En estos tiempos de enajenación y manipulación de las conciencias por todos los medios y herramientas del sistema que predomina en el mundo, se hace necesario que el pueblo trabajador dé una batalla a muerte en contra de la ignorancia y confusión sobre la situación política nacional y mundial por parte de los que quieren seguir dominando a favor de unos cuantos.
Es necesario que la preparación ideológica y política de los pueblos nos lleve a conocer más allá de lo que nos circunda, para lo que el Movimiento Antorchista ha formado a hombres y mujeres que le han aportado su vida y sus conocimientos al pueblo trabajador.
La pobreza se ha incrementado y a este ritmo, se necesitarán 230 años para erradicarla.
La única organización le da luz en estos tiempos tan oscuros al pueblo trabajador de México y el ingeniero Aquiles Córdova Morán recientemente publicaron la obra La crisis terminal del capitalismo, publicada por Editorial Esténtor.
Quiero reconocer y agradecer la preocupación y la labor del nuestro querido maestro por preocuparse siempre para aportar conocimientos profundos a la gente humilde, obreros, amas de casa o campesinos, que sin tener estudios superiores o que tienen estudios truncos o bien que apenas y cuentan con estudios de primaria o secundaria, siempre los tiene en cuenta porque son uno de los grandes motores que mueven su pensamiento y acciones.
¿Cómo nos ayuda este libro y por qué debemos leerlo? Porque es una herramienta indispensable que nos permite entender de manera profunda cómo el mundo se mueve a través de sus de los conflictos, que irremediablemente conllevan a una etapa final del poder del imperio.
El libro nos presenta a los verdaderos causantes de la pobreza, de las guerras, de los genocidios, y sobre todo nos permite encontrar una salida progresista y revolucionaria que lleve a los pueblos del mundo hacia una vida donde todos gocemos equitativamente de las riquezas generadas por el trabajo de la humanidad.
El ingeniero nos explica que el mundo vive una de las épocas más conflictivas de la historia y al mismo tiempo de las más potencialmente revolucionarias, donde a lo largo del desarrollo histórico del capitalismo, este ha llevado a un nivel magistral la generación de riqueza a través de la explotación de los trabajadores del mundo, a la tecnificación de la producción que permite sustituir a los obreros por máquinas y por lo tanto el abaratamiento de la mercancía fuerza de trabajo como lo llamó Karl Marx.
El capitalismo se ha adueñado de recursos de los países y los ha saqueado, el sello principal del capitalismo es la concentración de la riqueza en pocas manos a cambio de generar una cantidad de pobres nunca antes vista en la historia.
El mundo está atravesando una época sin precedentes marcada por la acumulación de múltiples crisis provocadas por el sistema capitalista.
Las cifras de Oxfam dicen que casi la mitad de la humanidad –3 mil 400 millones de personas– vive con menos de 5.50 dólares al día.
Cada año, 100 millones de personas en todo el mundo se sumen en la pobreza debido a que se ven obligadas a pagar por la sanidad de su bolsillo, decenas de millones de personas más pasan hambre. Cientos de millones más se enfrentan a subidas imposibles en el coste de los productos básicos o de la energía para calentar sus hogares.
La pobreza se ha incrementado y a este ritmo, se necesitarán 230 años para erradicarla. La concentración de riqueza provoca hambre, enfermedades, violencia y muerte a millones de trabajadores y sus familias.
Por último, quiero resaltar la aportación del maestro Aquiles través de este libro porque nos da a conocer la teoría del gran economista alemán, Marx, quien estudió a profundidad el funcionamiento de la sociedad capitalista y, por tanto, cómo se genera y distribuye la gran riqueza que acumula.
Los que pugnamos por un mundo mejor estamos obligados a estudiarlo para explicarnos el mundo y seguir trabajando y luchando con más argumentos hasta conseguir el cambio estructural de la sociedad, hasta conseguir un mundo mejor, menos desigual, donde los ultrarricos no sigan haciendo crecer drásticamente sus riquezas, mientras los pobres no tienen un plato de sopa en la mesa.
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