En México, uno de cada cuatro jóvenes de hasta 24 años está desempleado. Además, de la Población Económicamente Activa (PEA), las y los jóvenes universitarios forman parte de los más desempleados.
A este respecto, las funciones del gobierno han sido casi nulas: la precariedad y la productividad laboral se recrudecen con el paso del tiempo. Las promesas laborales del gobierno de Andrés Manuel López Obrador han quedado olvidadas.
En nuestro país hay un panorama desalentador para el empleo y la calidad de vida de los mexicanos, si se considera que los millones de contagios y de muertes por la covid-19 acarrearon una tasa de desempleo en México de 3.5 por ciento de la PEA en diciembre de 2021, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Por otro lado, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN), dio a conocer que la ocupación informal en diciembre de 2021 ascendió a 32.2 millones de personas, una cifra que representa el 56.2 por ciento de la población ocupada, se presenta un alza de 2.16 millones de personas que entraron en este sector si se compara con el mismo período de 2020, lo que en números porcentuales refleja que 0.3 por ciento pasaron de no tener ningún empleo a tener uno, pero informal. Esto quiere decir que más de la mitad del empleo que existe en México es de baja calidad, o sea que su trabajo es sobre todo informal; de viene, viene, limpiando parabrisas, las quesadillas, la birria o mercancías en la puerta de su casa.
Dichas personas no tienen acceso a instituciones de salud, prestaciones y otros factores que contribuyen a la mejor calidad de vida de los mexicanos. Así, la calidad de vida laboral está relacionada, desde luego, con la calidad de vida general de las personas.
Los resultados de ENOEN afirman que el segmento con más desempleados en México es el de universitarios. Al parecer, entre más te prepares, el campo laboral es menor. Según su informe, el grupo que más sufre desempleo es el de entre 25 y 44 años en 2020, al contabilizar 944 mil 653 personas, y representó un aumento de 33.9 por ciento en 2021. Además, de acuerdo con OCC Mundial, centro de carrera profesional en línea, las personas que buscan un nuevo o un mejor empleo en México a través de su sitio suman 15 millones de usuarios. La mayoría (43 por ciento) tiene entre 20 y 29 años. Todos estos datos son desalentadores para la economía futura de México, pues es sabido que emplear a los jóvenes por ser conocedores de la tecnología y estar más calificados, puede mejorar el desarrollo económico.
El país se encuentra con una profunda carencia de condiciones de vida digna; no se están generando empleos, las personas que se gradúan o aunque no logren hacerlo sólo se enfilan en la precariedad en que está sumida la mayoría de la población mexicana. No habrá un futuro de bienestar si se siguen las políticas clientelares, de repartición de dinero, en vez de formular empleos que permitan a México salir de la severa pobreza en que está sumido. Urge hacer entender al habitante de Palacio Nacional que debe corregir las políticas públicas que generan este panorama: se deben crear empleos bien remunerados.
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