El 19 de abril de este año tuvo lugar una de las actividades más importantes en cuestión electoral local; las elecciones a presidentes municipales del Estado de Aguascalientes, se eligieron 11 representantes que durante el periodo 2021-2024 llevarán el rumbo de cada Ayuntamiento. El resultado según el Instituto Electoral del Estado (IEE) fue el siguiente: Aguascalientes, Calvillo y Jesús María estarán gobernados por el Partido Acción Nacional (PAN); San Francisco de los Romo y Pabellón de Arteaga por el Partido Revolucionario Institucional (PRI); en Cosío y Tepezalá por el partido verde Ecologista de México (PVEM); Rincón de Romos por Nueva Alianza; El Llano por el Partido del Trabajo (PT); Asientos por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y San José de Gracia por Fuerza Por México.
Aquellas elecciones dejaron en las personas de cada alcaldía muchas esperanzas, en especial de la gente del municipio de Asientos. Desde los primeros minutos del inicio de campaña comenzamos dando un mensaje a la población a través de las redes sociales y claro, en vivo con la gente que nos acompañó para dar inicio a tan importante proceso. Muchos sentimientos encontrados pasaban por mi mente; no me imaginaba ser candidata de un municipio, de uno importante y grande del Estado de Aguascalientes, me veía yo dando clases, siendo comunicóloga y activista del Movimiento Antorchista siempre, pero no me veía de candidata. Hasta que entendí que una de las maneras de poderle dar mejores condiciones al pueblo trabajador, a los estudiantes, amas de casa y a todos los que pagan impuestos, era precisamente tomar las riendas del municipio.
Fueron transcurriendo los días, fui recorriendo vivienda tras vivienda en cada una de las comunidades y, la misma gente; los campesinos, obreros y todos aquellos que nos recibían me fueron dando la confianza que necesitaba para poder avanzar, para poder transmitir mi sentir ante semejante compromiso y responsabilidad que conllevaba dar propuestas a la gente que, en algún momento, si así lo decidían, podían cambiar el panorama actual del municipio. No hubo momento alguno que me desanimara, que quisiera echarme para atrás, al contrario; el cobijo, las atenciones, la amabilidad, la nobleza y la humildad de la gente me hacia sentir que ese era el lugar indicado, que ahí podíamos realizar tantos sueños y metas personales y sociales: contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de los que siempre trabajan y no logran ver algo de bienestar para sus familias.
El último día de campaña, lo recuerdo bien, aun sigue en mi memoria como si se hubiera encapsulado y fijado para siempre. Eran las seis y media de la mañana, como todos los demás días me levanté; me tomé el licuado que preparó mi mama como de costumbre, me senté en mi escritorio y comencé a redactar un discurso que agrupara todo lo visto durante los 65 días que llevábamos visitando casa por casa, lo que había hablado con los deportistas, estudiantes y profesionistas; las propuestas que los mismos campesinos me habían hecho; las cartas escritas por la mano misma de las madres de familia, niños y nuestras personas de la tercera edad. Era tanto que recoger que no sabía por donde empezar.
Y no habido fecha que no se llegue y plazo que no se cumpla: ya era 2 de junio, ese día se había determinado que sería el cierre de campaña. Se citó a la gente a las 6 de la tarde en la entrada de la cabecera municipal. Yo estaba lista faltando 10 minutos para las 6. Me hacía tantas preguntas como ¿la gente estará lista? ¿Sí vendrá al cierre?, ¿lloverá?, ¿cómo nos irá? El camino de mi casa al punto de reunión nunca se me había hecho tan largo como ese día. Llegué y vi a las personas que ya había visto desde el inicio de la campaña, gente que siempre me mostró su afecto y cariño, que le gustaba el proyecto que proponíamos. Comenzamos a caminar, hasta el jardín principal, yo no me había dado cuenta de la enorme cantidad de gente que se había reunido, a la altura de la primaria volteé para atrás y me di cuenta que era un mar de gente la que nos acompañaba. Tanta gente estaba convencida de que cambiaríamos el rumbo.
La gente se aglutinó en el jardín, presenciamos un evento cultural, nos deleitamos con la voz de cantantes del pueblo y de Robertito, cantante famoso por ganar La Voz Kids, escuchamos el discurso de la candidata a la diputación local del Distrito II, hablé yo y la gente respondió con aplausos y consignas. Llegó la lluvia y la gente se mantuvo hasta que fue tan fuerte que todos nos retiramos con un evento sin presentes en el municipio. Muchas esperanzas tenían la gente de poder ganar las elecciones del seis de junio, de poder ser ellos los principales protagonistas del triunfo. Desgraciadamente el resultado fue otro, al finalizar el conteo de las urnas nos dimos cuenta que quedamos en segundo lugar, obteniendo con ello tres regidurías. Así de dura fue la noticia para todos aquellos que dejamos el alma en cada paso, en cada palabra, en cada acción.
Sin embargo, y muy a pesar del resultado, seguimos trabajando, hablando con la gente, organizando a la gente para que el día de mañana no se conforme con poco, sino que pueda exigir servicios básicos, drenajes, electrificaciones, agua potable, mejores condiciones de vivienda, pavimentaciones y demás que ya se sabe hacen falta en cada una de las comunidades.
Son muchos los retos que tienen los nuevos presidentes municipales electo. Solo espero que tomen en cuenta a toda la gente, aunque no hayan votado por los ganadores ya que todos pagan impuestos y merecen ser tratados igual. No hay que desistir en la lucha, pronto veremos el sol brillar para la gente que quiere un municipio mejor y por ende un país mas justo y más equitativo para todos.
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