MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Crece rezago educativo en gobierno de AMLO

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El rezago educativo es un problema nacional, que consiste en la condición de las personas mayores de 15 años de edad que no saben leer y escribir, o que no terminaron la primaria o la secundaria, es decir, las personas en condición de rezago educativo son quienes por su edad debieron haber concluido su educación básica. La cifra total de mexicanos en esta condición supera los 30 millones, que representa casi la tercera parte de la población mayor de 15 años.

En los cuatro años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, existe un crecimiento de este grave problema, las causas son: la omisión de diagnósticos y planteamientos de solución de este gran rezago educativo, así como la pauperización de los presupuestos destinados al sistema educativo, dicho en otras palabras, el gobierno de la Cuarta Transformación ignora olímpicamente este gran mal que padecen 30 millones de mexicanos, pruebas al canto: 1. La iniciativa para reformar el artículo tercero constitucional que presentó López Obrador ante la Cámara de Diputados, el 12 de diciembre de 2018, se centró en los temas administrativos y laborales y no tocó los temas propiamente educativos, como el rezago; 2. En la nueva Ley General de Educación que se promulgó el 30 de septiembre de 2019, en la que fue incluido el concepto de Nueva Escuela Mexicana (NEM), no menciona en sus principios  y orientaciones pedagógicas el problema del rezago ni, mucho menos, plantea alguna estrategia para resolverlo; 3. La asignación de recursos al Sistema Educativo Nacional, se ha caracterizado por recortes, reasignaciones discrecionales, subejercicios y opacidad; la austeridad en esta materia muestra una gran indolencia del actual gobierno, por ejemplo, las Reglas de Operación 2022 del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), establecieron la meta de sacar del rezago a 529 mil personas durante este año, pero la meta que la Secretaría de Hacienda (SHCP) estableció para la misma materia en la Estrategia Programatica del Ramo 33 disminuye el objetivo, al pasar de 529 mil ciudadanos a 300 mil como meta para que concluyeran su educación básica, es decir un decremento del 43 por ciento, a pesar de que año con año más personas se incorporan al rezago educativo.  

Desaparecieron programas que, en alguna medida, contribuían a contener crecimiento  del fenómeno como: el de Atención a la Diversidad de la Educación Indígena, Atención Educativa de la Población Escolar Migrante, Desarrollo de Aprendizajes significativos en Educación Básica, Escuelas de Tiempo Completo, Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa, Evaluación de la Calidad de la Educación, entre otros.

También han prevalecido los subejercicios presupuestales que traen consigo dos fuentes de corrupción, las reasignaciones discrecionales que, a su vez, desemboca en la opacidad de la función pública, porque no permite saber cuándo, cómo y con qué resultados se gasta el dinero de los mexicanos.

Un ejemplo de estas irregularidades, es el período de Delfina Gómez, al frente de la SEP, en el que según datos oficiales se dejaron de ejercer 25 mil millones de pesos. Otro caso es el Programa La Escuela es Nuestra, a través del cual, sólo una de cada tres escuelas ha recibido apoyo y la SEP no cuenta con la información sobre la aplicación de los recursos asignados, nadie sabe, nadie supo donde se aplicaron estos recursos.
De acuerdo con el Inegi, la información del Censo de Población y Vivienda 2020 confirma que entre los años 2018 y 2020 crecieron las estimaciones en torno a la población que se encuentra en rezago educativo. Al cierre de diciembre 2018, el cuatro por ciento de los mexicanos de 15 años o más no sabían leer ni escribir y, para 2020 este porcentaje aumentó a 4.7 por ciento, que equivale a más de 550 mil personas. La misma fuente establece que 8.1 millones de la población del mismo rango de edad que equivale al 8.6 por ciento no ha terminado la educación primaria y; 16.6 millones de personas que representan el 16 por ciento del mismo segmento de edad en todo el país no han concluido su educación secundaria.


Como se puede observar, por los datos antes expuestos que se complementan con los que aporta el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que señala que el presupuesto de la SEP es dos por ciento menor en términos reales al monto aprobado en 2019, previo a la pandemia, nuestro país tiene una crisis educativa en la que se estima que niñas, niños y jóvenes perdieron aprendizajes equivalentes a dos años de escolaridad y por lo menos 628 mil personas entre 6 y 17 años interrumpieron sus estudios.

A pesar de ello no se ve, por ningún lado, la preocupación del gobierno federal de remontar esta preocupante situación, más bien se observa una política clientelar al destinarle los mayores recursos a los programas que para tal efecto fueron creados como La Escuela Es Nuestra (LEEN); Universidades para el Bienestar y becas para el Bienestar.

Las consecuencias negativas del rezago educativo son múltiples y graves, tanto en el plano social, político y económico. Un sistema educativo incapaz o deficiente como el nuestro, produce y reproduce la desigualdad social.
Es necesario, por tanto, recordar la sentencia de don Jesús Reyes Heroles que dijo, cuesta mucho educar a un hombre, pero cuesta más no hacerlo. La tarea sigue pendiente.

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