El Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 (PEF), fue entregado al Congreso de la Unión, en pasados días, en él se estima la recaudación de impuestos para el próximo año, así como los gastos aproximados y el presupuesto federal para educación, seguridad, medio ambiente y otros rubros de importancia para la vida pública.
A través del mencionado documento se pueden conocer, con anticipación, los sectores a los que el Gobierno federal le dará prioridad durante el año. La propuesta económica 2023 plantea un gasto neto total de 7.1 billones de pesos, es decir, 22.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C. (CIEP), pero es inferior al 26.7 por ciento ejercido en 2016. Igual advierten que el gasto de inversión será de 3.8 por ciento del PIB, cuando entre 2014 y 2016 el promedio fue de 5.4 por ciento (realstemarket), asimismo, es menor al 4 por ciento recomendado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible, así que no hay nada de extraordinario en el PEF de la 4T.
Como era de esperarse, los programas prioritarios para el presidente Andrés Manuel López Obrador seguirán siendo el gasto social, entre los que destacan: Pensión para adultos mayores, al que destinará 335,499.4 millones de pesos (mdp).
Al programa de pensión a personas con discapacidad le entregarán 24,077.7 mdp; Sembrando Vida, 37,136.5 mdp; a las universidades del Bienestar, 1,490.3 mdp; Jóvenes Construyendo el Futuro 23,090.5 mdp, al programa de becas 83,638.9 mdp, entre otros.
Los proyectos emblemáticos, como el Tren Maya, megaproyecto de mayor importancia para 2023 proyecta 143,073 millones de pesos mdp, para obra ferroviaria, este monto es 126 por ciento mayor a lo aprobado en el ejercicio pasado cuando le fueron asignados 62,942 mdp. Para el ferrocarril y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), se invertirán 7,682 mdp.
En la actual administración, todavía en 2022, todo el presupuesto de la Secretaría de Energía (SENER) corresponde a la construcción y puesta en operación de la Refinería de Dos Bocas en Paraíso Tabasco; y el PEF 2023 no es la excepción y solicita 47,234 millones de pesos o el 96 por ciento de la SENER.
La Guardia Nacional (GN) recibirá 34 mil 525 millones 322 mil 208 pesos, cuando en 2022 se le etiquetaron 29 mil 803 millones 368 mil 492 pesos. La seguridad pública y de la administración de la infraestructura estratégica, así como de comunicaciones y transportes ha sido de los rubros ganadores desde hace dos sexenios y la 4T sigue el mismo camino.
La asignación del gasto tiene un fin netamente político, a López Obrador no le motiva preocupación social alguna, ni mucho menos fomentar el desarrollo, su único fin es afianzar el poder, esto queda demostrado al seguir invirtiendo recurso en sus proyectos emblemáticos y seguir fortaleciendo la militarización del país. Carretadas de dinero aplicadas a una estrategia absurda e ineficaz.
Para la compra de votos, se entregará a la Secretaría del Bienestar 600,321.9 mdp que serán distribuidos en 16 programas sociales, pero ¿dónde queda la inversión en infraestructura, educación, ciencia y tecnología, vivienda popular, empleos bien remunerados? ¿Qué hizo el gobierno para apoyar a los productores de los estados del norte del país por la fuerte sequía presentada?¿Cuánta ayuda le proporcionó a los 100 mil afectados por el huracán Agatha en Oaxaca? Hay que recordar que el Fonden fue eliminado durante la administración de la 4T, por supuesta corrupción, pero hoy en día, existe menos apoyo por parte del gobierno a la población que sufre este tipo de desastre natural.
Veamos ahora lo socialmente importante. A la SEP le otorga un raquítico aumento del 4.5 por ciento más al monto aprobado en 2022, pero menor al de 2018, esta asignación está muy lejos de las necesidades reales, ya que, en el regreso a clases presencial, miles de escuelas aún siguen deterioradas, muchas fueron saqueadas durante el periodo de confinamiento a causa de la pandemia, esto demanda un programa serio de rehabilitación y equipamiento. En educación básica, no se asignó algún presupuesto para abatir los efectos de la pandemia por la covid-19, este nivel concentra el 73.1 por ciento de la matrícula escolar y para el colmo de los males no se proponen programas presupuestarios específicos para atender los rezagos educativos derivados de la pandemia.
Para el caso de educación superior y posgrado se tiene presupuestado, para 2023, un 0.4 por ciento mayor en términos reales a lo aprobado en 2022. Aun así, el gasto educativo de nivel superior pierde recurso, ya que, en 2022 representaba el 17.5 por ciento del gasto educativo y en 2023 será apenas del 16.8 por ciento. Para Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), rubro que considera el presupuesto para Conacyt (Ramo 38), le asignaron un aumento de apenas el 0.19 por ciento del PIB.
En un momento en el que las universidades públicas, los centros de investigación, la comunidad científica, docente y estudiantil necesitan más apoyo. El proyecto de presupuesto 2023, no es una alternativa de solución a todos los problemas que presentan, al contrario, acentúa el rezago y deterioro en este importante sector. Más allá de las narrativas oficiales, la educación y la ciencia no han sido la prioridad para el gobierno de la 4T.
Este es el México que hoy sufrimos, un país que es rico en recursos, pero estos se encuentran concentrados en pocas manos.
Por eso es necesario que trabajemos, en conjunto, para que todos tengamos lo necesario para vivir dignamente y la riqueza generada por nuestro trabajo sea aplicada donde el pueblo trabajador de manera objetiva lo asigne y no estar a expensas de que una sola persona decida sin consultar a nadie dónde invertir el recurso que entre todos logramos.
Solo el pueblo organizado puede realizar las grandes transformaciones pero nos encontramos dispersos y nuestra tarea es organizarlo y educarlo para transformar esta terrible realidad que vivimos.
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