pueblos indígenas. En ese tenor Oaxaca tiene mucho que mostrar al mundo, con la variedad de paisajes, tradiciones originarias, etc.
El turismo representa un sector productivo para el estado, pues la derrama económica que esta trae consigo, representa una parte importante en el producto interno bruto.
En la víspera de la celebración del día de muertos, en el cual se espera una afluencia del turismo en el estado, me llamo la atención un título publicado por el imparcial el día sábado, 30 de octubre. “Limpian el Centro Histórico de Oaxaca de comercios informales” donde se da a conocer la acción del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez para desalojar a alrededor de 500 puestos ambulantes y semifijos que tras un operativo con fecha del 15 de julio del presente año, se instalaron en las calles céntricas de la ciudad. Como era de esperarse hubo un enfrentamiento entre las autoridades de la fuerza pública y los comerciantes informales, que con justa razón o no, se resistían a retirar sus puestos.
Claro está que se están ejecutando acciones para recibir al turismo que viene a presenciar una de las celebraciones que distingue a los oaxaqueños por su misticismo y no se vean afectados los negocios establecidos en el centro histórico. No escribo estas líneas con la intención de defender a las comerciantes víctimas del desalojo, pues tienen sus propias formas de organización y por ende de su propia defensa, pero si con interés de razonar sobre el problema en cuestión, de si ¿esa es la mejor forma de combatir el ambulantaje en Oaxaca?
Existen dos visiones claramente delimitadas sobre lo justo o injusto de la ejecución de este tipo de acciones por parte del gobierno. Pues dentro de ellas se esconden intereses de clase. Por un lado, los dueños de negocios establecidos en la formalidad que ven afectado sus intereses y por el otro la de los desalojados que por necesidad de llevar recursos a sus hogares recurren a la informalidad como fuente de ingreso.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo por sus siglas (ENOE) en el segundo trimestre de 2021 Oaxaca cuenta con una población económicamente activa de 1.52 Millones de personas, de los cuales el 97.4 por ciento está ocupada, el 60.3% está en un trabajo informal (o sea no cuenta con acceso a la seguridad social), el 38.2 % se encuentra en el sector informal.
Existe alrededor de 620 mil oaxaqueños que no cuentan con un trabajo que les garantice el sustento económico familiar. Pues la falta de creación de empleos que de por si arrastraba nuestro estado y se vio agravada por la pandemia, orilla a miles de oaxaqueños a buscar alternativas para sostenerse económicamente, encontrando un salida en el ambulantaje, pues a lo último que puede renunciar el hombre es a comer, si enserio se quiere combatir este problema, la solución está en la creación de empleos, no la aplicación de la fuerza pública, pues de lo contrario seguiremos presenciando enfrentamientos como los ocurridos el 30 de octubre del presente año.
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