MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Demagogia moderna: uso y abuso del pueblo

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Con motivo de la reciente pasada visita presidencial a tierras colimenses, los principales actores políticos del estado, de todos los tamaños, tipos, formas y colores, hicieron uso y abuso, en cuanto pudieron y quisieron, de la palabra que consideran mágica para ganarse con sólo pronunciarla , la voluntad popular por adelantado; unos la llamaron como "colimenses", otros más como "ciudadanos", pero la gran mayoría no se anduvo con rodeos y la dijo como es, y en casi todos sus discursos y escritos la llamaron: "pueblo".Tenemos entonces que, en cuanto a la conducción política del estado, todo cuanto se hizo, se hace y se hará, con cualquier resultado o consecuencia por funesta que sea, fue, es y será siempre en nombre "del pueblo".

La definición moderna de la acción corruptora del uso del término "pueblo", que acabo de referir, se llama Demagogia.Es un término griego compuesto de dos vocablos: demos = pueblo y ago = dirigir; y se define de manera general como una estrategia utilizada para conseguir el poder político, que consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica, la desinformación, la agnotología (estudio de la ignorancia o duda inducida) y la propaganda política.En la historia de las doctrinas políticas, se considera a Aristóteles como el primero que definió la demagogia en su obra sobre Política, donde argumenta así: […] La desviación de estos gobiernos son: la tiranía, que lo es del reinado; la oligarquía, que lo es de la aristocracia; la demagogia, que lo es de la república.La tiranía es una monarquía que solo tiene por fin el interés personal del monarca; la oligarquía tiene en cuenta tan sólo el interés particular de los ricos; la demagogia, el de los pobres.Ninguno de estos gobiernos piensa en el interés general.(Política, libro III, Cap.V, División de los gobiernos) No olvidar que aquí Aristóteles sólo define formas de gobierno, por lo que creo necesario aclarar, que la demagogia no es en sí el gobierno de pueblo pobre, sino tan sólo una forma de gobierno que dice gobernar en nombre del pueblo pobre, pero sin él.Y de esto es, precisamente, de lo que los mexicanos ya sabemos de sobra.

Pero veamos ahora como es que nuestros modernos políticos, dueños de vidas y haciendas en Colima, hacen todo cuanto pueden para utilizar la demagogia siempre en su beneficio y provecho, teniendo como interés principal el suyo propio o el de su grupo en cuestión.Esto, desde luego, siempre en detrimento de la verdadera situación del "verdadero pueblo" que, este sí, dígase lo que se diga, no puede escapar nunca de la realidad concreta que hace de su vida un martirio y sufrimiento, a diferencia del término tan utilizado por los políticos en sus discursos de ocasión.Veamos.

Primero vimos, a principios del mes que termina, la memorable y vergonzosa disputa legislativa que protagonizaron todos nuestros diputados y diputadas del H.Congreso local.Dije antes y hoy lo afirmo, que las señoras y señores diputados se dieron prácticamente con todo para pelear y arrogarse, el uso político de la autorización o no, de un crédito por 740 millones de pesos que solicitó el Gobernador del Estado, para salvar su último periodo gubernamental, próximo a su fin en el primer semestre el año entrante.

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Unos, los que defendieron con toda la autorización del crédito en mención, en todos sus discursos y declaraciones, dijeron que lo hacían en beneficio del pueblo, dada la necesidad, sobre todo, de enfrentar las consecuencias de la pandemia de covid-19 y construir el centro estratégico de seguridad llamado C5i, ante los alarmantes índices de inseguridad que invade al estado.Los otros diputados morenistas por cierto , dijeron que se oponían a la autorización del crédito en nombre del pueblo, argumentando sin probar, actos de corrupción del gobierno de Ignacio Peralta.Ante esto, cualquier mente sin prejuicio podría suponer que, de cualquier manera, según los discursos, el pueblo saldría ganando del zafarrancho montado.Pero no fue así.Tan sólo en términos de salud, y ateniéndonos sólo a los datos oficiales de la Secretaría encargada, tenemos que, del 7 al 22 de julio pasado, es decir, tan sólo a 13 días de autorizada la adquisición del crédito solicitado, murieron 89 colimenses más por coronavirus, esto es, casi 7 personas diarias en promedio, y los contagiados aumentaron en 847 casos positivos acumulados, o sea, 65 diarios.¿Qué dicen de esto las a los diputados?

Por otro lado, tenemos los discursos del presidente López Obrador y del Gobernador del Estado.El primer mandatario de la nación dijo en una de sus conferencias mañaneras, que visitaba Colima, y en concreto a Manzanillo, "[…] para respaldar todas las acciones que se están llevando a cabo con el propósito de conseguir la paz y proteger a los ciudadanos [entiéndase el pueblo] […]".Pero ya vimos y escuchamos todo lo que pasó.A parte de dedicarse a denunciar que Manzanillo es un nido de corrupción, el presidente se constriño a instruir proteger sus dos principies fuentes de ingresos: la Aduana y el Puerto, y entregó la administración de ambas a la Marina y a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).Dijo que la violencia en la ciudad porteña, se debe a las disputas ente los grupos delictivos, por el control del Puerto y la Aduana; pero con estos cambios de administración yo pregunto: ¿acaso no consideró el presidente que ahora, todos esos grupos delictivos pudieran unirse en un frente común para disputar a la Marina y la Sedena el control de los mismos? Pues yo creo que sí lo consideró, y que, por tanto, la violencia en Manzanillo seguirá, solo que con actores diferentes.¿Y la seguridad de los ciudadanos?

Finalmente tenemos al Gobernador del Estado que, en nombre del pueblo colimense, también dijo lo suyo.Unos dicen que su discurso fue bueno por elocuente, claro, firme y por fuerte; otros que fue irrespetuoso, irresponsable y falto de estrategia y de tacto político.Yo digo que dijo lo que en esas circunstancias se tenía qué decir.Es decir, fue un discurso a secas, sin un objetivo preciso, concreto y sin contundencia alguna.Esto es lo que pasa cuando se habla y se exige en nombre del pueblo, pero sin el pueblo.Si todo lo que dijo el gobernador a nombre de los colimenses, es cierto y necesario como lo sostuvo, yo pregunto: ¿dónde estaba entonces el pueblo de Colima mientras él se enfrentaba al presidente, en su nombre, con su discurso? El pueblo estaba tratando de sobrevivir a la pobreza, al coronavirus y a la violencia, que es lo que real y verdaderamente la importa.He aquí otra consecuencia de la demagogia.Pero la historia dice que la educación y organización del pueblo todo lo vence, y la demagogia se acabará cuando tengamos un gobierno verdaderamente popular y consciente.No hay de otra.

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