Esta semana fue de fiesta y de trabajo para el antorchismo del noroeste, ya que durante el fin de semana llevamos a cabo tareas de suma importancia para el pueblo trabajador. Estas actividades están enfocadas en la politización y la educación de quienes aspiramos a que tomen el poder con una nueva visión.
Con el objetivo de seguir construyendo la organización más grande de México y con la firme idea de que sea una organización de pueblo pensante, llevamos a los municipios de Baja California una gira única en su tipo.
El arte como herramienta de transformación juega un papel fundamental, y desde nuestros inicios hemos apostado a que el pueblo tenga acceso a estas manifestaciones y se involucre activamente en ellas.
Durante cuatro días consecutivos, se presentó la obra de teatro Bodas de sangre, de Federico García Lorca, en Tijuana, Ensenada y Mexicali. Los bajacalifornianos tuvieron la oportunidad de apreciar, de manera gratuita, esta magnífica obra, que dejó en muchos un profundo gusto por esta bella expresión artística.
Para nuestra organización, el arte como herramienta de transformación juega un papel fundamental, y desde nuestros inicios hemos apostado a que el pueblo tenga acceso a estas manifestaciones y se involucre activamente en ellas.
Esta obra se presentó en recintos importantes como el Centro Cultural de Tijuana, el Centro Cultural de Ensenada, el Teatro del IMSS y el Teatro del Estado. Esta iniciativa representa una de las grandes apuestas que hemos hecho por el teatro, y los resultados superaron nuestras expectativas.
El pueblo comprendió el papel que el teatro puede desempeñar en la vida cotidiana, y a muchos, sin exagerar, les cambió la perspectiva sobre algo de lo que siempre habían estado alejados. En Antorcha, hemos demostrado que el pueblo puede y debe tener acceso a estas bellas artes.
Además, como lo habíamos anunciado, tuvimos la conferencia de Homero Aguirre Enríquez, vocero nacional de nuestra organización, quien se reunió con antorchistas en el municipio de Los Cabos.
Desde varios municipios de Sinaloa, Sonora y Baja California, pudimos escuchar y apreciar esta ponencia, que refuerza el espíritu de lucha y abnegación por una vida justa y equitativa, la que sólo podrá lograrse cambiando el sistema de gobierno y de producción y distribución de la riqueza, para que se garantice que quienes la producen puedan disfrutar, junto con sus familias, de los beneficios de lo que su trabajo crea.
Estas tareas que hemos llevado a cabo entre todos han dado grandes resultados. Sin embargo, hoy nos toca a nosotros, los antorchistas, poner en práctica estos conocimientos, lo que aprendemos en conferencias y eventos culturales, en nuestra lucha cotidiana y en nuestra vida diaria, siempre con la mirada puesta en nuestra meta última: el proyecto que hemos impulsado durante 50 años y en el cual seguimos trabajando, porque el camino que nos queda por recorrer es aún largo.
Compañeros, trabajar para seguir concientizándonos es una tarea difícil y ardua, pero hoy más que nunca necesitamos tener claras nuestras ideas, mayor conciencia y más entusiasmo en lo que hacemos. En un mundo que está desmoronándose, el antorchista debe tener claro hacia dónde vamos y cuál es nuestra meta. Por eso, los invito a seguir trabajando, a seguir escuchando las conferencias y a asistir y participar en los eventos a los que nuestra organización nos convoque.
Se acerca la jornada nacional de oratoria este fin de semana, y es momento de que el pueblo levante la voz con un discurso claro y una idea firme: debemos exhortar al verdadero cambio. Que esta jornada, a la que todos estamos invitados, sea también de buenos resultados para que sigamos avanzando como un solo hombre y con un solo ideal.
No quiero terminar estas líneas sin antes agradecer a todos los que hicieron posibles estas actividades: a los artistas que viajaron desde la ciudad de Puebla; a Soraya Córdova y a Juan Celis Aguirre, quienes encabezan el área cultural a nivel nacional en nuestra organización; a Homero Aguirre, nuestro vocero nacional, siempre dispuesto a contribuir en las tareas de educación política; a los activistas y plenistas que desarrollaron diversas tareas para la realización de estos eventos.
Sobre todo, quiero agradecer a los antorchistas de las colonias, pueblos y fraccionamientos, quienes siempre han mostrado interés en seguir avanzando, aprendiendo y construyendo nuestra organización, la organización de los pobres de México. Gracias y a seguir luchando, que la meta está clara.
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