El desplome de la línea 12 del metro, la desatención al mantenimiento del Sistema de Transporte Colectivo, el aumento de la pobreza, el crecimiento de las inconformidades sociales, el abandono a las pequeñas y medianas empresas en medio de una crisis sanitaria y varias páginas llenas de etcéteras más, son las cosas que no se dicen por parte de la doctora, pero que sabemos que ahí están y que nadie ignora, salvo ella misma y los lacayos de su partido. Eso, sin mencionar detalles un poco más concretos de compromisos no realizados con las familias más vulnerables de las periferias de la metrópoli: caso Tempiluli, en Tláhuac y el grupo de familias desamparadas de los Campos de Jalalpa, en Álvaro Obregón.
Resulta impresionante la forma en que gobierna esta señora, mencionando los ejemplos anteriores. Y no por buena, aclaro, sino porque aun viendo la magnitud de los problemas que azotan la ciudad, ella prefiere andar haciendo campaña para las próximas elecciones del 2024. Tomando como referencia, en forma y contenido, las acciones y discursos de su máximo líder: el presidente Andrés Manuel López Obrador. Haciendo valer el famoso refrán “de tal palo, tal astilla”. ¡Imagínese usted continuar con el terror otros seis años más pero ahora con el rostro de Sheinbaum!, fatal.
Para sostener lo que digo, hago mención de los últimos datos que dio a conocer el Coneval: en 2018, recién tomado el poder por la 4 T, había 152,100 personas en condiciones de pobreza; en 2020, esta cifra incrementó en un 163%, es decir, 248,300 personas se sumaron a las filas de la pobreza y marginación en la ciudad. ¿De verdad es así cómo se gobierna? ¿con estos resultados, la doctora, quiere gobernar el país? Qué pena, pero hay algo que se llama vergüenza, y parece ser un concepto poco conocido por ella y sus aliados cuatroteros. Sin duda, este tipo de resultados se dan por seguir ciegamente los pasos de alguien que tiene perdida su brújula
Pues bien, con este antecedente, mencionó que el pasado miércoles la doctora rindió su tercer informe de gobierno donde, evidentemente, no mencionó nada de lo que verdaderamente lastima a los capitalinos. Del retroceso que atraviesa la ciudad en materia de educación, vivienda, salud, infraestructura, etc. Ese mismo día, cientos de familias, todas de escasos recursos, maestros y trabajadores, se manifestaron en las principales avenidas del Centro de la Ciudad, precisamente para denunciar toda serie de atropellos que se han pronunciado durante el mandato de la Jefa de Gobierno. Y bueno, mientras ella endulzaba con mentiras los oídos de la élite “progresista”, afuera, los cuerpos de granaderos y policías, reprimen a los manifestantes que solo buscan solución a sus demandas. ¿No es una contradicción eso de decir una cosa y hacer otra? ¿A quién quiere engañar esta señora? ¿Que no le duele ver tanto sufrimiento? ¿O es que así de insensibles son todos los miembros del partido Morena? Porque ninguno se salva; pareciera que todos salieron del vientre de la misma madre.
Hace tres años, en campaña, la doctora hizo promesas de verdaderos cambios para la ciudad. La realidad nos está demostrando que nos equivocamos. Y con base en esta experiencia y a dos años de terminar su mandato, estamos a tiempo de elegir bien quiénes serán nuestros próximos representantes en el gobierno. Aprendamos de esto, reflexionemos sobre lo que verdaderamente le conviene a la ciudad y al país. No nos dejemos llevar por las apariencias y los discursos disfrazados. Organicémonos y eduquémonos todos: amas de casa, obreros, estudiantes, académicos, para que, de esa masa, organizada y consciente, salga el verdadero representante del pueblo, capaz de resolver a fondo los problemas que tanto nos lastiman. Sumémonos todos, puño a puño, codo a codo, y formemos ese gigante que México necesita.
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