El próximo 10 y 11 de diciembre el Antorchismo chiapaneco se vestirá un vez más de manteles largos, al celebrarse el 30 aniversario del regreso del Movimiento Antorchista a la colonia El Refugio, en Chiapa de Corzo. Pero, sobre todo, la permanencia de nuestra Organización en el estado de Chiapas, porque esta no era la primera vez que querían desaparecernos del estado. Pensaron que por tercera ocasión nos iban a intimidar y lograrían de una vez su cometido. Y su tercer intento no les resultó, el gobierno de aquel entonces fracasó, porque los Antorchistas se definieron y defendieron hasta con su vida, su derecho a organizarse.
Aún recuerdo a la compañera Guadalupe Pineda, cuando hace cinco años tuve la fortuna de sentarme con ella, que con sus palabras relataba lo sucedido en aquellos años, “Intentaban hacer muchas cosas en contra de los integrantes de Antorcha Campesina (hoy Movimiento Antorchista), pero no lo lograron. Cuando el maestro Alejandro convocó a una asamblea en la galera, en donde ahora se encuentran las canchas deportivas con domo, la gente acudió al llamado, eran Antorchistas y otros eran infiltrados que buscaban llevarse al dirigente y acabar con su vida. En esa reunión, yo escuché como querían llevárselo, y cuando me percaté, me puse al frente y grité -¡los que quieran seguir a Antorcha, vámonos para la casa de la organización! Y la gente se definió, hasta personas que se decían no estar de acuerdo jalaron con nosotros”. Contaba.
Fueron días de terror, unos decían una cosa, otros con machetes y palos querían agredirnos, el gobierno les mandaba a policías para intimidarnos y a los enemigos les daban más protección, “Un día” contaba en sus recuerdos la compañera Guadalupe “el maestro Alejandro me pidió que llamara a un número, sin saber qué era lo que iba a pasar, fui al lugar e hice lo que encomendó, llamé y era el Ing. Omar Carreón Abud, a quien informé lo que sucedía, y cuando el me cuestionó –compañera ¿y usted cree que ahí hay Antorchistas? –Sí, sí hay Antorchistas, respondí. Porque tenía presente aquella asamblea.
En la madruga del siguiente día llegaron autobuses de diferentes partes del país, el Antorchismo Nacional venía a defendernos.” Reconocía Guadalupe, y ahí estuvieron dos años plantados frente al palacio de gobierno, hasta que en diciembre de 1992, los Antorchistas regresaron al “Refugio”.
Como todos los años, nos vamos a reunir con las familias organizadas y amigos de antorcha para festejar nuestra lucha, tres décadas en las que hemos trabajado incansablemente para que los habitantes tengan un lugar digno y decoroso para construir una vivienda. Pero a diferencia de otros años, lo haremos con mayor convicción para recordar a nuestros compañeros plenistas que fueron fundadores y fieles Antorchistas, algunos por el desgaste del trabajo y la edad se nos adelantaron, y otros fueron víctimas de la mala política de salud de la 4T durante la pandemia del COVID-19. Guadalupe, Walter Figueroa e Ismael Paredes, ya no están entre nosotros, se encuentran disfrutando de la vida eterna, y en este país lleno de injusticia seguimos recordándolos por que defendieron a la organización de los pobres hasta con su vida.
Compañeros de las colonias de Chiapa de Corzo, los invitamos a seguir el ejemplo de estos grandes hombres, sigamos trabajando para que nuestro país camine hacia una sociedad más justa y en donde eliminemos por completo la pobreza, razón por la que los seguimos invitando a armar un proyecto que nos lleve a dar cambios verdaderos y eficaces. Necesitamos seguir uniendo nuestras fuerzas y convertirnos en un frente popular que no lo derriben los golpes bajos de un gobierno que poco le ha importado el dolor de sus gobernados. ¡No bajemos la guardia! Sigamos luchando por cambiar el injusto trato e injusta repartición de la riqueza de nuestro estado y país. Allá nos vemos.
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