*Más de 186 denuncias por torturas y abusos en cárceles estatales
*Gobernador las desestima
Xalapa, Ver.- Como si de un agente del Ministerio Público se tratara, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, se encarga de juzgar y castigar a los que él cree que delincuentes por su propia mano o por lo menos bajo sus órdenes, tirando por el caño el Debido Proceso y la presunción de inocencia, bases sobre la que se sostienen las leyes en nuestro país.
García Jiménez afirma que “las personas privadas de su libertad generalmente mienten para salir libres, a pesar de ser -delincuentazos-“ e insiste en que se les debe dejar en la cárcel a pesar de no haber mayores pruebas para mantenerlos retenidos, esto, deja suponer que se les retiene en lo que la Fiscalía, a sus órdenes, obtiene tiempo para fabricar pruebas que no posee.
Todo esto, después de que se diera a conocer que por lo menos, en la actual administración, los internos en los penales de la entidad han presentado 186 denuncias (más las que se suman diariamente) por torturas y abusos ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y que Veracruz es el cuarto lugar nacional en cuanto a denuncias de este tipo se refiere.
Debemos recordar también que hace unos días la Suprema Corte De Justicia de la Nación (SCJN) declaró anticonstitucional el delito de ultrajes a la autoridad, por lo que los detenidos por este delito deberían haber sido liberados, sin embargo, esto no ha sucedido pues Cuitláhuac sostiene que los detenidos son delincuentes muy peligrosos a los que no se les pudo por detener por haber cometido otros delitos ya que no existen pruebas en su contra, entonces ¿cómo sostiene que son “peligrosos delincuentes”?, tal parece que la Fiscal no hace bien su trabajo de investigar y dar con los responsables de los delitos cometidos en territorio veracruzano.
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