MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Crecimiento económico y desarrollo social

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Durante la pandemia, la pobreza y la desigualdad, de por sí ya enormes, aumentaron en México, y los pronósticos para 2022 vislumbraban que se agravarían mucho más los bajos niveles de desarrollo y crecimiento económicos que registra el país. 

Eso ocurrirá mientras la 4T con su política económica de invertir, por un lado, los recursos públicos en programas de transferencias monetarias que sirven, según el Gobierno federal, para sacar de la categoría de pobres a los pobres y darles una mejor calidad de vida, sin reconocer públicamente que el resultado no es más que cambiarlos de la categoría de extrema pobreza a pobreza moderada, según sea el caso, y por el otro lado, garantizar que la mayor parte de recursos o por lo menos una buena parte de ellos se canalice a las obras que no traen beneficio para los pobres de México, sino implementarlas en las faraónicas construcciones que el presidente Andrés Manuel López Obrador prácticamente impuso a su voluntad, como su famoso Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el fallido AIFA.

El discurso trillado de López Obrador, de que por culpa de los intermediarios no se avanzaba en la distribución correcta de los recursos de los programas y el de que la corrupción era y es el enemigo para vencer, no ha cambiado. Aunque ya ha quedado demostrado que no va por ahí el asunto y a pesar de que el presidente sigue empecinado en hacer creer a la gente que esas son las razones fundamentales por las que nuestra economía no despega, el problema es que él mismo no comprende que la razón principal del fracaso de las políticas sociales implementadas se debe a la mala y equivocada concepción que él mismo tiene del verdadero problema de fondo.

López Obrador quiere hacernos creer que se trata solo de un problema de carácter individual, es decir, que se piense que la falta de recurso económico en los mexicanos se remediara dando más apoyos como los de sembrando vida, las famosas becas, pensiones a los adultos, etc., cosa que no es así. 

Queda demostrado, hasta ahora, que la política económica implementada por la famosa 4T no ha fomentado ni el crecimiento ni el desarrollo, en lo que va de su administración, para los mexicanos. Si pretendemos hablar de crecimiento y desarrollo económicos, es fundamental saber cuál es y donde estriba la diferencia si es que en verdad queremos hablar de bienestar social.

Queda claro que el crecimiento económico solo se refiere al desempeño de la economía de nuestro país y que el cambio en el nivel de producción por sí solo no reflejara nunca por completo el éxito o el fracaso de una economía, es decir, el valor del crecimiento económico no siempre implicará desarrollo, pues hablar de crecimiento solo nos dice cuánta riqueza produce un país y dichos niveles no tendrían implicaciones en la calidad de vida de la mayoría de los mexicanos, como no las que hemos tenido hasta ahora. 

La conclusión, a esta disyuntiva entre desarrollo y crecimiento, no solo demanda únicamente que se recuperen los niveles de crecimiento sino que también se generen nuevos y mayores niveles de crecimiento, que la política implementada del gobierno de la 4T que encabeza López Obrador, dé un viraje de 360 grados y modifique de fondo la posición de nuestra economía para así combatir la pobreza y la desigualdad de manera contundente no solo con paliativos que solo asemejan a migajas que caen de la mesa para dárselas a los más pobres. 

Bajo la consideración de que el crecimiento anual mide el cambio porcentual en la producción nacional de un año a otro, después de dos años de contracción, resulta lógico que esperemos un crecimiento positivo y significativo, aunque en términos absolutos sea mínimo o incluso que no presente recuperación. Gracias a las malas experiencias que nos proporcionó la pandemia, podemos afirmar, quizá con mayor claridad, que la única salida a los problemas planteados será solo posible con una organización social consciente y preparada.

El mexicano tiene que ser consciente de su realidad y de su dignidad, para poder entender en donde radica el verdadero problema y es aquí donde se debe poner la atención debida, para poner las medidas correctivas necesarias ante esas circunstancias, debe estar consciente de que el verdadero cambio no vendrá por voluntad propia de la clase que hoy ostenta el poder, entender que la verdadera cuarta transformación aún está lejos de cumplirse y esa es una asignatura pendiente que tenemos todos y cada uno de los mexicanos que buscamos una patria más justa y equitativa para todos. A eso llama el Movimiento Antorchista Nacional, a buscar ese cambio añorado que permita salir de la miseria a los más de 90 millones de compatriotas que padecen de pobreza y que quieren el verdadero bienestar, no solo de palabra sino de hechos, solo así estaremos en posibilidades de decir que el crecimiento económico esté a la altura del desarrollo social.

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