La Misión de la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa), ampliamente publicitada por diversos medios y que puede ser consultada en su portal oficial sagarpa.gob.mx, que consiste como una de sus tareas primordiales la de promover el desarrollo integral, es decir completo, del campo que permita el crecimiento sostenido y equilibrado de las regiones, la generación de empleos atractivos que propicien el arraigo en el medio rural se ha convertido en letra muerta para el campesinado empobrecido de Jalisco.
A la par que por distintos puntos del estado durante la ¨Semana del Campo¨, implementada por la Sagarpa y la Seder (Secretaria de Desarrollo Rural) del gobierno estatal, las autoridades federales y estatales, con gran cobertura mediática, hacen entrega de millonarios estímulos a la producción agropecuaria, dirigidas claramente a solo a ciertos sectores del campo jalisciense; el Movimiento Antorchista se ve obligado a iniciar una lucha, que contempla un plantón indefinido frente a las instalaciones de la delegación en el estado, para romper la burocracia que prevalece en la dependencia federal y que está obstaculizando para que sean aterrizados 7.5 millones que fueron etiquetados, oportunamente, por diputados federales antorchistas para un considerable número de campesinos humildes.
El recurso etiquetado es para la adquisición de insumos del presente ciclo agrícola que demandan miles de auténticos pequeños productores de maíz y frijol, agregados al antorchismo, que son de los más pobres pues muchos de ellos, ni siquiera son dueños de las tierras que las trabajan pues, ante la grave y dolorosa necesidad de obtener, a cualquier precio, alimentos para sus familias, se ven obligados a conseguir parcelas en arrendamiento, lo que implica que producen generalmente para el autoconsumo.
La exigencia de la Organización Social para que la referida instancia de gobierno cese sus farsas y cumpla con su obligación, que es simplemente administrativa pues, los recursos ya están conseguidos, no solo, es justa y legitima, sino, necesaria ya que el sector rural que aglutina en sus filas, necesita de los apoyos gubernamentales para seguir subsistiendo, mantener su arraigo en las áreas rurales y evitar, con ello, que incluso familias completas emigren a las grandes ciudades de nuestro país o hacia los Estados Unidos en busca de fuentes de empleo, pero la actitud de la Sagarpa parece buscar lo contrario.
De igual manera la Secretaria de Agricultura, Pesca y Alimentación, con su excesiva burocracia, echa al basurero los objetivos que dice perseguir, entre los que destacan; la de elevar el nivel de desarrollo humano y patrimonial de los mexicanos que viven en las zonas rurales, abastecer el mercado interno con alimentos de calidad, sanos y accesibles provenientes de nuestros campos, así como, mejorar los ingresos de los productores. Cabe la pregunta ¿Los siete millones y medio de pesos, etiquetados por los Diputados antorchistas, no servirían para cumplir una mínima parte de sus objetivos?
Constituye un honor para la Agrupación Social encabezar la lucha de los campesinos más pobres de Jalisco pues, es precisamente en el seno de este sector, de donde surgió hace más de cuatro décadas y la oportunidad que se está presentando de luchar contra la burocracia de la Sagarpa, le permitirá demostrar, a propios y extraños, que durante este tiempo se ha mantenido consecuente con los principios que le dieron origen. Al caso es aplicable el refrán popular que reza ¨No hay mal que por bien no venga¨. Indudablemente el antorchismo jalisciense saldrá victorioso y fortalecido, la razón está de su parte.
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