Simojovel de Allende, como la mayoría de los municipios de Chiapas, siguen gobernados por cacicazgos locales o regionales, que han tenido al estado, desde la Revolución, como uno de los más pobres del país, pero se acentúa más en los municipios donde la mayoría de la población es indígena. En estos municipios, pareciera que el tiempo se detuvo, ahí siguen imponiendo los caciques a las autoridades como presidentes municipales, diputados locales, etc., al mismo controlan la economía a través de todo tipo de negocios; controlan también el cultivo y venta de droga a través de diferentes alianzas que ellos, los caciques, han hecho con los grandes cárteles del país. Aquí el desarrollo ha llegado a cuenta gotas, aquí no hay autopistas ni carreteras en buen estado, la mayoría son terrecerías en pésimas condiciones; aquí no hay hospitales y escuelas equipados; aquí no hay maquinaria o tecnología agrícola, la mayoría de los campesinos sigue cultivando con animales de tiro o con herramientas rupestres; aquí la mayoría del transporte público son camionetas de carga donde la gente viaja hacinada; aquí desgraciadamente las niñas o mujeres son vendidas como una mercancía cualquiera, entre otras atrocidades. Aquí, si no estás de acuerdo con los caciques, o te expulsan con tu familia de la comunidad o te matan.
Pues en este nada halagüeño panorama hace más de 30 años un grupo de campesinos de Simojovel, busco a la dirigencia de Antorcha Campesina de aquel entonces, para que les orientaran en cómo resolver varias de sus demandas para intentar salir de su atraso que es ancestral como ya lo narramos, la lucha no fue fácil, porque era lógico que los caciques no iban a permitir que los activistas de antorcha organizaran a los campesinos, desgraciadamente mandaron a matar a nuestro entrañable compañero Benito Quezada García, un 24 de diciembre de 1989, un joven con toda la vida por delante, ya que apenas había dejado las aulas de la Universidad. Fue uno de nuestros primeros mártires a nivel nacional. Pero Benito no murió, ya que los campesinos organizados en Antorcha, junto con los activistas de aquel entonces, entre ellos el Lic. Daniel Gutiérrez Cortés, no se amedrentaron, que es lo que esperaban los caciques, sino que siguieron con la lucha por sus demandas, y desde entonces han ganado cientos, pero quizá la más emblemática e importante es el Cecyt número 10, por lo que ha representado no solo para el municipio sino para la región y el estado. Así fue que en 1991 empezó a funcionar dicha escuela, como siempre lo hemos hecho los antorchistas desde hace 47 años, cuando fundamos escuelas, se comenzó en casas prestadas por los campesinos de Simojovel, durante 5 años, varios profesionistas encabezados por el Lic. Daniel Gutiérrez, no ganaron un solo peso a través del pago de algún salario, porque el gobierno de aquel entonces no quería reconocer oficialmente la escuela, pero la lucha que dieron padres de familia, alumnos y docentes, finalmente triunfo. El gobierno del Estado a través de la Secretaria de Educación, les otorgo el reconocimiento como Cecyt número 10.
Desde entonces han pasado por sus aulas miles de jóvenes en su mayoría hijos de campesinos indígenas no sólo de Simojovel, sino de varios municipios aledaños; a través de mítines y marchas han logrado construir con el paso de los años cierta infraestructura que les ha permitido ser uno de los mejores planteles del estado y del país en la rama media superior que es el nivel al que pertenece, solo por mencionar algunos logros: durante 7 años consecutivos el plantel ha representado al estado de Chiapas en eventos nacionales del subsistema, obteniendo primeros lugares en Robótica y ganando el pase a la fase internacional (Taiwán, Paraguay y Brasil), donde ya no han participado porque el subsistema “nunca ha tenido dinero”; su Banda de Guerra ha ganado concursos nacionales; el Ballet Folclórico ha ganado concursos estatales, regionales y nacionales. Crearon el Albergue Estudiantil “Rosario Castellanos” para dar alojamiento y alimentación a miles de alumnos. Y quizá lo más importante, gracias a esa educación integral, hoy miles de los alumnos que pasaron por las aulas de este ejemplar Cecyt 10, son profesionistas, que han traído bienestar a sus familias y la sociedad en general.
Pues toda esta intachable trayectoria del Cecyt 10, encabezada por el licenciado Daniel Gutiérrez, pero abrazada y respaldada por el resto de la planta docente y administrativa, así como los alumnos y padres de familia, pretende ser pisoteada, por el actual director general del CECyTECH, Lic. Sandro Hernández Piñón, ya que el 21 de febrero de 2022, se presentó en las instalaciones del plantel un grupo enviado por Sandro Hernández, llevando al “nuevo director”, pisoteando flagrantemente los derechos laborales del Lic. Daniel, ya que no llevaron ningún oficio que sustente jurídicamente tal despido. Afortunadamente la inmensa mayoría de la planta docente y administrativa, así como alumnos y padres de familia, rechazaron dicha imposición, así que los enviados de Sandro Hernández tuvieron que regresar a las oficinas centrales.
A más de un mes del conflicto, que el director general del CECyTECH ha creado, hasta el momento no hay un intento serio para resolverlo a favor del licenciado Daniel Gutiérrez, sino todo lo contrario, nos hemos enterado de buena fuente que Sandro Hernández está buscando como incriminar no solo al licenciado Daniel Gutiérrez, sino a otros trabajadores del plantel como la ingeniera Rosa Netro Rodríguez, entre otros que actualmente están encabezando la lucha. También sabemos de la misma fuente que el “nuevo director” que quiere imponer Sandro Hernández obedece a pagos de favores políticos de los grupos caciquiles de la región. Solo le advertimos que jurídicamente nuestros compañeros no han cometido ningún delito, al menos que Usted los invente como ahora está de moda y utilice todo su poder político para cometer dicha injusticia. Así como usted está en su derecho, aunque no le asista la razón, nosotros los antorchistas también estamos en el nuestro de respaldar los derechos del licenciado Daniel Gutiérrez.
Por lo pronto miles de antorchistas campechanos estamos sólo esperando el llamado de nuestros hermanos de Simojovel y de los más de 100 mil antorchsitas chiapanecos, para, en caso de que sea necesario, asistir físicamente, pues el cacicazgo de Simojovel y Chiapas no detendrá el crecimiento del Movimiento Antorchista regional y nacional en los últimos 10 años. Que conste.
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