“Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. La ley establecerá los mecanismos para el acceso y participación a cualquier manifestación cultural”. Así reza el Artículo 4º de la Constitución Mexicana.
Hoy el derecho a la cultura está consagrado en nuestra constitución, así como en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos y Sociales. En la letra se oye muy bonito, pero la realidad es que millones de mexicanos de todas las edades no tienen garantizada la tortilla de cada día, mucho menos el alimento cultural para su espíritu. El gobierno federal no busca garantizar empleo y salario digno y suficiente a las madres y a los padres que se esfuerzan por mejorar la suerte de sus hijos, cuando mucho les ofrecen perversamente programas de “ayuda” que de ninguna manera buscan acabar con su pobreza, sino que los trabajadores en su desesperación los perciban como un alivio para que de esa manera agradezcan su bondad al poderoso y sigan votando por el partido en el poder.
En el Movimiento Antorchista luchamos y trabajamos, con la fuerza del pueblo organizado y consciente, no solo por una Patria en la que los trabajadores gocen de la riqueza material que de sus manos nace, sino para que puedan también disfrutar las más elevadas creaciones espirituales de la humanidad. Para ello nuestro Secretario General, nuestro Maestro, el Ing. Aquiles Córdova Morán, nos ha enseñado a amar y a practicar las Bellas Artes, la poesía, la literatura, el baile, el canto, la danza, la pintura… El Maestro Aquiles ha inculcado entre cientos de miles de niños, jóvenes, mujeres y hombres la convicción de trabajar y educarse para ser mejores mexicanos, mejores personas para construir un mejor México, para luchar por un mejor mundo.
Eso explica la abismal diferencia entre la persistente y cada vez más amplia labor cultural del Movimiento Antorchista, desarrollada desde la península de Yucatán hasta de la Baja California, y el menosprecio a la cultura del aparato de gobierno, que manejando todos los recursos de la nación cada vez apoya menos estas actividades. El gobierno de López Obrador destinó para actividades culturales 35% menos de lo destinado por Felipe Calderón. Nuestro país invierte menos en todo lo relacionado con la cultura que otros países latinoamericanos. El gasto en cultura es apenas del 0.1% del Producto Interno Bruto.
En las Espartaqueadas Culturales hemos disfrutado montajes dancísticos de todas las regiones de nuestro país, hemos visto a niños, jóvenes, colonos y maestros, degustarnos con la práctica de algún arte cultural como la poesía, baile, el canto, y hasta teatro.
Reconozco y felicito por el trabajo hecho de los artistas populares del Regional Noroeste de la República, quienes nos presentaron bailes de esta importante región de la Patria enmarcadas en un llamado a preservar y a difundir nuestra cultura como un arma para defendernos de las injusticias con la alegría de nuestro folclor, preservando nuestras tradiciones y desarrollándonos espiritualmente. Defendamos la cultura e impidamos que nos derrote el sometimiento ideológico que pretende hoy más que nunca el imperialismo norteamericano.
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