El pasado viernes 6 de agosto de los corrientes, el diario El Universal publicó que entre el 2018 y 2020 se registró un incremento de 3.8 millones de mexicanos en situación de pobreza, para llegar a un total de 55 millones 700 mil, según lo publicado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). La nota agrega que en 19 de los 32 estados se registró un incremento en el porcentaje de gente viviendo en condiciones de miseria, resultado en parte, de que la actividad económica está fincada en los servicios y turismo de esas entidades. Los tres estados con la mayor alza fueron Quintana Roo, Baja California Sur y Tlaxcala. La pobreza se incrementó muy a pesar del presupuesto que se destina a programas sociales y que el año pasado fue de 293 mil millones de pesos. El número de personas en situación de pobreza extrema en México pasó de 8 millones 700 mil a 10 millones 800 mil personas en este mismo período, señala también el Coneval. En el mismo lapso, 26 de las 32 entidades tuvieron un aumento en el porcentaje de la población que vive en miseria extrema. En México, según esta fuente, el 43.9% (cerca de la mitad) de la población vive en situación de pobreza.
Entre los 26 estados que registraron incremento en el número de pobres, destaca el estado de Hidalgo; pues en el mismo período (2018-2020) y en plena pandemia 394 mil 200 hidalguenses perdieron el acceso a los servicios de salud, ubicándose la entidad a nivel nacional en el lugar número once; pues pasó de 439 mil 100 a 833 mil 300 personas con falta de atención médica. Por otra parte, 51 mil 500 personas se sumaron a la población estatal con carencias por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, pasando de 830 mil 700 a 882 mil 200 personas, lo que equivale a cerca de un 30 % de la población total (hasta 2020 de 3 millones 83 mil habitantes) del estado.
Los resultados de la medición multidimensional de la pobreza a nivel nacional y por entidad federativa de acuerdo con el mismo Coneval indican que Hidalgo pasó de 49.9 a 50.8 por ciento de la población en pobreza, lo que representa un aumento de 0.9 por ciento equivalente a 53 mil 400 hidalguenses. En total, 1 millón 570 mil 600 personas viven en Hidalgo en condición de pobreza, lo que representa alrededor del 50% del total de la población del estado.
En materia de bienestar económico, los indicadores del Coneval identifican que la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos (LPEI) en Hidalgo, pasó de 14.5 a 16.9 por ciento, con un incremento de 2.4 puntos porcentuales, ya que pasó de 442 mil personas a 522 mil 400. Es decir, que el número de hidalguenses que, aun destinando todo su ingreso a la compra de alimentos, no pueden adquirir los productos de la canasta alimentaria aumentó en 80 mil 400. El porcentaje de la población con ingreso inferior a la línea de pobreza en la entidad, pasó de 55.2 a 57.2 por ciento lo que representa un aumento de 2 puntos porcentuales, al pasar de un millón 679 mil 200 personas a 1 millón 770 mil 500.
Es conveniente destacar que la realidad desmiente a quienes sostienen que el problema principal de México es la corrupción y no la pobreza como lo viene sosteniendo desde hace 47 años, el Movimiento Antorchista nacional, entre otras instituciones y organizaciones sociales. La realidad desmiente también, a quienes sostienen -y lo han vuelto el eje fundamental y casi único de su política- que para combatir la pobreza bastan los programas sociales de entrega de dinero en efectivo a la gente como ocurre ahora con el gobierno de la 4T, y ya puesta en práctica por gobiernos anteriores. Aunque el gobierno que encabeza AMLO diga que “tiene otros datos” la realidad dice otra cosa.
Los indicadores que en materia de salud y alimentación reporta para Hidalgo el Coneval, son también más que elocuentes. La pobreza en el estado crece y el gobierno de Omar Fayad tampoco ha implementado una política seria a lo largo de casi cinco años de gobierno. Al inicio de su administración desapareció el programa alimentario de entrega de despensas con el argumento de que era un programa clientelar y que en su lugar sería creado uno mejor, hasta ahora la población sigue esperando. Con las cerca de cien mil familias organizadas en el Movimiento Antorchista Hidalguense, se hizo el compromiso de que serían entregadas dos dotaciones por año de maíz para consumo humano, además de la entrega de insumos (semilla mejorada y fertilizante) para pequeños productores de varios municipios de la entidad y también miles de familias siguen en espera de que el compromiso se cumpla. En materia de salud, se adquirió el compromiso de ampliar el hospital de Nopala de Villagrán que tampoco se ha cumplido.
Para abatir la pobreza –esa de la que a muchos gobernantes no les gusta que se hable- en Hidalgo y el país es necesario que además de obras y servicios que mejoren la calidad de vida de la población en materia de vivienda, salud, agua potable, electrificación, drenaje, pavimentación y apertura de caminos, etc., etc., se generen empleos y se aplique una política fiscal progresiva que le permita al gobierno una mayor recaudación de recursos –pero no para que se lo lleven a su bolsillo y a los de sus amigos- sino para regresarlo a la población en más y mejores obras de infraestructura sobre todo para beneficio de las grandes mayorías.
No bastan los programas de entrega monetaria directa, no bastan obras faraónicas (puentes y vialidades) en la capital del estado; es necesario invertirle a las zonas más pobres y marginadas como la huasteca, sierra otomí-tepehua, altiplano y valle del mezquital en Hidalgo para disminuir los índices de pobreza de los que está dando cuenta el Coneval. La pobreza señor gobernador no se combate ignorando a sus gobernados y negándoles las obras y servicios que demandan y son su derecho, no se combate tampoco agrediendo a la población con la policía; mucho menos negándoles la firma de un contrato laboral al personal médico y/o de enfermería ni negándole el salario a decenas de profesores que no han dejado de laborar a pesar de la pandemia.
El lema de “Hidalgo crece contigo” distintivo del gobierno que encabeza Omar Fayad, es sólo un recurso mediático y demagógico que hoy las cifras e indicadores de la pobreza recientemente publicados, ponen en entredicho. En Hidalgo crece la pobreza, la miseria, el hambre, el abandono y la marginación para las grandes mayorías; por eso es tan urgente como necesario que nos organicemos y alcemos la voz todos los agraviados sino queremos seguir formando parte de la estadística creciente de la pobreza. No hay de otra.
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