Se terminaron las fiestas decembrinas y por fin llegó el nuevo año 2024, cuando todas las familias tienen nuevos retos, expectativas y buenos deseos. Sin embargo, persiste uno de los problemas sociales que más afecta a muchos sectores de la sociedad: la pobreza que vive un gran porcentaje de la clase trabajadora del país, ya que en la actualidad su salario no le alcanza para adquirir los productos de la canasta básica.
El salario recientemente tuvo un “incremento” del 20 %, lo que significa que en este 2024 será de 248.93 pesos diarios. Pero este incremento prácticamente se anula por la inflación, que domina a todos los productos, fenómeno temido y mejor conocido como “cuesta de enero”, misma que estamos viviendo desde la compra de la canasta básica y se complementa con el pago de los impuestos que año con año aumentan y que tenemos la obligación de cubrir año con año, como es el predial, refrendo, replaqueo, agua, etcétera.
En Morelos, con la llegada del año nuevo, también se hicieron presentes los nuevos precios en los productos de la canasta básica, y ya se empieza a registrar el aumento en diversos servicios; sobre todo en los productos elementales.
Por ejemplo, el kilo de cebolla y jitomate, que costaban 30 pesos, ahora cuestan 40 y 50 pesos respectivamente. En cuanto al precio del pollo, los vendedores informan que todavía no aumenta, pero que en los próximos días se incrementará 10 % o 15 %.
La gasolina también subió 4.3 % a pesar de que fue una promesa de campaña de Andrés Manuel López Obrador: No más alza en el precio de la gasolina. También anunció no más aumentos a impuestos como al Impuesto del Valor Agregado (IVA) o al Impuesto Sobre la Renta (ISR); sin embargo, como cada año, sí hubo incremento al IEPS, que es el impuesto a productos de consumo, como la Coca Cola, cigarros, refrescos, bebidas hidratantes y gasolina.
Las familias no tienen para comer, ir a la escuela, curarse, garantizar una vida digna, pero eso parece no importarle a Morena, y tampoco se nota que estén dimensionando la catástrofe económica.
A toda esta situación se le deben sumar las deudas de las compras navideñas o el pago de algunas tarjetas de crédito, situación que provoca que muchos ciudadanos tengan dificultades económicas en estos primeros días del año. Además, no se debe olvidar que durante el 2023, hubo pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, ya que la canasta básica tuvo un incremento del 100 por ciento, de 2018 a la fecha. Indudablemente se vislumbra un panorama económico difícil para los morelenses y los mexicanos más pobres
Los expertos en estadísticas sociales consultados por Infobae han resaltado que la tasa de pobreza podría saltar del 42 % a arriba del 50 %. La última cifra oficial del Indec, ubicó a la pobreza en 40 % de los habitantes y el pico se alcanzó en 2023 en 54 %.
Estas circunstancias las vemos reflejadas año con año en los pueblos, comunidades y colonias de las periferias de las ciudades: las familias no tienen para comer, para ir a la escuela, para curarse ni garantizar una vida digna, pero eso parece no importarles a las autoridades de Morena y tampoco se nota que estén dimensionando la catástrofe económica que le depara al país. Si no aplican políticas que garanticen el desarrollo económico de México y que combatan la pobreza de raíz, México seguirá más pobre que nunca.
El aumento al salario mínimo es ridículo; sigue siendo una cortina de humo para esconder la realidad de los mexicanos y justificar la gran explotación que padecen los trabajadores, misma que no acaba por la falta de claridad, dispersión y manipulación que sufren estos desde hace décadas. Los salarios siguen siendo insuficientes para adquirir la canasta básica; situación que seguirá colocando a los trabajadores y a sus familias en condición de pobreza.
Para enfrentar esta situación y que las familias mexicanas puedan mantener una mejor estabilidad económica que elimine toda desigualdad social, se requiere un poderoso movimiento de la clase obrera en México que se proponga construir un partido revolucionario que la lleve al poder político y a una distribución equitativa de la riqueza.
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