Nicolás Romero, México.- Es común que en las zonas populares del Estado de México, al igual que en todo el país, se palpe la desigualdad económica entre la gente, ésta se puede ver desde los niños que venden dulces, las mujeres que ofrecen tamales, quesadillas y jugos, los limpiaparabrisas, los traga fuego; las amas de casa que buscan siempre los alimentos más baratos, los padres de familia que trabajan por un sueldo inferior al mínimo.
También en los pepenadores de cartón, aluminio y pet, los que piden limosna y hasta los indigentes que sin un techo deambulan diariamente. En todos se pueden distinguir rostros famélicos y, en muchos casos, señales de desesperanza.
En los 125 municipios urbanos y rurales del Estado de México es evidente la desigualdad. En esta demarcación habitan, de acuerdo con el Consejo Estatal de Población 2013, 17 millones 934 mil 893 personas, de ellas dos millones 44 mil personas se encuentran con rezago educativo; 6 millones 209 mil no tienen acceso a los servicios de salud; 10 millones 870 mil no cuentan con seguridad social; 1 millón 791 no tienen acceso a los servicios básicos en la vivienda y 3 millones 886 mil se encuentran si acceso a una alimentación nutritiva y de calidad, según el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2023 de la entidad.
Además, 3 millones 786 mil son vulnerables por carencias sociales; 9 millones 206 mil se encuentran en pobreza; 7 millones 704 mil en pobreza moderada; 1 millón 502 mil en pobreza extrema y 1 millón 827 mil son vulnerables por ingreso; 828 mil no tienen acceso en sus viviendas al agua potable; 722 mil no cuentan con drenaje y 3 mil 800 viviendas no cuentan con energía eléctrica. Por otra parte, el Estado de México cerró el 2022 como la entidad con mayor nivel de desempleo en el país, con una tasa de 4.59 por ciento de desocupación.
Esta desigualdad en la que viven los mexiquenses representa el gran reto para la nueva gobernadora del partido de Morena, Delfina Gómez Álvarez, quien el próximo 15 de septiembre rendirá protesta constitucional y con ello refrendará sus compromisos de campaña que implican, si se llevan a cabo y no quedan en demagogia, incrementar el nivel de vida de millones de personas.
Entre sus compromisos de campaña de Gómez Álvarez sobresalen el combatir las causas que dan pie a la inseguridad y violencia; acabar con la impunidad en todos los delitos de alto impacto, poniendo énfasis en feminicidios, transfeminicidios, delitos sexuales y violaciones de los derechos humanos, cambiar el actual programa de apoyo a las mujeres, ampliándolo y fortaleciéndolo; agua para todos; apoyar la generación de empleos dignos y bien pagados; conectar con internet de banda ancha a todo el estado.
Asimismo, incrementar el presupuesto estatal que se destina al campo; transporte público de alta capacidad, ampliación de la Línea “5″ del Metro: Politécnico-Tlalnepantla; reformar la Constitución del estado para garantizar el acceso a los programas sociales, fortalecer las acciones destinadas a la vivienda, implementar el mayor programa de escrituración de inmuebles urbanos irregulares; abatir el abandono escolar y ampliar la matrícula y diversificar la oferta de educación media superior y superior; garantizar el acceso a la salud a las familias mexiquenses que no cuenten con seguridad social, entre muchos otro compromisos.
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