MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Crónica: En Nicolás Romero la lucha no termina

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La mañana era larga y fría en el campo San Isidro.Pasaban de las siete de la mañana y el astro mayor se escondía entre las nubes grises que se dibujaban en el cielo de Nicolás Romero.Había llovido la noche anterior y aún se percibían las consecuencias, calles húmedas y lodo.Eso no fue impedimento para las más de 30 mil personas que desde muy temprano fueron llegando a este recinto con sus banderas blancas y rojas que tenían la inscripción "Movimiento Antorchista.42 años luchando contra la pobreza en México".Eran los antorchistas del noreste mexiquense que se reunían en una magna asamblea popular encabezada por el fundador y líder del antorchismo,para festejar el vigésimo octavo aniversario de esta organización en el municipio de Nicolás Romero.

​A finales de la década de los ochenta, 20 familias de escasos recursos buscaron el apoyo de esta organización político-social, para poder tener certeza jurídica sobre su patrimonio que no era mayor a unas casas endebles de cartón,y la organización, fiel a su claro objetivo de luchar contra la pobreza, extendió su total apoyo y respaldo.Así se libró y ganó la primera lucha antorchista, lo que permitió la conformación de la colonia "Clara Córdova Morán".

​Actualmente existen nueve colonias antorchistas en Nicolás Romero: Elsa Córdova Morán, Wenceslao Victoria Soto, Espartaco, Manuel Serrano, Pedro Sánchez Camacho, Ricardo Flores Magón, San Francisco Macu, San José El Vidrio y la primera de todas, Clara Córdova Morán.Hasta antes del año 2010, la membresía "la Organización de los Pobres" en el noroeste del Estado de México era de apenas tres mil 500 personas, y en apenas siete años, superan ya los 30 mil agremiados.

​Los antorchistas, llenos de júbilo y alegría, fueron modificando el ambiente con sus porras y consignas, aunque las nubes continuaban ancladas en el cielo, en el campos San Isidro ya se sentía el calor fraterno de la gente, de los obreros, amas de casas, estudiantes, artistas y demás invitados hacían retumbar el recinto con sus consignas al unísono.Las banderas ondeaban a lo largo y ancho del predio.La marea rojiblanca y los puños al aire eran muestra de la efusividad de la clase proletaria organizada en busca de un mejor país.

​Eran aproximadamente las once de la mañana cuando el Secretario General del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, llegó al festejó.Entre consignas como "¡Maestro Aquiles, tú eres nuestro líder!", y aplausos, tomo su lugar en el presídium.A su paso y con la cálida sonrisa que lo caracteriza e inspira confianza,fue saludando a los ahí reunidos que se encontraban a su paso.

​El acto protocolario de este magno festejo lo inició el líder social Héctor Javier álvarez Ortiz, quien agradeció la presencia los invitados, principalmente de la clase trabajadora organizada en las filas del antorchismo "porque sin ustedes, no habría festejo".El también diputado federal, reseñó la lucha de esta organización en la zona y el exitoso crecimiento como consecuencia de ser la única que verdadera opción que le queda a los pobres de México para poder cambiar su situación actual y transformar el país en una patria más justa.

​Ahora, en Nicolás Romero se puede presumir la mano transformadora del Movimiento Antorchista, que como fruto de la lucha organizada, ha creado un importante núcleo poblacional que es modelo de transformación y desarrollo, como muestra de lo que quiere para todo el país.En la colonia Clara Córdova Morán los habitantes cuentan con un Centro de Salud que brinda servicio los siete días de la semana; una biblioteca, una estancia infantil par apoyar a las madres solteras, un albergue estudiantil, bufete jurídico que ofrece sus servicios gratuitos a toda la comunidad y un auditorio, además de todos los servicios básicos.

​También hizo uso de la palabra "el maestro Aquiles", como afectuosamente le llama el antorchismo nacional a su dirigente, quien es ingeniero agrónomo de profesión y que hace 42 años, en conjunto con un pequeño grupo de 30 personas entre campesinos, amas de casa y profesionistas, fundó en Tecomatlán la organización que hoy tiene presencia en todo el país y aglutina a más de un millón de personas.

​Explicó que el problema de la pobreza, que aqueja a más de la mitad de la población es consecuencia del actual modelo económico que impera en nuestro país y, por tanto, es imperante cambiarlo por uno superior, y eso no se va a resolver cambiando de color en el poder político, sino llegando al poder político un partido que vele y represente verdaderamente los intereses de la clase proletaria

​Por tanto, las 30 mil personas ahí reunidas refrendaron su compromiso de invitar a una persona más a las filas de la organización para en un año crecer al doble, y así sucesivamente para en poco ser el número suficiente tiempo crear el partido político del que está ávido el pueblo pobre de México e implemente una política con cuatro puntos de acción para acabar con la pobreza, que son crear fuentes de empleo, salarios bien remunerados, reorientación del gasto social hacia los sectores más empobrecidos y una política fiscal progresiva.

​Como esencia del antorchismo, no podía faltar el banquete cultural que engalanó a la asamblea popular, a cargo de los Grupos Culturales Nacionales del Movimiento Antorchista y de la compañía Balam O´Cootl, quienes con movimientos coordinados y ráfagas de colores inundaron el escenario al compás de la música, deleitando la pupila de los espectadores y tomando por asalto su atención, que mantuvieron secuestrada hasta que los aplausos marcaban el final de los ensambles.

​Al terminar el evento, los 30 mil antorchistas del noroeste mexiquense coincidieron en que "la lucha sigue, no termina; se terminará hasta que no haya pobres en el país, y eso es lo que más hay en México".

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