MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Desastre de la salud en México

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Transformar la salud en México supuestamente para combatir la corrupción, ha sido para el actual sexenio lopezobradorista una cuestión de nefastos resultados. Primero, porque no se tuvo cuidado sobre las consecuencias que se tendrían al mutilar o cancelar la dotación de medicamentos por parte de algunas farmacéuticas, segundo, porque nada de ello le ha funcionado al presidente emanado de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) después de haber ordenado la desaparición de uno de los reductos hospitalarios que permitían la atención de las clases empobrecidas del país, el Seguro Popular.

“Ya nos partieron la madre, diría el trabajador Horacio Martínez, cuando le dijeron en la clínica rimbombantemente llamada hoy como seguridad social que no se contaba con sistema de quimioterapias para seguir atendiendo a su esposa y que para él no había medicamento para su diabetes.

Pero la cosa no para ahí, se ha dejado sin medicamentos a los mexicanos, en ese afán de un populismo exacerbado se puso fin a la salud del pueblo, aunque se estén entregando millonarios recursos a la gente de la tercera edad, todo se centra en un fabuloso encantamiento político donde se puede advertir que lo que menos importa es la salud del pueblo.

Recordemos tan solo que al asumir el cargo, Andrés Manuel López Obrador prometió transformar el sistema de salud de México y brindarla cobertura universal, prometida durante mucho tiempo por el estado.

Desde que asumió la presidencia, López Obrador ha manifestado sus ideales de transformación del régimen neoliberal que por décadas ha sufrido México. En el tema de la salud sentenció: "el sector de la salud es un desastre. La educación es mala, pero aún peor es el sistema de salud, por lo que desarrollaré un plan porque la gente está muriendo por falta de atención médica”.

Plan fallido porque el propósito de que hubiera atención médica y medicamentos gratuitos para toda la población”, durante lo que lleva de su administración pasó a ser un sueño, una ficción que se podría catalogar en los principios elementales propios de un gobernante que como peor mandatario ha cautivado a México con la palabra pero que en los hechos es un desastre.

Como se recordará, durante la campaña por la presidencia de la república, López Obrador prometió revitalizar los valores de justicia social establecidos en la Constitución de México de 1917, la solidaridad social y la participación de las partes interesadas en ellos.

Estos valores habían sido abstracciones hasta 1943, cuando el presidente Manuel Ávila Camacho aprobó la histórica Ley de Seguridad Social, haciendo al Estado legalmente responsable del "bienestar colectivo" de la población mexicana. “La ley garantizaba los derechos a la salud, la atención médica, las pensiones y la ayuda a los hijos dependientes”. Un año después se creó el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS). El IMSS era un sistema integrado de pensiones y servicios de salud con acceso obligatorio para todos los ciudadanos mexicanos, con el IMSS, México se convirtió en una de las primeras naciones en establecer un esquema universal de atención médica apoyado por el gobierno.

Sin embargo, hasta ahora en realidad estos derechos nunca fueron universales: mientras que ciertos grupos poderosos como los militares, los funcionarios públicos y los trabajadores del sector formal recibieron la cobertura que prometía la ley, el inmenso grupo de trabajadores del sector informal y los trabajadores por cuenta propia, incluidas las empresas familiares, los profesionales y los trabajadores rurales e indígenas pobres, no han logrado una cobertura universal de atención médica.

La cobertura universal de salud prometida por López Obrador se fue al fracaso con miles y miles de muertos por la pandemia Covid- 19 que pudieron haberse salvado pero que por navegar en la miseria no lo lograron.

De la atención médica y medicamentos gratuitos que López Obrador organizó entonces, surgió su propuesta de alcanzar una cobertura universal en salud para todos los mexicanos sin importar su condición laboral y sobre todo para la población más pobre y desfavorecida socialmente, de allí su concepción de “primero los pobres”. 

A diferencia de los modelos de atención médica anteriores que excluían a millones y cobraban por la prestación de los servicios, López Obrador prometió que su modelo sería genuinamente universal, en el sentido de que la inscripción y la prestación de servicios, y medicamentos serían gratuitos.

Para lograr esta promesa, al asumir el cargo, anunció que el Seguro Popular sería reemplazado por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). El programa fue inaugurado el 1 de enero de 2020, con la presentación del modelo de atención denominado SABI, el cual estaba basado en el fortalecimiento de la Atención Primaria a la Salud (APS) con Redes Integradas de Salud entre las diferentes Instituciones que forman parte del Sistema Nacional de Salud (IMSS, ISSSTE, Pemex, sistemas de salud estatales) teniendo como núcleo básico a las centros de salud que brindan atención primaria y equipos de salud interdisciplinarios e integrales denominados Equipos de Salud para el Bienestar.

Todo se fue por la basura, el fracaso de atención médica para los mexicanos está latente, no hay con que curar nuestros males a menos que no sea con una tarjeta de adulto mayor recibiendo la dádiva del gobierno lopezobradorista que sin salir de sus bolsillos está condenando a los mexicanos a curarse únicamente con la bendición de Dios.

Por ello es urgente que los mexicanos nos pronunciemos juntos para advertirle al señor presidente que no estamos conformes con su forma de aplicar la salud para su pueblo porque lo está condenando a morir irremediablemente. O ustedes, amados compatriotas ¿Qué piensan?

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