MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Educación para todos” (I/II)

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“Educación para todos”, fue el grito que retumbó en el estado, desde Nuevo Laredo, hasta Tampico y desde Bustamante hasta Soto la Marina. Jóvenes estudiantes exigían a las autoridades gubernamentales y educativas, a través de cadenas humanas, en las plazas públicas, en las avenidas principales, en las escuelas, con consignas a gritos, escritas en cartulinas, en mantas, por las redes sociales, como pudieron expresaron su petición.

Qué originó tal despliegue de energía, entusiasmo, decisión y abundante participación de jóvenes estudiantes de Tamaulipas que, sin rubor, fatiga o desaliento, buscaron informar al pueblo su situación, llamar la atención de las autoridades para que atendieran su reclamo. Veamos: 

Tamaulipas cuenta con 3 millones 527 mil 735 habitantes, de los cuales 967 mil 803 (casi 1 millón) tienen como principal tarea estudian. De estos, 123 mil 364 son niños de preescolar y 363 mil 253 de primaria; 172 mil 977 adolescentes de secundaria y 167 mil 274 del bachillerato; 140 mil 935 jóvenes de licenciatura. (SEC, Anuario Estadístico, 2020-21).

Estudiar no es sencillo, se necesitan maestros y escuelas, cuadernos, libros, lápices, celulares, tablets, computadoras e internet. Además de comer, vestir y calzar. Esto implica dinero, dinero y más dinero. Por ello, es importante saber que de los 3.6 millones de tamaulipecos, 2 millones 600 mil, el 73 por ciento forman en las filas de quienes no tienen cubiertas sus necesidades, es decir la población en pobreza, mientras que 1 millón 800 mil el 37 por ciento, forman las filas de quienes tienen cubiertas sus necesidades (CONEVAL, 2020. 

Con una sencilla operación aritmética, podemos entonces desglosar estos números y acercarnos más al problema: quienes tienen el dinero para estudiar y quiénes no. Del millón de estudiantes: 707 mil tienen carencias y solo 261 mil pueden enfrentar los altos gastos requeridos para estudiar. En el preescolar 91 mil no tienen, 29 mil sí; de primaria 266 mil no tienen, 97 mil sí; secundaria 127 mil no tienen, 45 mil sí; bachillerato 123 mil no tienen, 45 mil sí; y de licenciatura 103 mil no tienen y 37 mil sí tienen. Aquí están las cifras, aquí la realidad. 

Ahora bien, preguntemos de donde debe venir el dinero y la solución a estas carencias. Nuestro país es una república federal, con un gobierno dividido en tres poderes: Ejecutivo (el presidente), Legislativo (Cámara de Senadores y Diputados), y Judicial (la SCJN y tribunales federales). Lo que llamamos el Estado, esta maquinaria para su funcionamiento también necesita dinero, el cual proviene o se junta de los impuestos que paga el pueblo. 

El Poder Ejecutivo, representado por el presidente en turno, tiene el mandato del pueblo (quien lo eligió) de disponer los recursos del pueblo, necesarios para enfrentar sus problemas (los del pueblo), presentando su propuesta de presupuesto al Poder Legislativo, (Congreso, Cámara de Senadores y Diputados) para que se lo aprueben y/o lo corrijan. 

El Poder Legislativo lo integran los representantes populares, pues fueron elegidos por el pueblo a través de una votación. Son los encargados de defender los intereses de ese pueblo que representan. 

Y el Poder Judicial federal, representado por la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Electoral, los Tribunales de Circuito (colegiados y unitarios), los Juzgados de Distrito y el Consejo de la Judicatura Federal, tiene la primera la tarea de hacer cumplir la potestad que tiene el Estado de cuidar y cumplir las leyes de la constitución, así como de administrar la justicia. 

Hace unos días, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su propuesta de presupuesto 2022- 2023, al poder legislativo. Pero, desde su primera propuesta en el año del 2018, redujo el presupuesto a educación en comparación a 2016 que se destinaron 651 mil 742 millones de pesos. Para 2017 la reducción fue de 37 mil 10 millones, al 2018, 9 mil 477 millones, en 2019 hubo un aumento de 5 mil 815, para 2020 una reducción de 2 mil 398, en 2021, reducción de 21 mil 144 millones, en 2022 un aumento de 25 mil 431para 2023 un aumento de 26 mil 678. Si retomamos 2016 a 2023 la reducción es de 62 mil 478 millones. 

Si a esto agregamos que la pandemia se presentó en marzo de 2020 provocando que más de 5 millones de estudiantes abandonaran la escuela (Inegi) y que trajo un incremento de 4 millones de mexicanos en pobreza (Coneval). Los cuales aumentan, pues la inflación llega casi al 8 por ciento. 

Esto nos permite tener claridad sobre la deserción escolar y la demanda publica de los estudiantes de Tamaulipas y del país. El dinero que podría ayudar a evitar el abandono escolar se redujo año con año como lo vimos en el caso de la educación, en lugar de aumentar y ante la pandemia tampoco se destinaron recursos, dejando a su suerte al pueblo trabajador.

López Obrador, día a día y año tras año, nos dice que ha recuperado millones para que el pueblo viva mejor. ¿Entonces, cual es la explicación, cual la verdad? 

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