MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Clientelismo y marginación azotan a los mexicanos más vulnerables

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Hace seis semanas que los mexicanos vivimos en una terrible encrucijada, pues se hicieron presentes los primeros casos de coronavirus en el país. Se tomaron medidas de distanciamiento en la población a mediados de marzo y fue entonces cuando el gobierno implementó de manera oficial la suspensión de actividades a partir del 23 de marzo, con la intención de evitar contagios masivos. Se mandó a toda la ciudadanía a confinarse en sus hogares, para salvaguardar su salud y evitar que los individuos se vieran amenazados por el terrible enemigo del SARS-CoV-2, como también se le conoce, pero en casa se encontraron con un enemigo igual de terrible y hasta más feroz, el hambre.

La pandemia muy seguramente dejará efectos nada agradables en muchos aspectos de nuestra vida, en la salud, en la forma en que convivimos, en lo político y desde luego en lo económico, según datos que revela la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, entre el 13 de marzo y el 6 de abril, se perdieron 346 mil empleos en 3 semanas, recordemos que antes de la pandemia existían alrededor de 40 millones de personas en edad de trabajar desempleada, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) pero a estos desventurados hay que agregar la población que se dedica al "empleo informal" que es algo así como el 60 por ciento de los trabajadores en México, según datos revelados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Todo esto provoca que vaya aumentando drásticamente la población que demanda un empleo y no lo tiene, pero aun peor, demandan solventar gastos más urgentes en el hogar y no tienen forma de costearlos, lo que desencadena un incremento en la pobreza del país.

Por parte del gobierno se anunció en los últimos días que se apoyará el sector empresarial, es decir se otorgarán créditos a los Pequeños y Medianos empresarios (PYMES) para poder solventar la terrible crisis económica que atraviesa el país, como consecuencia de la contingencia sanitaria, cosa que no está mal; sin embargo, a los más vulnerables, a esos millones de personas que perdieron sus empleos y a los que sus ingresos se vieron limitados porque se emplean en el "trabajo informal", ¿quién ve por ellos? ¿Quién les otorga algún tipo de apoyo para poder hacerle frente a la crisis?

"A todo se acostumbra uno, menos a no comer", dice el refrán popular. La gente de escasos recursos que se ha visto afectado por la crisis sanitaria, ha buscado diversas maneras de hacer llegar al gobierno la preocupación y situación por la que atraviesan las familias al no tener alimento que llevarse a la boca, sin que pueda notarse un ápice de preocupación o interés en las autoridades, en querer dotar por lo menos a todos los afectados ya sea por el desempleo o por la escases de recursos económicos, cabe mencionar que los que tenían ahorros ya los agotaron, tras casi dos meses de no poder trabajar.

La gente se ha manifestado de diversas formas, a través de cartas dirigidas a las autoridades municipales, estatales y federales, por medio de videos clamando ayuda de cualquier tipo, alimentaria o asistencial, que permita hacer menos cruda y fatal la situación, incluso mediante mantos blancos, en los que denuncian la falta de alimento, que permita sustentar a sí mismo y a los suyos, hay quien reacciona a tales manifestaciones otorgando a estas personas lo que tienen al alcance, aunque esto implique desprenderse un poco de lo que tienen, para poder asistir a su hermano desvalido ante lamentable situación, reconociendo en sus ojos la esperanza que hay deseando que alguien se compadezca de su persona, sólo una bestia o alguien peor que las bestias, que no conoce de bondad, que carece de solidaridad, que no sabe de empatía, que no se inmuta ante la desgracia, que es un bribón degradante se quedaría inerte al ver la pobreza con que la gente vive, o se atrevería a pensar que se inventa tanta miseria.

La economista mexicana Alicia Girón, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que las políticas de austeridad de Andrés Manuel López Obrador no le han hecho ningún favor a la economía del país y declaró en entrevista para BBC que considera que el gobierno debe invertir más que nunca en salud, educación, alimentación y esfuerzos para reducir la pobreza a fin de mitigar el impacto social.

Nosotros, los antorchistas, desde hace tiempo luchamos y hacemos diversas solicitudes a través de las diferentes instancias gubernamentales, por un programa de alimentos para el pueblo; incluso enunciando en distintos medios que el problema de la pobreza, la ausencia de insumos en los hospitales, así como la falta de alimentos puede adquirir magnitudes exorbitantes y catastróficas, por ello urge un programa social que permita que todos los mexicanos, sin distinción o exclusión, tengan al alcance productos de la canasta básica, que permita alimentarse sanamente mientras se regulariza la situación económica en el país, así como también es urgente e imprescindible que los médicos estén equipados con suficiente material de calidad para poder enfrentar esta contingencia.

