Para 2022, el panorama para las familias de Chiapas se visualiza desolador porque seguirán arrastrando el rezago habitacional que han enfrentado durante años por no contar con una vivienda digna y vivir en condiciones de hacinamiento.
Hasta el año pasado, según la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), eran 3.95 millones de personas en la entidad que viven hacinadas y que padecen la falta de servicio sanitario o carencias de materiales de construcción.
Tras culminar un año complicado en tema de salud, la situación se agrava, toda vez que el gobierno de la Cuarta Transformación no asegura la entrega de apoyos en viviendas ni siquiera la legalización de terrenos que las familias adquieren como un alternativa para no pagar más rentas y contar con un patrimonio para sus hijos.
Zonas como Norte, Bosques, Altos o el Soconusco de Chiapas, seguirán sumergidos en la pobreza y marginación, y las familias como es de esperar, seguirán luchando para sobrevivir antes las altas temperaturas, lluvias, vientos o enfermedades, por no contar por un espacio en donde vivir.
Ante esta condición las familias adheridas al Movimiento Antorchista, realizaron un llamado al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que priorice ayuda y que cumpla los compromisos de ayuda por desastres naturales.
"Merecemos vivir mejor", expresó Ana Ventura, quien desde la puerta de su casa se muestra angustiada por las condiciones de marginación y carencia en las que vive.
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