Un país que no invierte en ciencia y tecnología e innovación está condenado al subdesarrollo: esos tres pilares en buena medida han marcado el progreso de la humanidad, si nos vamos a la primera invención de agricultura que nos permitió abandonar el nomadismo y construir grandes ciudades pasando por la invención de la rueda, por la imprenta, el teléfono, las telecomunicaciones, los dispositivos electrónicos que hoy nos conectan más allá de las fronteras estos ejemplos de modernización son muestra de cómo la inversión en investigación fortalecimiento infraestructura en ciencia y tecnología han generado los mejores niveles de vida en todos los ámbitos de la sociedad.
Los ciudadanos de un país que invierte en ciencia tecnología e innovación tiene posibilidad de obtener competencias para enfrentar los grandes retos que demanda la globalización económica; casos como el de Taiwán, la India, China, Japón y Vietnam que han destinado el 2.2% de su PIB se han visto beneficiados con un significativo crecimiento de sus economías de la misma manera se ha demostrado que aquellos estados que contemplan un bajo presupuesto en dicha actividad permanecen por más tiempo en niveles de crecimiento económico, es por eso que el artículo tercero fracción quinta de nuestra Constitución consagra el derecho de las y los mexicanos de gozar de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica así como lo establece el deber del estado de apoyar a la investigación e Innovación científica humanística y tecnológica.
Por lo cual se deberán promover recursos y estímulos suficientes, en este contexto la organización para la cooperación y el desarrollo económico y la UNESCO han recomendado al estado mexicano invertir cuando menos el 1% del PIB al desarrollo científico tecnológico y la innovación de ahí que la ley de ciencia y tecnología establezca en su Artículo 9 Bis la obligación del Estado para gastar por lo menos ese porcentaje en este rubro, sin embargo considerando estos mandatos constitucionales y legales es de extrañarse que durante las últimas administraciones el presupuesto destinado a esta área ha sido en promedio de 0.5% del PIB por debajo del 1% que dicta la ley.
Es cierto que hay un aumento para el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en el próximo año. Sin embargo, al poner estas cifras en contexto, resalta que en la actual administración el monto asignado a este ramo los últimos tres años se ha mantenido entre 8% y 14% en términos reales por debajo de lo que le fue asignado en 2018, y en general por debajo de lo que se asignó en cada año del gobierno anterior. Este claro incumplimiento de la ley por parte del estado no solo vulnera el derecho de las personas al desarrollo científico y tecnológico, sino que también va en contra del principio de progresividad que rige los Derechos Humanos este principio Establece que el disfrute de los derechos fundamentales debe ser para mejorar, exige a todas las autoridades del estado incrementar el grado de protección y garantías de los derechos humanos y les impide adoptar medidas que disminuyan la misma, en este sentido cuando el estado resta recursos al ramo de ciencia tecnología e Innovación disminuye el grado de protección de los derechos y garantías de la ciudadanía, estamos retrocediendo el lugar de avanzar no solo vayamos en potenciar a este sector sino también estamos arrebatándole las herramientas con las que ya cuenta, por lo anterior le pedimos al presidente Andrés Manuel López Obrador recapacite y otorgue el presupuesto marcado por la ley.
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