Existe una severa falta de sensibilidad del gobierno mexicano que es quien concentra toda la riqueza que genera el país, no sólo debiera administrar los recursos y apoyar al sector empresarial, sino también destinar una parte hacia los sectores más vulnerables, es urgente que cuente con un plan serio para garantizar la subsistencia de estas personas, tanto de las que se quedaron desempleadas, sin protección, como de aquellas que no tienen empleo con ingresos fijos, asegurándose así que puedan seguir alimentándose.

Y sin embargo nos encontramos con que los programas asistenciales llámense becas, tarjetas de bienestar o ahora en esta crisis las despensas, se han volcado hacia quienes se mostraron abiertamente partidarios de Morena, pues cuando se realizó el levantamiento del padrón de beneficiarios, nunca hubo una convocatoria abierta para que la gente fuera a solicitar su inclusión, y peor aún quienes fueron a enlistar a los beneficiarios llevaban playeras que los distinguía como integrantes de dicho partido, seleccionando minuciosamente a la gente que estaban dispuestos a apoyar a Morena en las próximas elecciones, se trata pues a todas luces de programas con criterio clientelar por parte del gobierno federal, a éste se le olvida que desde que tomó el poder debe ser imparcial y sobre todo gobernar para todos no sólo, para los que digan estar o sumarse a su partido. En estos momentos cruciales por los que atraviesa nuestro país, el nepotismo y el clientelismo nunca serán una buena práctica, no es momento de hacer negocio de ninguna manera con la angustia y desgracia que vive el pueblo mexicano, quien obra de esa manera, aprovechándose de la situación, con alevosía y ventaja, queriendo obtener algún beneficio de los recursos públicos (que son del pueblo mexicano) en esta circunstancia por la que se atraviesa, no es más que un ladrón vil, que se enriquece con el pesar de sus compatriotas y que por lo tanto defrauda a todos aquellos que confiaron en que podían ser la opción para mejorar las condiciones en las que vivían, eso es igual a la rapiña.

Desde hace seis semanas que la vida de los mexicanos no ha sido la misma, pues tanto empresarios y asalariados, así como adultos y niños, deben esperar a que la "curva de contagios" descienda considerablemente, para poder regresar a realizar sus actividades normales y no arriesgar su salud, exponiéndose a posibles infecciones.

Y a esto me refiero cuando digo que la población de nuestro país vive en una terrible encrucijada, pareciera que nuestros funcionarios no quieren dejarle otro camino a los pobres de este país, que las alternativas para disminuir la cifras de pobres en este año se les han terminado y sólo quedan tres variantes y un solo camino para los desposeídos, a los pobres de México o los matan de hambre o los matan de coronavirus o en su defecto, mueren en manos de otros seres igual de miserables o desfavorecidos que ellos, pues no hay que olvidar que en días pasados han tenido lugar los días con mayor índice de violencia en nuestro país.

Por todo lo anterior, yo te conmino amigo lector, sobre todo en estos momentos de crisis, en donde se viven tiempos tan difíciles, ahora más que nunca es urgente que nos agrupemos en un sólo bloque, todos los pobres de este país: amas de casa, obreros, albañiles, artesanos, policías, comerciantes, estudiantes, artista, profesores, trabajadores de la salud, y todos los profesionales que sientan en su pecho el hartazgo hacia esta indiferencia, falta de sensibilidad e incompetencia por parte de las autoridades políticas a unirse y emprender la lucha, a formar un sólo brazo que pueda ser empuñado y se levante en contra de la injusticia y los atropellos que se cometen hacia el pueblo trabajador, generador de toda la riqueza de nuestro país, es momento de que encontremos en nosotros la verdadera fuerza, el motor que haga que nuestra nación avance hacia un destino mejor, próspero y luminoso, ese brazo se llama Antorcha, el pueblo con Antorcha triunfará, unidos podemos vencer, seamos como ese gran león del que habla Joaquín González, que harto de soportar los azotes del domador, una noche despertó y arremetió contra éste defendiéndose de los latigazos que el domador le propinaba, antes de que cayera el último latigazo éste lanzó un feroz rugido de protesta…

Próceres de la Tierra, que, sin tiento,
con látigo tratáis a las naciones…
¡Vosotros sois el domador del cuento!
Pensad que estos leones abatidos,
cuando airados levantan la cabeza,
llegan a componer con sus rugidos,
un rugido inmortal... ¡la marsellesa!

Y si hoy vuestra fuerza los humilla,
mañana, con sus garras soberanas,
¡pueden hundir de nuevo La Bastilla!
¡y ensangrentar de nuevo las campanas!
¡Próceres de la Tierra!…
¡Vosotros sois el domador del cuento!

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